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viernes, 19 de diciembre de 2014

Obama y la nueva política hacia Cuba





Por Mirta Balea

Algunos cubanos se han caído del guindo con el reciente acuerdo entre la Administración demócrata de Barack Obama y el régimen de los Castro en Cuba para una normalización de relaciones. Pero ¿en realidad hay razón para este asombro? Creo que no.

Siendo aún candidato a la presidencia, en un discurso en 2007 en la llamada Little Havana, en Florida, adelantó lo que sería un punto importante en sus metas como presidente: "Hemos estado embarcados durante 50 años en una política errática sobre Cuba y debemos enmendar ésto".

Sus palabras iban dirigidas, eso sí, al sector más moderado de la sociedad cubano-americana de Florida, un segmento en crecimiento, según reza en la mayoría de las encuestas.

El quid de la polvareda reciente por el anuncio de abrir vías de comunicación bilaterales es que ocurre en el segundo mandato de Obama, el último, según las leyes estadounidenses, y el más cómodo, por lo tanto, para dar este paso. Nada tiene que perder y definitivamente cumpliría con su promesa.

Una promesa que por cierto sancionó como presidente en la Cumbre de las Américas en abril del 2009 en Trinidad y Tobago. 

Los líderes latinoamericanos asistentes a la Cumbre no dejaron de presionar para que Cuba volviera a formar parte de la Organización de Estados Americanos, OAS, de la que fue expulsada en 1962.

Dos meses después, la Trigésimo Novena Asamblea General de la OAS acordó recuperar al régimen para el Hemisferio. Estados Unidos se tragó la humillación y exigió que La Habana aceptara "las prácticas (democráticas) y los propósitos(de liberación) y los principios (de independencia) de la OAS".

Cuba no ha hecho tal cosa, al menos en la práctica, porque el régimen se mantiene inmutable, con la misma política que cuando fue expulsado y, según ha declarado el presidente Raúl Castro, seguirá siendo así. Esto último reiterado a pocas horas de sellar la primera parte de las conversaciones con la Administración de Obama, que tanto revuelo ha traído.

Raúl Castro ha dado pasos que suponen elementos nuevos para lograr una recuperación de la depauperada economía cubana como han sido reformas abiertas a un comercio privado, aunque sin soltar las riendas del poder, y esto ha dado pie a muchos en el campo internacional a hablar de "cambios" en el régimen.

El presidente Obama había avanzado en su primer mandato en la dirección prometida de cambiar la política hacia Cuba al quitar las restricciones para que los cubanos de Estados Unidos visitaran a sus familiares en la Isla, pero no se atrevió a levantar el veto impuesto por el anterior mandatario George Bush a los intercambios persona a persona en temas culturales y de educación, lo que se comenzó a hacer cuando ya era segura su posición en un segundo mandato.

Cada presidente de Estados Unidos ha denunciado e impuesto sanciones a la dictadura cubana, pero ninguno, antes que Bush, propuso que para tener buenas relaciones el socialismo debía dejar de existir.

Hay que decir también que todos y cada uno de estos presidentes, desde Eisenhower hasta Obama, han mantenido canales abiertos de conversaciones con el régimen a pesar de ser una dictadura. Esto, para cualquier versado en política, supone hablar con el enemigo y reconocer de facto su legitimidad.

En un principio, el énfasis se colocó en el apoyo brindado por Cuba a los insurrectos de América Latina y en su política expedicionaria en Africa. La caída de la Unión Soviética en 1989 hizo que Washington soñara con que el próximo en caer sería Fidel Castro.

El fallecido presidente de la Fundación Cubano Americana, Mas Canosa, dijo en ocasión de la caída del muro de Berlín que "solo quedaba uno", aludiendo a Fidel Castro. Los cubanos esperan todavía esa caída.

Las exigencias para abrir canales de comunicación con Cuba a la vista de la extinción de la Unión Soviética y la liberación de los países satélites de Europa del Este cambiaron en ese momento en la Casa Blanca. Bush consideró que la nueva correlación de fuerzas valdría para exigir al régimen de La Habana una renuncia del socialismo para una directa apertura a la democracia, al multipartidismo y a las elecciones en un marco nacional inédito en medio siglo de dictadura.

Bush basaba sus exigencias en el fuerte compromiso que lo unía a la comunidad cubana en Florida donde obtuvo el 80 por ciento de votos en ese Estado. Una clara respuesta de los cubanos a la Administración Clinton por devolver al niño balsero Elián Gonzáles a su padre en Cuba.

Ningún otro presidente antes que Bush, había designado a tantos cubano-americanos en posiciones de dirección en su Administración. Sobre todo en puestos que dirigían su política hacia América Latina.

Del otro lado del mar, Castro se movía para aparecer como un abanderado contra el terrorismo y propiciar que las conversaciones a sotto voce continuaran. Firmó doce protocolos internacionales contra esa lacra mundial y no puso objeción a que Estados Unidos utilizara la base naval de Guantánamo, en el oriente cubano, como centro de detención para miembros de Al Qaeda.

Si el fallecido premio Nobel, Gabriel García Márquez, funcionó en el etapa de Clinton como uno de los tantos mediadores de que ha dispuesto Cuba para sus conversaciones secretas y de otro tipo con Estados Unidos, en época de Bush esta fue labor del embajador en Naciones Unidas, Ricardo Alarcón, ahora caído en desgracia.

Siendo como era Fidel Castro la bestia negra para la Administración Bush, el secretario de estado para el Hemisferio Occidental, Otto Reich, dejó claro que cualquier revisión de la política bilateral requería de La Habana "una rápida y  pacífica transición a la democracia". Y todo esto a pesar de los esfuerzos del ex-presidente Jimmy Carter por construir puentes de entendimiento aún a título personal.

Bush creó en el 2003 una Comisión de Ayuda a la Cuba libre "para planear la transición cubana de un régimen estalinista a uno abierto y libre". Esto no impidió a los norteamericanos brindar su ayuda ante los crecientes desastres provocados en la Isla por el paso de varios huracanes en aquellos días.

Fidel Castro vio esto como un intento de la Casa Blanca de beneficiarse políticamente y desatendió la mano tendida. Coincidió también con la etapa en que los problemas de enfermedad del líder del régimen obligaron a que su hermano Raúl se hiciera cargo del sistema de poder inalterable.

Cuando Obama dijo ante la Cumbre de las Américas que buscaba un nuevo comienzo con Cuba, se proponía deshacer todo lo hecho por la Administración republicana de Bush.

Durante el referido encuentro de Obama como candidato con los cubanos en Florida, no solo se pretendía dar un vuelco a una política in extenso, sino mostrar los cambios traídos a Miami, incluida la transformación de la Fundación Cubano-Americana - que lo recibió cálidamente-, que había pasado de ser profundamente anticastrista para mostrarse más moderada.

En el primer mandato de Obama, sus promesas solo se cumplieron en parte, porque en 2009, cuando se conoció el informe anual del Departamento de Estado sobre terrorismo, Cuba seguía incluida como patrocinadora  de grupos de este pelaje.

Los presupuesto de Obama  para ese mismo año incluyeron 20 millones de dólares  para la cobertura de la Agencia Norteamericana para el Desarrollo (UNAID) en la promoción de la democracia en Cuba.

Obama -a los ojos de los Castro- seguía aplicando la política de Bush, a pesar de todo lo dicho, y en especial en lo que La Habana calificaba de ciberguerra. El uso de la tecnología computarizada para minar al régimen y que se remontaba al mandato de Bill Clinton, quien dio a la Freedom House medio millón de dólares en 1995 para la compra de computadoras, copiadoras, faxes y otros equipos destinados a la disidencia cubana.

El caso de Alan Gross, uno de los presos liberados por Castro en estos días, se enmarca en la visión de la Habana sobre la actividad de la USAID en la ciberguerra. El había viajado cinco veces como turista antes de ser enjuiciado y conenado en Cuba y en su último viaje proveyó a determinadas personas de esos equipo de manera gratuita.

El Obama del primer mandato, aunque no variaba su prioridad de "abrir un canal con Cuba de forma permanente" no podía arriesgar su reelección. Pero ya esto no es un problema para él. Ahora todo es posible, siempre que el Congreso, con mayoría republicana, no tenga que dar el visto bueno. Y, aún así, veremos como marcha el asunto. 

viernes, 29 de agosto de 2014

Ucrania, Oriente Medio y la perplejidad de la comunidad internacional

Sede de la OTAN


Por Mirta Balea

Los soldados rusos combaten junto a los separatistas ucranianos contra el gobierno del presidente Petro Poroshenko. Este ha pedido una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en relación con la invasión de similares características a la que precedió la anexión de Crimea por Rusia.

Mandos de la OTAN han respaldado las acusaciones de Poroshenko al confirmar que más de mil soldados rusos hacen la guerra al gobierno de Ucrania en su propio territorio.

Rusia ha sido objeto en dos ocasiones de sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) desde lo de Crimea. El presidente norteamericano Barack Obama está por la labor de aumentarlas, pero su colega Vladimir Putin sigue sin darse por enterado y ha decretado un boicot contra productos importados de países europeos como represalia al castigo recibido.

La ofensiva rebelde -respaldada desde Moscú con armamento y hombres- ha hecho perder posiciones al ejército ucraniano no solo en el Este, sino algo más al Sur, en la última semana.

El ejército era apenas una metáfora durante el derrocado gobierno del presidente Viktor Yanukovich, quien no tuvo otra que dejar el mando y aterrizar en Moscú cuando en febrero de este año.

Los ucranianos salieron a la calle a mediados de ese mes para protestar por el nuevo acercamiento de Kiev a Moscú al negarse el gobierno a firmar un acuerdo comercial con la UE, que les hubiera facilitado en el futuro la entrada al club europeo. Yanukovich intentaba no enfadar a su vecino, que le ofrecía una ayuda monetaria y el constante flujo de petróleo por el oleoducto que atraviesa Ucrania y del que se sirven otros estados del continente. 

Estas protestas -con el saldo de más de un centenar de muertos- no gustaron a Rusia, pero Putin vio la oportunidad de poner en marcha una reconquista en la práctica de los territorios antes prosoviéticos y como primer paso se anexionó a Crimea. Ahora cree que podrá seguir adelante con su línea expansionista, en la seguridad de que nadie se le opondrá.

Pertenecer a la OTAN habría permitido a Ucrania salvaguardar su frontera con Rusia y quizás prevenir la anexión de Crimea. Yanukovich no dió el paso por no enfadar a Putin y perder sus prebendas.

El jefe de asuntos políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, ha dicho que de confirmarse la implicación rusa "constituiría una contravención directa del derecho internacional y de la Carta" del organismo internacional.

El respaldo otanista a las acusaciones de Poroshenko se apoya en imágenes vía satélite en las que queda reflejado el trasvase en la frontera ruso-ucraniana de fuerzas militares y armamento muy sofisticado a los rebeldes.

Las imágenes dejan ver también a unos 20 mil soldados rusos aparcados en la frontera con Ucrania a la espera de una orden para avanzar sobre ese territorio.

A petición de Kiev, la OTAN se reune hoy en el marco de las amenazas de la Casa Blanca sobre nuevas sanciones y la perplejidad de la UE, indecisa en cuanto a si sería conveniente a sus intereses económicos dar ese paso, junto a Estados Unidos. O quizás nos equivoquemos y lo haga mañana en una prevista cumbre en Bruselas.

Sobre los desmentidos de Moscú por su implicación y participación militar en la rebelión separatista, ni caso. Resulta que es una imitación burda de la postura que sostuvo antes de anexarse Crimea.

Para algunos de los líderes que hoy gobiernan en la ex-zona del socialismo soviético, las sanciones resultarán inútiles a la larga y el boicot de los rusos, que ha afectado la economía de varios de estos países, parece confirmarlo. Otros como Polonia insisten en mantener una línea dura contra Moscú y aumentar las sanciones, así que el debate mañana promete ser caliente.

Un espectador de los acontecimientos mundiales podría sentirse estafado después de que le hayan machacado sin prisas y sin pausas sobre el insuperable encanto de los organismos internacionales en la búsqueda de un acuerdo de paz, mientras miden bien sus pasos para evitar dar uno en falso.

Tenemos que, junto a este conflicto en la misma Europa, otro de proporciones bíblicas tiene lugar en Oriente Próximo, como la imposición en una tercera parte del territorio sirio y zonas importantes de Irak de un califato medieval bajo una fuerza que se hace llamar Estado Islámico (EI).

He leído con estupor como un columnista hablaba de este conflicto e intercalaba, como de pasada, que en una ocasión conoció a un miembro de la etnia kurda de los yazidis, sometidos a un genocidio en Irak por el EI que enrojece la faz de la Tierra.

Lo ha dicho como quien informa de la conversación con un amigo tomando té en una cafetería y ha precisado que es una etnia zoroastrista.

Los yazidíes han sido durante generaciones una etnia de origen kurdo con dialecto propio, que no practica el monteísmo y se mantiene alejada por propia voluntad de otras comunidades, anclada pacíficamente en su pasado. Esto es algo sobre lo que ya se ha investigado y puede darse por seguro porque no fue hasta finales de los 90 del siglo XX que alguien les mencionara. Su existencia, hasta entonces, era ignorada hasta en el mismo Irak.

A partir de esta fecha, investigadores y académicos comenzaron el estudio de este grupo social del que se sabe poquísimo. Espero que el encuentro con un yazidi de este prestigioso periodista, conocedor del Oriente Próximo y las religiones que lo habitan, no sea también otra trola del gremio para estar a la moda de los acontecimientos.

Los kurdos hacen frente en Irak a los islamistas del EI, un grupo sunita con ínfulas de guiar a todos los musulmanes dentro de un califato, que debería extenderse a otras tierras, acuñando los sueños de Mahoma, el profeta del Islam, como el mejor de los mundos posibles.

Este califato tendría como premisas, la destrucción de quienes no piensen igual, como son los musulmanes chiítas; la destrucción de otras religiones; la involución social en un amplio espectro que incluye no dar derecho alguno a las mujeres. Esto por citar solo algunos propósitos declarados.

Algunas potencias occidentales se han planteado la posibilidad de armar a los kurdos y que Estados Unidos mantenga su lluvia de bombas sobre los radicales.

Estados Unidos se muestra de momento reticente en armar de igual manera a los rebeldes sirios, quienes no han sido incapaces de rechazar el empuje del EI por falta de recursos de todo tipo.

En un principio, se les negó la ayuda para evitar que las armas cayeran en manos de los radicales islamistas, pero evitar el regreso de la humanidad a la oscuridad de los tiempos debería ser un propósito que nos moviera en el dicho de ahora o nunca.


El presidente sirio Bashir el Assad ha mostrado su disposición a permitir apoyo aéreo para librarse de las fuerzas del EI, que sí amenazan en toda regla a su régimen. En el camino de su buena voluntad por aceptar la ayuda, se ha olvidado que él mismo propició la entrada en Siria de estas fuerzas desde Irak al principio de la guerra civil en 2011 como muro de contención de los rebeldes.

El protegido se ha ido haciendo fuerte desde entonces y le ha salido respondón, el monstruo ha sacado las uñas y El-Assad parece haber comprendido que resulta demasiado tarde porque está a punto de perderlo todo o quizá era un riesgo calculado que, simplemente, se le fue de las manos.

lunes, 11 de agosto de 2014

El Estado Islámico y los bombardeos norteamericanos contra los seguidores de Mahoma

Fuerzas regulares en Bagdad.






Por Mirta Balea

La política en Oriente Medio del presidente Barack Obama ha probado ser el más efectivo sistema para dar alas a los yihadistas. Todos están atrapados ahora en ese bucle por la inacabada guerra de Iraq y la escasa visión de la Casa Blanca para armar a los rebeldes sirios en la guerra contra Bashir el-Assad. 


La Administración demócrata se ha negado desde el principio a ver lo evidente: que el régimen de el Asad ha venido permitiendo la entrada de los yihadistas como contrapeso a las fuerzas rebeldes y convenció a Washington de que si les proporcionaba armas a estos últimos éstas terminarían del lado de las fuerzas oscuras.

Con lo que no contaba el presidente sirio era que los hijos de Al Qaeda aprovecharían  para sembrar en la frontera entre Iraq y Siria un califato, es decir, un Estado al estilo de los sueños de Mahoma.

El profeta hablaba del dominio para alcanzar la unidad del Islam o umma, de imponer la ley o sharia, y de seguir la guerra contra los infieles, una alusión a quienes no profesan esa religión.

Los iraquíes huyen ante el reinado de terror desatado por el EI o ISIS, según las siglas en inglés, que se traducen como Estado Islámico o Estado Islámico de Iraq y el Leventa, con el genocidio de 500 yazidies tras apoderarse de la ciudad de Sinjar. 

Algunas víctimas, entre las que se cuentan mujeres y niños, han sido enterradas vivas en fosas comunes y ésto ha creado una crisis humanitaria denunciada por las principales entidades de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El EI ha anatemizado a los yazidies como "adoradores del Diablo" y de ahí la saña en la persecución, al igual que la que tiene lugar contra los cristianos, los "infieles" por excelencia.

Los yazidíes son kurdos, sus creencias nacieron en el siglo XII y en Iraq han vivido durante siglos. Son numerosos en otros países de Asia y de Europa y alcanzan el número de 60 millones.

El desconocimiento sobre las creencias de los yazidies trasladó a las mentes de cristianos y musulmanes la idea de que eran adoradores secretos del Diablo. Sus acciones se han medido siempre por el modelo monoteísta del Cristianismo y el Islam por lo que durante siglos no se entendió que organizaran su religión alrededor de diversas fuentes y tradiciones.

No ha sido hasta finales del siglo XX que se ha logrado sistematizar y poner por escrito las creencias de los yazidíes, lo que ha abierto a los investigadores la posibilidad de estudiarlos y poner fin al mito que los ha perseguido secularmente. 

A los yihadistas del EI este conocimiento no les vale para la represalia, que sigue con el avance sobre el norte de Iraq, vaciando numerosas poblaciones de mayoría cristiana y obligando al menos a 120 mil personas a desplazarse desde las localidades de Karadosh (la mayor ciudad cristiana en el país) y Telfik hacia Erbil y Dohuk, en el Kurdistán iraquí autónomo.

Estados Unidos ha comenzado a dejar caer bombas sobre puntos seleccionados contra los yihadistas desde el pasado viernes para proteger a los asesores militares y personal diplomático en Erbil, amenazada por esas fuerzas.

El avance del EI pone en peligro a Iraq y Siria y desestabilizará con el tiempo a vecinos como Jordania y Turquía e inquieta a Arabia Saudita y Catar, que junto a los turcos, no dudaron en apoyarlo cuando estaban del lado de El-Assad.


Hay cosas que se aprenden a lo largo de la vida, conociendo o viviendo estos conflictos. Lo primero, que la violencia puede estar justificada, pero nunca es legítima y lo segundo, que puede destruir el poder, aunque no reemplazarlo.


Incluso si Estados Unidos no alcanza el punto
final en Iraq -como ya ocurrió antes- y decide
abandonar a ese país a su suerte, poniéndolo
en manos de sus propios dirigentes, que han
demostrado ser incapaces de ponerse de
acuerdo para formar un Estado, demostrará
que los clamores de los intrusos era el paripé
para decir que abrían una puerta que de
antemano estaba abierta.


En medio de este pandemonio, el primer
ministro Nuri El-Maliki se ha dedicado a
crear un "area verde" en Bagdad para 
proteger, no a la población, como sería su
obligación, sino a las instituciones oficiales
y a la televisión estatal, que trasmite sus
alocuciones contra el presidente Fuad
Massum (kurdo).



Los yihadistas siguen el reclutamiento



Cubrir Bagdad de hombres armados, persigue
contrarrestar el efecto Massum - que le ha
impedido en dos ocasiones formar gobiern0-
con el respaldo de otros líderes. La mayoría de
políticos iraquíes cree que Maliki no podrá
poner en marcha un acuerdo de unidad
nacional,  que otorgue iguales derechos a la mayoría como a las minorías.


Tampoco lo cree Estados Unidos que ha 
dejado claro su apoyo a Massum, pero el
diferendo ha permitido el avance del EI, 
peligrosamente cerca de la capital kurda y
ocupando desde junio pasado la segunda
ciudad en importancia del país: Mosul.


El Partido Republicano en Estados Unidos ha
estado en contra de que Obama realice
ataques selectivos, brinde ayuda humanitaria
y ceda responsabilidades a los líderes iraquies,
cuya corrupción trasciende fronteras, como
únicas soluciones al problema.



Los republicanos exigen al presidente una
mano dura más fuerte, que se arme a los
rebeldes sirios y a los kurdos iraquíes, los
únicos que de momento hacen frente a los
yihadistas porque el ejército regular
ha echado a correr.


Es cierto que los líderes iraquíes no pueden
frenar solos al EI, sin embargo, resulta
exagerado por parte del senador republicano
John McCain asegurar que las acciones de los
últimos días han sido poco efectivas.


La entrada de dos cazas dejando caer dos bombas con 500libras o 257 kilos de metralla sobre las fuerzas del EI han evitado dos cosas: un nuevo genocidio de los yazidíes y que
tomaran Erbil, la capital de los kurdos.



Los kurdos se llaman así porque sus orígenes
se identifican con la región montañosa del
Kurdistán en el suroeste de Asia. Repartido su
territorio entre Irak, Turquía e Irán, burlado
 el Tratado de Sevres de la II Guerra Mundial,
que les habría dado la independencia, y siendo
la mayor etnia de Oriente Próximo, claman
por una mayor autonomía, en especial en
Turquía, y nadie descarta que en Iraq
pidan la independencia despues de su arrojo en defensa del país. 


Las dificultades del gobierno iraquí para 
formarse, en un área tradicional de pactos
entre diferentes entidades religiosas como
resulta ser el Oriente Medio, frágiles, cierto, pero que les han permitido convivir, es lo que ha abierto el camino al EI para hacerse con una buena parte de la franja fronteriza entre Iraq y Siria, a ambos lados. 


La creación del califato ha sido la implosión 
de una situación que viene gestándose
desde que a el-Assad le diera por dejar
entrar a los yihadistas, que ya habían
empezado a hacer de la suyas en Iraq a
pesar de que no superan en número
a las fuerzas en combate si juntas
lucharan en la misma dirección.


McCain no quiere reconocer los logros
antes mencionados porque conoce del
balbuceo que invade a Obama cuando la
situación se pone seria. Siempre piensa en
hacer lo correcto, políticamente, y se queda
corto de miras.


Hasta donde se estudia en filosofía toda 
acción, a diferencia del comportamiento,
interrumpe lo que de otra manera se hubiera
producido con previsión aceptable.


El senador republicano dijo a la CNN que
la situación iraquí es una amenaza directa a
Estados Unidos. Se refería con toda seguridad
a esas poblaciones que se organizan y buscan
entrar en la escena política internacional para
perseguir sus propios intereses y 
reivindicaciones por lo que el orden 
establecido corre peligro.



El espectro político de EEUU en Oriente
Próximo se ha reducido tanto que casi roza
la irrelevancia, en especial con la llegada de
un presidente moderado como Obama tan
diferente al decidido tejano George Bush.


No creo que bombardear Iraq sea una 
emergencia para Estados Unidos, pero sí que
los norteamericanos tienen un deber moral
para con ese país, que se haya "patas arriba"
tras la invasión del 2003 y la salida temprana
de las tropas sin ofrecer una alternativa
viable a la situación provocada por Washington.



Obama debería ofrecer un apoyo sostenido,
coherente y consistente a quienes intentan
frenar al EI, en especial a los kurdos y a las
tribus suníes moderadas que no tienen en
mente un trasvase de sus jóvenes a las filas
enemigas.





viernes, 1 de agosto de 2014

De Ochoa a Carvajal, los vínculos cubanos con la droga

Ochoa
José Abrantes, ministro del Interior, muerto en
circunstancias extrañas en prisión.

Por Francisco Chaviano González

Resulta extraño que al general Hugo Carvajal lo hayan expuesto fuera de las fronteras venezolanas en un cargo de Cónsul General de Aruba y más aún, que lo hayan enviado sin tener la confirmación que le investía de inmunidad diplomática.

Su detención y extradición eran legales y debió procederse con arreglo a ello. Pero esto abriría la caja de Pandora, poniendo al descubierto los vandalismo mafiosos del extinto presidente Hugo Chávez, del actual, Maduro y de los cubanos Fidel y Raúl Castro con las drogas y el terrorismo, por lo que tenían que impedirlo a toda costa.

El primer narco-estado en Latinoamérica fue la Cuba de Fidel Castro. Sus orígenes son muy anteriores al cartel colombiano de Pablo Escobar. El tráfico de drogas a través de Cuba, con el apoyo de guardacostas cubanos –Operación Viviana– se sostuvo por años, hasta que la DEA logró probar la complicidad de las autoridades de la Isla y Castro, removió a Aldo Santamaría Cuadrado de la jefatura de la Marina de Guerra, salvando así su responsabilidad.
Tan buenos dividendo le estaba dando la droga a Castro, que creo una división en el Ministerio del Interior, el Departamento MX, bajo el mando del Coronel Antonio de la Guardia, que trabajabacon el colombiano Pablo Escobar Gaviria. Por Cuba solo podía pasar la gente de Escobar, la droga del resto de las bandas era confiscada y reinsertada en la citada vía de tráfico.

Según revelaciones de un oficial cubano al Nuevo Herald en 1993, a finales de los años 80 se realizó una operación conjunta entre la DEA, el FBI, la CIA, la Marina y la aviación de Estados Unidos, con el objetivo de secuestrar al general José Abrantes, por entonces ministro del Interior cubano, para juzgarlo por tráfico de drogas.

La operación se llevaría a cabo en el Estrecho de la Florida y participaría un submarino para evacuarlo con seguridad y la aviación para detener a los Mig cubanos que salieran en su defensa.  Fidel Castro tomó drásticas medidas para no verse involucrado: fusiló al coronel Antonio de la Guardia y algunos de sus subordinados y juzgó públicamente por televisión a Abrantes, que moriría después misteriosamente en prisión. Abrantes y La Guardia eran leales colaboradores del régimen,, pero eran peligrosos testigos de sus fechorías y había que sacrificarlos.

El más importante de los altos mandos cubanos sacrificados por el escándalo de la droga traficada por Cuba, fue el general Arnaldo Ochoa. Su participación en la trama es ilógica, traida por los pelos, como si le hubieran puesto allí de pararrayos. Por un tiempo, pareciera que Cuba abandonaba el tráfico de drogas. Pero los Castro no estaban dispuesto a abandonar la mina de oro de la droga, por lo que terminaron trasladándola a los gobiernos bajo su control.

La Nicaragua de Daniel Ortega se convirtió en el puente de la droga hacia Estados Unidos. La Venezuela de Chávez fue el centro del tráfico de la droga colombiana. El mayor general Hugo Carvajal Barios, por entonces jefe de los servicios de inteligencia venezolanos, fue el nuevo encomendero. A su sombra el narcotráfico contó con todo tipo de cobertura y protección incluido el lavado de las jugosas ganancias.

La detención de Hugo Carvajal abriría la caja de Pandora, poniendo al descubierto los vandalismo mafiosos de Chávez, los Castro y sus vínculos con las drogas y el terrorismo. Las presiones y chantajes del presidente Maduro, con el apoyo de Castro y sus lacayos a los que se ha sumado el presidente Santos de Colombia, contra la pequeña Aruba, fueron abrumadoras. Se habla de barcos de guerra en la zona, la amenaza de cortar el suministro de petróleo y la cancelación de varios convenios y contratos, entre otros. Holanda terminó por ceder…

El caso Carvajal es una muestra de la debilidad de la Casa Blanca, que sirve de aliento a la delincuencia internacional. El protagonista de la narco droga venezolana, camina libremente por Caracas, al igual que Castro por Cuba. El síndrome Ochoa cabalga de nuevo.

(Este artículo apareció con anterioridad en Cubanet)

Hamas e Israel acuerdan una tregua que solo duró una hora

Hamas bombardeando a Israel





Por Mirta Balea

Israel ha venido arrastrándose al lado oscuro de la fuerza en el último mes en su empecinada tarea de eliminar el medio centenar de túneles construidos por Hamas para cruzar, a la chita callando, al otro lado de la frontera y atacar en su propio territorio a los judíos.

NO se puede desviar a corner el tema de más de mil civiles palestinos muertos durante la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza so pretexto de responder a los ataques previos de Hamas.

Si creemos moralmente válido condenar actos de agresión gratuitos como los cohetes lanzados por Hamas al centro y sur de Israel antes y durante la ofensiva programada por Tel Aviv;  nos horroriza el secuestro y muerte de tres jóvenes judíos a manos de terroristas o el asesinato de un niño palestino en venganza por colonos judíos, habrá que hacer lo mismo con el despliegue de fuerza de Israel que en 25 días se ha pasado y mucho de la raya.

La tregua concertada para entrar en vigor a partir de hoy durante 72 horas ha fracasado como las dos anteriores y por la misma razón, un ataque de Hamas, comprometido a respetarla en esta ocasión.

Esto descarta que vaya a abrirse en este día la prevista ronda de negociaciones entre las partes en conflicto -por invitación de Egipto- para un cese del fuego duradero.

La Asamblea General de la ONU favoreció el 29 de noviembre del 2012 a Palestina (hablamos de Gaza y Cisjordania) con el estatuto de Estado NO miembro con una abrumadora mayoría de votos.

Tal vez el parlamento mundial pensó que con esto daría un impulso a las negociaciones, que desde hace dos décadas, tienen lugar entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel. El efecto fue contrario, se suspendieron varias veces y hasta ahora no se han vuelto a sentar para alcanzar un consenso.

Palestina renunció a constituirse en el Estado 59 en 1947 por la pataleta del mundo árabe ante la decisión de la ONU de dividir el territorio en dos Estados: uno palestino y otro judío.

Con la excepción, en diversos momentos de esta historia, en los que Egipto y Jordania firmaron tratados para un equilibrio de las relaciones bilaterales, como hizo Turquía en la esfera comercial y militar, la existencia de un territorio judío en pleno corazón árabe sigue suscitando el rechazo de una mayoría de esos países.

La naturaleza selectiva del respaldo "incondicional" de algunos países a los derechos humanos, no puede impedirnos observar la manipulación metafórica del lenguaje por algunos medios o ver más allá de las imágenes controladas y los mensajes verbales marcados por la ambigüedad, cuyo fin ha sido y es ocultar al público la mayor parte de la verdad sobre el polvorín de Oriente Medio.

Debo decir que tengo también la impresión, que al margen estas "verdades" a media, creo que todo este tiempo el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha venido nutriéndose con algo parecido al aforismo de William Blake de que aplicar la misma ley al león y al buey resulta injusto.

Prefiero tomar como referencia la elocuencia de Frei Betto cuando me habló del "tendedero de la información". En resumen, que podemos colgar gran cantidad de piezas informativas, pero no todos seremos capaces de relacionarlas unas con otras. 

Persiguiendo el concepto de autodefensa, Netanyahu y su equipo de crisis no han hecho más que agravar dramáticamente la situación siempre caldeada de la zona. La guerra, suspendida para este día con una temporalidad que solo duró una hora, tiene como elemento principal el interés de Hamas y otros estados musulmanes de hacer desaparecer a Israel.

Esta organización terrorista tiene esta meta como principal objetivo en su plataforma programática. Echar a los judíos al mar, que decían antes los árabes.

La firma hace dos meses de un acuerdo con los palestinos de Al Fatah, la histórica organización del fallecido Yaser Arafat (mayoritaria dentro de la Organización para la Liberación de Palestina) para gobernar de común acuerdo con la ANP iba encaminado a precipitar los acontecimientos de los que somos testigos ahora.

Hamas está apoyada política y financieramente por Catar y Turquía. En territorio catarí vive su lider Jaled Mashel y parte de su estado mayor, muy a salvo de los bombazos israelíes. Esto es desde que salieran pitando de Siria cuando comenzó en 2011 la guerra civil. 

Mashel visitó el pasado año al primer ministro turco Tayip Erdogan y no fue un encuentro social.

A Hamas le ha perjudicado la ilegalización en Egipto de los Hermanos Musulmanes, a los que se siente ligada ideológicamente, así como el cambio de residencia de Siria a Catar porque en el país del presidente Bashir el Asad recibía una subvención mensual de 10 millones de euros para sus gastos.

Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos reniegan de los Hermanos Musulmanes porque en esto las ideologías marcan el trayecto. Los de Hamas y amigos son suníes, en tanto los del Golfo son chiítas, y esta es otra razón para la salida de Mashel y compañía de Damasco, cuyo régimen resulta que es alauí, una rama del chiísmo.

Hamas ha perdido por lo anterior el apoyo político del Iran chiíta, que dota de armas, dinero y hombres a El Assad, y no puede contar tampoco con la solidaridad de la libanesa Hizbulá, otra organización terrorista, cuyos hombres luchan codo a codo con el ejército sirio.

Podemos resumir que entre el inicio de la guerra en Siria, secuela de la llamada primavera árabe, y el nuevo conflicto armado de Hamas con Israel ha tenido lugar un realineamiento importante de fuerzas en Oriente Medio.

La última iniciativa de paz de Estados Unidos envuelta en terciopelo, transportada por la manos del secretario norteamericano de Estado John Kerry resultó criticada duramente por Israel y Arabia Saudita, los dos principales aliados de Washington en la zona.

A ambos estados les ha parecido que mostraba demasiadas similitudes con iniciativas esbozadas antes por Catar y Turquía a favor de Hamas, y resultaba sospechoso que contara también con el apoyo de países de América Latina como Chile, Brasil, Ecuador, El Salvador y Perú, que han retirado ya sus embajadores de Tel Aviv. Venezuela y Cuba no tenían que hacerlo porque no los había.

Israel respondiendo a Hamas.

Los mitos persisten porque nadie los cuestiona, como el de que los árabes son pobres por culpa del resto del mundo y en especial de Israel y Estados Unidos, aunque la primavera árabe puso al descubierto la verdadera naturaleza del problema, derivado de la corrupción y la mala gestión de los regímenes del área.

Los mitos son un retrato simplista de una realidad, por lo general compleja como el tema que ocupa este trabajo, y son anti-realistas porque distorsionan la verdad.

Habría que preguntarse por qué algunos comentarios de prensa destacan los miles de civiles palestinos muertos en contraste con unas pocas decenas de israelíes, la mayoría militares.

Israel advirtió a los moradores palestinos en la frontera del inicio de los ataques para que se pusieran a cubierto. El objetivo eran edificios de las fuerzas terroristas, pero en la guerra siempre hay daños colaterales, de ahí el alerta.

Los de Hamas disponen de armas y otros artefactos bélicos, como los cohetes que disparan contra Israel, en edificios civiles porque para ellos la población es un enorme escudo humano para sus fines. Algo así hizo también el ajusticiado dictador iraquí Saddam Hussein.

La población israelí, en cambio, tiene protección de su gobierno en bunkers y otras construcciones similares y carecen del interés suicida de los musulmanes radicales. A sus líderes, desde siempre, les interesa preservar la vida de su gente y es la razón de que se proveyeran de un escudo anti-misiles, que en las últimas dos semanas ha logrado evitar que los cohetes desde Gaza entraran en territorio judío. 


Hamas, para la que el martirio y la muerte son parte de su razón de ser, había ordenado a la población permanecer en sus casas a la espera de las bombas. Hubo un brote de protesta hace tres días contra la guerra, pero la organización ejecutó a 30 gazeríes, a los que acusó de colaborar con el "enemigo judío". De estos, 20 habrían participado en la manifestación por la paz.

Hamas no solo tiene el poder político en Gaza (ahora haciendo a la ANP cómplice de sus fechorías), sino que controla los medios de producción y abastecimiento, el transporte y las comunicaciones, y aplica la coerción cuando los palestinos protestan.

Israel ha sido y sigue siendo un país sitiado por fuerzas hostiles desde que se estableció como Estado en 1948. Al año de que la ONU tomara la decisión, Líbano, Siria, Transjordania (hoy Jordania) y Egipto invadieron al joven país en la primera guerra con 15 meses de duración. 

Los países árabes lucraron con esa guerra, como también Israel, que se hizo con un 26% más de territorio. Egipto ocupó Gaza, Transjordania obtuvo Cisjordania y Jerusalén Este, refundándose en la actual Jordania, y a los palestinos en esos territorios se les dio el estatuto de refugiados.

La guerra de los siete días en 1967 giró el torno. Israel se hizo con Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este y con la alturas del Golán sirio y la península egipcia del Sinaí, que más tarde devolvió a Egipto.

Uno de los líderes de la Organización para la Liberación de Palestina, Zuheir Mossen, dijo en 1977 que no hay tal "nación palestina", su creación - precisó- solo es un medio a favor de la guerra contra Israel y de la unidad árabe. Era entonces el jefe militar de esta entidad.

Al margen de los intereses en juego a favor o contra Israel, quienes se acercan a la realidad de Oriente Medio lo hacen con guante para evitar contaminarse de cualquier otra idea que no sea la de condenar al estado judío e ignorar las agresiones de los estados árabes, cuando las ha habido, o de Hamas.

¿Cuántos de los intelectuales, artistas, científicos y otras destacadas personalidades han estado a uno y otro lado de la frontera entre Gaza e Israel como testigos directos de incógnito de las actitudes de los soldados israelíes y los civiles palestinos?

No debería extrañarnos que este conflicto siga prolongándose en el tiempo cuando ninguna de las partes se acepta como realidad ineludible en Oriente Medio.

La cuestión no radica, como cree Kerry, en hablar A sino en hablar CON. Y esto es así porque como calificó Walter Lippman a la mayoría silenciosa nadie se apoya en "el rebaño desconcertado".

Cada uno de los que de un modo u otro relata lo que ocurre en este conflicto tiene su propio rol que cumplir y no debe olvidarlo.

Los medios no deben suprimir la información inconveniente y creer que "el rebaño desconcertado" carece de entendimiento para comprender la complejidad de la situación en Oriente Medio.

Las organizaciones humanitarias deben ayudar a las víctimas con todo lo que esté a su alcance y denunciar la guerra como un mal evitable.

La comunidad internacional aplicarse en lo que dio origen a la ONU: limitar los excesos de una y otra parte y que ninguna tenga derecho a elegir los métodos para alcanzar sus objetivos, sean para agredir o para defenderse.

En Gaza, la función ejecutiva la tiene Hamas, no la ANP; en Israel, es Netanyahu y su gobierno. Tanto unos y otros examinan, planean y establecen lo que es el "interés común". Pero ¿quién fija ese interés? ¿Quién tiene en sus manos la verdad absoluta para hacerlo?

jueves, 3 de julio de 2014

Israel llora la muerte de los adolescentes asesinados por Hamas





Por Mirta Balea

Hay quienes tienen la seguridad de que nada nuevo sucederá sino lo que esté ya allí, esto en palabras de Hegel. Nada sucederá que no sean los resultados de lo que conocemos. Para los tres adolescentes judíos, asesinados por el grupo terrorista Hamas, la sorpresa y lo injustificado del ataque parecen contradecir esta creencia.

La refutación de una tal teoría, tan especulativa como confortable, ha sido siempre una tarea ardua, dolorosa y luctuosa porque no hay poder más grande que el que emana del cañón de un arma o la amenaza concluida.

Oriente Medio convive con los enfrentamientos y los conflictos y debería sacar conclusiones de ésto, pero nada indica que se vaya a consagrar la paz ni que se alcance en un futuro cercano el entendimiento.

El brutal asesinato de Naftali Fraenkel y Gel-Ad Shaer (ambos de 16 años) y de Ejal Ifrah, de 19, ha sido seguido con profundo dolor desde el secuestro el pasado día 12 hasta el momento en que fueron encontrados sus cuerpos. La sociedad judía pide justicia y ahora el gobierno se ha propuesto conseguirla con tres objetivos fijados para las fuerzas de defensa por el Consejo de Seguridad, dependiente del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Hallar a los asesinos y cómplices del secuestro, golpear a Hamas en sus infraestructuras en Judea y Samaria y actuar contra sus instalaciones en la franja de Gaza resultan ser tales objetivos.

Las cosas se han complicado en Jerusalén tras el sepelio de los jóvenes con el alevoso asesinato de un adolescente árabe, Mohamed Abu Jadair, al parecer a manos de israelíes incontrolados que quemaron su cuerpo. 

Todos están convencidos que ha sido un acto insano de venganza y hasta la madre de Fraenkel ha calificado el hecho de horripilante. El propio presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abu Abas, ha alzado su dedo acusador sin pestañear para acusar a colonos judíos como los autores.

Las fuerzas de seguridad buscan al unísono a los principales sospechosos del secuestro y asesinato de los tres chicos israelíes y a los autores de la muerte de Jadair, en el escenario de la ciudad de Hebrón y sus inmediaciones, en Cisjordania.

Los israelíes creen que los culpables de la muerte del joven palestino pagarán por su crimen en los tribunales, sobre todo tras el pronunciamiento de Netanyahu, quien recordó que Israel es un Estado democrático y nadie puede tomarse la justicia por su mano.

Los asesinos de Hamas fueron identificados como Amer Abu Aysha y Marwan Kawasne, reconocidos por testigos como los que viajaban en el coche en el que fueron secuestrados los adolescentes judíos.

Sus casas han sido destruídas hasta los cimientos por los uniformados, privando a los familiares de los sospechosos de un techo bajo el cual vivir. El padre de uno de ellos se halla detenido por complicidad en los hechos.

Las fuerzas de defensa de Israel han arrestado a 429 palestinos desde el inicio del rastreo de los asesinos y sus cómplices. De este número, 57 formaron parte del grupo de liberados en 2011 tras el regreso del soldado secuestrado también por Hamas Gilad Shalid.

En respuesta a los continuados ataques contra territorio israelí desde Gaza, se han bombardeado al menos 34 instalaciones en ese enclave desde el pasado martes. Desde la franja, sobre el sur de Israel, según el Ejército, se han lanzado 20 cohetes y se ha llamado a vengar al palestino muerto.

Netanyahu pronunció una frase lapidaria durante los funerales: No importa dónde se escondan, llegaremos a todos los responsables aunque lleve tiempo, al referirse a los asesinos de los judíos.

Hamas gobierna en Gaza a espaldas de la ANP desde 2007, después que venciera en la llamada guerra civil palestina.

Actuar contra objetivos de Hamas en partes de Cisjordania y Gaza forma parte de la estrategia elaborada por el Consejo de Seguridad israelí en busca de impedir a los terroristas cometer nuevos atentados. 

En respuesta, Mushir al Masri, parlamentario de Hamas, en Gaza, ha anunciado nuevos secuestros y asesinatos, así que Netanyahu ha vuelto a reiterar que "Hamas es responsable, Hamas paga y Hamas seguirá pagando".

Un centenar de personas decidieron en Madrid mostrar su apoyo a Israel frente a su embajada hace dos días. Condenaron las acciones terroristas y ofrecieron su solidaridad a los familiares de las víctimas.

Hamas había secuestrado antes a colonos en Cisjordania en más de 50 ocasiones en los últimos dos años, lo que, junto con los cohetes y morteros lanzados contra territorio israelí, han contribuido a aumentar la tensión y bloquear las negociaciones de paz con la ANP, que ahora se ve abocada a dar un giro a su política si no quiere que la vinculen directamente con los planes de exterminio de los judíos, contenidos en la Carta fundacional de la organización terrorista.

Un pacto entre Hamas y Fatah, la más importante organización palestina dentro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigida por Abas, fue suscrito el pasado abril en nombre de la unidad palestina. Esto resultó ser el cierre de la nueva etapa de conversaciones con Israel, promovidas por Estados Unidos.

Netanyahu hizo saber al secretario norteamericano de estado John Kerry que la reconciliación de Fatah y Hamas muestra que cuando los palestinos se acercan a la hora de tomar decisiones salen corriendo.

 "Quien firma la paz con Hamas no está interesado en la paz con Israel", observó el primer ministro.

Abas respondió que no existe incompatibilidad entre la reconciliación palestina y las conversaciones con Israel porque la ANP-señaló- está comprometida a crear las bases para la solución de dos estados, según las resoluciones internacionales.

Algo había ocurrido un día antes de la firma del acuerdo de los dos bandos palestinos. Abas había amenazado con disolver las fuerzas de seguridad en la Margen Occidental del río Jordan o Cisjordania si fallaban de nuevo las negociaciones.

El movimiento daría al traste con los acuerdos de Oslo, suscritos en 1993 entre Israel y la OLP y por el que se creó la ANP. Al propio tiempo los gobernantes en Ramallah anunciaran que eran un gobierno bajo ocupación.

El primer ministro de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, había advertido tras el acuerdo con Fatah que serían reconsideradas las conversaciones con Israel "porque no sirven al interés palestino".

Fatah había firmado antes un acuerdo de reconciliación con Hamas, en El Cairo, en 2011, para poner fin a la división política entre Gaza y Cisjordania, gobernada por la ANP. Pero todo quedó en una firma. Con el nuevo convenio, las cosas han girado de modo que puedan tener voz en el gobierno en Ramallah.

El embajador israelí en Madrid, Alon Bar, ha dicho que las medidas acordadas por el gobierno de Netanyahu persiguen también evitar que las familias de los terroristas reciban ayuda económica de la ANP, dinero que proviene de la financiación obtenida de países europeos.

Bar señaló que Fatah debe romper con Hamas para que pueda reanudarse el diálogo de paz. Hasta el momento, lo que se ha visto en el desarrollo durante meses de los contactos entre la ANP e Israel es que ninguna de las partes desea ceder en sus posiciones.

lunes, 23 de junio de 2014

El caos iraquí apunta a un desenlace sin retorno que eclipsa cualquier mediación en la guerra







Por Mirta Balea

La organización Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS, en sus siglas en inglés) está cada vez más cerca de su objetivo. crear un califato suní que se extienda también a Siria. Su avance rápido hacia Bagdad ha puesto en máxima alerta a las autoridades iraquíes de mayoría chií.

El secretario de Estado norteamericano John Kerry llegó a la capital iraquí para instar al gobierno de Nuri al-Maliki a que conforme un gobierno en el que tengan voz las minorías sunita y kurda antes de que la rebelión yihadista llegue a un punto de no retorno.

La Casa Blanca ha instado a Maliki, a quien ha apadrinado en estos años, a frenar la violencia insurgente de tintes marcadamente sectarios y que no solo amenaza a Irak sino a todo Oriente Medio, donde los afectos y desafectos se dirimen entre las dos grandes ramas del islam: sunitas y chiitas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, constató el "riesgo real" de "una mayor violencia sectaria a escala masiva en Irak y más allá de sus fronteras". Una regionalización del conflicto estaría traída de la mano por Irán, de un lado, y Arabia Saudita y otros estados del Golfo, por otro.

El régimen iraní ha enviado ya 500 efectivos de la Guardia Revolucionaria, sobradamente preparada en temas de insurgencia, para luchar junto a las Fuerzas de Seguridad del Gobierno de Bagdad, aunque el presidente Hasan Rohani lo ha negado.

La llegada de Kerry coincidió con la captura de dos puestos fronterizos por milicianos suníes, uno en el límite con Jordania, y el otro con Siria. Las victorias militares del ISIS en el norte y oriente de Irak han encontrado el camino despejado por la huída de las tropas regulares, temerosas de enfrentarse a una milicia tan motivada.

Estas victorias han garantizado de manera real a los combatientes suníes un ilimitado control sobre una parte importante de la frontera entre Irak y Siria. El ISIS persigue borrar los límites establecidos entre ambos países por las potencias coloniales (Francia y Gran Bretaña) y avanzar en el establecimiento del pretendido estado panislámico, que pretende reeditar el califato del siglo VII.

Solo hay que contactar con su "hahstag" en Twitter para entender lo anterior. El ISIS hace referencia al acuerdo Sykes-Picot, de 1916, en la Primera Guerra Mundial, para repartirse el Imperio Otomano. Las actuales fronteras de Irak fueron trazadas para beneficiar a los británicos.

El tratado dividía la zona en una francesa y otra británica, otra parte con influencia francesa y/o británica, y una zona internacional en Jerusalen, El Cairo y Suez. 

Que estas últimas victorias de las fuerzas suníes les garantice un corredor para dar un salto -hasta el momento improbable- a los territorios jordano y saudita ha puesto las pilas a los norteamericanos, observadores alarmados de estos acontecimientos.

A pesar de todos estos anuncios, la balanza se inclina a uno y otro lado del escenario, según quien informe. Los combatientes suníes aseguran haber matado a mil 700 soldados iraquíes y el Ejército dice haber avanzado en repeler a los insurgentes de la ciudad de Baquba, a 60 kilometros al noreste de Bagdad.

Resulta cierta la denuncia del gobierno de que ISIS es una rama del movimiento terrorista Al Qaeda, aunque todas las informaciones disponibles desde hace algún tiempo indican que se ha independizado en lo militar y político de la organización, lo que en modo alguno quiere decir que ambas partes se hayan dado el meñique o se desentienda una de la otra.

Los yihadistas del ISIS han amasado en apenas cuatro años unos 2.000 millones de dólares de manera ilegal. Este es un aspecto de la lucha de los islamistas radicales poco conocida y que copia la forma de financiarse de Al Qaeda.

Hace unas semanas fueron incautados 100 pendrives con las finanzas y estados de cuentas del ISIS, que habían pasado inadvertidas porque se usa solo efectivo para bordear la legislación antiterrorista vigente en muchas zonas occidentales en los bancos y que, sin proponérselo, le ha abierto nuevas vías de financiación.

Expertos economistas han escrito sobre la acción del lider del ISIS, Abubaker al Bagdadi, que ha vinculado a su organización a la economía de guerra en Siria, lo que le ha permitido conquistar territorios estratégicos en la frontera común, apoderándose de pozos petrolíferos sirios y revendiendo el crudo a un alto precio.

Puede decirse también, que esta expansión yihadista es una consecuencia directa del conflicto en Siria, al que las potencias occidentales no han podido o no han querido poner fin.

La tosudez de al Maliki en no permitir la entrada de suníes y kurdos a su gobierno, que son las otras minorías repartidas en casi un 40 por ciento del país, ha hecho que tomen las armas voluntarios suníes contrarios a su política, según han señalado fuentes oficiosas.

Maliki ha denunciado a Arabia Saudita por exportar el terrorismo a Irak, pero lo cierto es que su aliado de Teherán ha ayudado también a la inestabilidad que se viene respirando hace algunos años.

El control sobre el puesto fronterizo de Al Qaem, en la provincia de Anbar, al oeste de la capital iraquí, estuvo a cargo de rebeldes que combaten en Siria y cruzaron la frontera la pasada semana para hacerse con vehículos y equipo militar, en su mayoría de fabricación norteamericana.

En la guerra siria, Irán ha puesto también su "granito de arena" proveyendo al régimen de combatientes, armas y dinero para sostener en el poder a Bashir el Asad.

La situación está comenzando a afectar a la producción de petróleo, en especial en la provincia de Salahedin, donde el ISIS ha ganado posiciones y ha obligado a cerrar temporalmente la refinería de Beiji, la más importante de Irak. 


Esto pone en riesgo el suministro de crudo, a pesar de que otras dos centrales, una en Bagdad y la otra en el sur, siguen operativas.

Esta guerra,  si apelamos al lenguaje del béisbol, era una "bola cantada". A estas alturas, sin la cooperación de Estados Unidos e Irán será imposible frenar la embestida de los suníes insurgentes. Una posibilidad real si ambos países no entienden que el ISIS es una clara amenaza a sus intereses estratégicos en la zona.

Cuando en 2003, Estados Unidos se retiró de Irak, dejó unas instituciones débiles, apenas capaces de sustentar un estado y se decantó por propiciar el ascenso de elementos chiíes, la rama musulmana que profesa el 60% de la población, lo que condujo a una política sectaria en cuanto a compartir el poder, en un territorio que no puede permitirse ignorar a los suníes y a los kurdos.

Los kurdos no lucharan junto a las fuerzas regulares porque la guerra les da la oportunidad de mostrar su liderazgo en la región y reafirmarse en lo político frente a un estado iraquí débil, al que podrían exigir la independencia. Son una etnia que ha estado "machacada" desde la época del régimen de Saddam Hussein y sigue estándolo.

Al Maliki lucha con denuedo por mantenerse en el poder, pero para todos, incluso para Estados Unidos, que lo ha apoyado hasta ahora, es el principal culpable de esta guerra. El primer ministro no ha sido siquiera capaz de agrupar a los militares para su causa. La respuesta contundente de las fuerzas armadas está aún por llegar, según algunos observadores políticos. 

Kerry podría pedirle que cediera a las peticiones de compartir el poder y se fuera, dejando paso a otro gobierno, esta vez de consenso nacional, pero si se mantiene tozudo como hasta ahora seguirá dando al ISIS una justificación para poco a poco hacerse con una parte importante del territorio de Irak y avanzar en el futuro, allende las fronteras, cuando consolide sus posiciones actuales.

En la conferencia realizada en Viena, el pasado día 17, en la que participaron Estados Unidos, Francia, Rusia, Alemania, Reino Unido y China, junto a Iran, el ministro de exteriores iraní Mohamed Javad Zarif abordó con su contrapartida estadounidense la situación en Irak.

Lo único que se antepone entre una eventual y específica colaboración entre Washington y Teheran para abortar la crisis que se avecina es la falta de acuerdos sobre la transparencia del programa nuclear iraní, que era el punto esencial del encuentro de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, con representantes de Teherán.

Todo indica que las reuniones seguirán de manera intermitente con vista a lograr un acuerdo para el próximo 20 de julio, así que se se vaticina que habrá más charlas sobre el tema iraquí.

Otra cuestión son los años de suspicacia entre Estados Unidos e Irán, que les impiden, de momento, limar asperezas. En lo que concierne a Oriente Medio -sin prescindir del gran aliado de Washington en la zona, léase, Arabia Saudita- ambas partes deberían entender que sus intereses estratégicos están en peligro.

Arabia Saudita se ha decantado, como otros estados del Golfo, por los insurgentes suníes, para mermar la fuerza de Irán en la zona, y lo ha hecho no solo de palabra, así que la mediación, iniciada por Kerry en la zona, al visitar no solo Irak, sino Egipto y Jordania promete ser muy larga.                                                                                                                                                                



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jueves, 19 de junio de 2014

Felipe VI, nuevo Rey de España





Mirta Balea

Felipe de Borbón y de Grecia ha sido proclamado hoy Rey de España bajo el nombre de Felipe VI y en su primer discurso ante el Congreso de los Diputados -donde tuvo lugar el acto- se ha promovido como defensor de un país unido en su diversidad, en el que caben todos y todas las formas de sentirse español, porque "los sentimientos no deben nunca enfrentar o dividir sino respetar y convivir".

Al verse a sí mismo como el primer Rey de la Constitución (1978), ha declarado también su fé en "la unidad de España" y  ha advertido que no se trata de uniformidad, sino de la suma de una "diversidad que nace de su historia y que debe fortalecer".

Esta parte del discurso, en el que reconoció la relevancia de las diversas lenguas que se hablan en España, tiene suma importancia en momentos en que las fuerzas separatistas han encontrado resquicios para sus reivindicaciones.

En la proclamación del monarca, se hallaban presentes el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, quien amenaza al gobierno con un referendo de independencia anticonstitunal para el próximo noviembre, e Iñigo Urkullo, el lendakari (presidente) del País Vasco. 

Mientras los presentes aplaudían el discurso conciliador de Felipe VI, Mas y Urkullo no batieron palmas. Este último tampoco acompañó al nuevo monarca a la puerta del Congreso de los Diputados para ver su salida hacia las calles madrileñas. 

Miles de personas dieron vivas al nuevo monarca, que viajaba en un coche abierto, en el que iba también su esposa Letizia. A unos pocos metros del hemiciclo de los diputados, unos cientos de otros españoles realizaban su concentración paralela en favor de un régimen Republicano que se disolvió a los pocos minutos.

La abdicación de Juan Carlos I hace poco más de dos semanas ha hecho posible que el antes Príncipe de Asturias asumiera la jefatura del Estado español, en un acto caracterizado por la sobriedad.

España difiere de otras monarquías europeas en que no hay coronación, sino proclamación, una costumbre venida de los tiempos de Isabel y Fernando, los reyes católicos, que posibilitaron a Cristóbal Colón el viaje que descubrió el Nuevo Mundo.

Fernando era rey de Aragón e Isabel era reina de Castilla, por lo que la proclamación resultó una forma inteligente de dar solución al hecho de que había dos reyes consagrados.

La monarquía española atraviesa uno de los momentos más bajos en la aceptación popular de la Corona - que antes destacaba por su prestigio- debido a varios elementos, entre los que habría que apuntar los siguientes, aunque no sean los únicos.

Una cacería del Rey en Botswana en medio de la peor crisis económica y política por la que atraviesa el país, y que, al darse a conocer al público por un medio de prensa, le obligó a decir "he cometido un error, pido perdón" a la sociedad.

Fue publicada también una foto de una mujer joven, dicen que de nombre Corina, a la que calificaron de amante del rey Juan Carlos I y que le acompañaba a la mayoría de las celebraciones a las que asistía, aunque de forma discreta.

El otro elemento importante habrían sido los escándalos de corrupción que han salpicado a su hija Cristina y a su yerno Iñaki Urdangarín, quienes viven en Suiza por esta razón. Ambos están pendientes de juicio, porque, aunque la Fiscalía ha exonerado a la Infanta de cometer tales faltas, el juez no lo tiene claro.

Como consecuencia directa de la abdicación de Juan Carlos I, si Cristina se sentara en el futuro en el banquillo de los acusados no lo haría ya como Infanta de España, algo útil para ese lavado de cara que se persigue en cuanto a la monarquía.

A la proclamación asistió la otra descendiente de Juan Carlos, Elena, acompañando a su madre Sofía de Grecia, cuya corona pasa ahora a Letizia. 

Las hermanas del nuevo Rey dejan de ser Infantas, que es como se llama en España a las princesas, una función que pasa ahora a las pequeñas hijas de Felipe VI, Leonor y Sofía, la primera con el agregado de Princesa de Asturias y primera en la línea de sucesión.

La abdicación del rey, que según declararon a la prensa fuentes de la Casa Real, se estuvo madurando durante meses, y la ausencia anunciada de Juan Carlos en el acto de proclamación se debió a que no deseaba restar protagonismo a su hijo.

Algunas fuentes oficiosas dicen que el rey saliente fue objeto de innumerables presiones en todos estos meses para favorecer que con su abdicación abriera el camino a la limpieza de imagen de la Corona y se mantenga la monarquía en España.

La que sí tuvo un momento de aprecio y consideración de los congregados en el hemiciclo, con aplausos y vivas, fue Sofia de Grecia, la reina saliente y al parecer un elemento clave en la abdicación de su esposo.

No resulta fortuito que el nuevo monarca tuviera unas palabras de agradecimiento hacia sus padres, colocando a su madre en el primer punto de su agasajo.

Al parecer Juan Carlos I se sentía bien en su papel de Rey y para nada deseaba abdicar, a pesar incluso de los conocidos problemas de salud que lo aquejan desde hace varios años y le han obligado a someterse al menos a siete operaciones traumatológicas. Si lo ha hecho -dicen algunos entendidos- ha sido a instancias de Sofía y otros.

Esta mujer, que se caracteriza por una discreción tremenda, que parece más un hada madrina bondadosa que la reina mala del cuento, forma parte del muy elitista y poco mencionado Club Blindenberg, considerado por los teóricos de la conspiración como el poder silencioso que maneja los destinos del mundo.

Puede que no sea el caso, pero más vale no poner la mano en el asador.

Al gobierno del presidente Mariano Rajoy, que se ha entendido tan bien con el rey saliente, los comentaristas le auguran pesares con Felipe.

Si queremos saber hasta donde puede esto ser de conocimiento del jefe del Ejecutivo español podemos tomar como ejemplo la sesión de aprobación de la ley de abdicación por el Senado o Cámara Alta.

Rajoy defendió la norma hace una semana en su presentación en el Congreso o Cámara Baja con un mero discurso de Estado, pero no fue este el caso en el Senado. Allí nadie del Ejecutivo presentó la ley.


Todos los grupos senatoriales afearon al Gobierno en sus respectivos discursos por no presentar la ley en la Cámara Alta, porque suponía para estos un desprecio. Presentes en el banquillo del Partido Popular se hallaban solo cuatro ministros.

Felipe VI habló de que la monarquía ha de estar abierta a la sociedad, ser intérprete de las aspiraciones ciudadanas, buscar la cercanía con el pueblo y ganarse su respeto y confianza.

Los ciudadanos- dijo- demandan con toda razón que la ejemplaridad inspire la vida pública. En esta frase muchos creyeron ver no solo un reproche a los hasta ahora miembros de la Casa Real, sino hacia a los dos principales partidos políticos del país, el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, que se alternan en la gobernanza del país.

Ambas organizaciones, que juntas han acaparado en democracia hasta el 80% de los votos, son ejes por igual de escándalos de corrupción, malversación y cohecho.

El rey de España no ha dudado en rendir homenaje a las víctimas del terrorismo e incluso ha lanzado al gobierno un velado mensaje cuyo contenido resultaba obvio: no se puede seguir estrangulando a los que menos tienen.

"Tenemos la obligación -dijo- de transmitir un mensaje de esperanza".

Dado que la monarquía es un hecho simbólico en el país y el verdadero poder reside en el Ejecutivo y el Parlamento, Felipe VI se ofreció para ayudar, colaborar, asesorar y hacer todo cuanto sea posible en lo adelante para que España avance.