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jueves, 3 de julio de 2014

Israel llora la muerte de los adolescentes asesinados por Hamas





Por Mirta Balea

Hay quienes tienen la seguridad de que nada nuevo sucederá sino lo que esté ya allí, esto en palabras de Hegel. Nada sucederá que no sean los resultados de lo que conocemos. Para los tres adolescentes judíos, asesinados por el grupo terrorista Hamas, la sorpresa y lo injustificado del ataque parecen contradecir esta creencia.

La refutación de una tal teoría, tan especulativa como confortable, ha sido siempre una tarea ardua, dolorosa y luctuosa porque no hay poder más grande que el que emana del cañón de un arma o la amenaza concluida.

Oriente Medio convive con los enfrentamientos y los conflictos y debería sacar conclusiones de ésto, pero nada indica que se vaya a consagrar la paz ni que se alcance en un futuro cercano el entendimiento.

El brutal asesinato de Naftali Fraenkel y Gel-Ad Shaer (ambos de 16 años) y de Ejal Ifrah, de 19, ha sido seguido con profundo dolor desde el secuestro el pasado día 12 hasta el momento en que fueron encontrados sus cuerpos. La sociedad judía pide justicia y ahora el gobierno se ha propuesto conseguirla con tres objetivos fijados para las fuerzas de defensa por el Consejo de Seguridad, dependiente del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Hallar a los asesinos y cómplices del secuestro, golpear a Hamas en sus infraestructuras en Judea y Samaria y actuar contra sus instalaciones en la franja de Gaza resultan ser tales objetivos.

Las cosas se han complicado en Jerusalén tras el sepelio de los jóvenes con el alevoso asesinato de un adolescente árabe, Mohamed Abu Jadair, al parecer a manos de israelíes incontrolados que quemaron su cuerpo. 

Todos están convencidos que ha sido un acto insano de venganza y hasta la madre de Fraenkel ha calificado el hecho de horripilante. El propio presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abu Abas, ha alzado su dedo acusador sin pestañear para acusar a colonos judíos como los autores.

Las fuerzas de seguridad buscan al unísono a los principales sospechosos del secuestro y asesinato de los tres chicos israelíes y a los autores de la muerte de Jadair, en el escenario de la ciudad de Hebrón y sus inmediaciones, en Cisjordania.

Los israelíes creen que los culpables de la muerte del joven palestino pagarán por su crimen en los tribunales, sobre todo tras el pronunciamiento de Netanyahu, quien recordó que Israel es un Estado democrático y nadie puede tomarse la justicia por su mano.

Los asesinos de Hamas fueron identificados como Amer Abu Aysha y Marwan Kawasne, reconocidos por testigos como los que viajaban en el coche en el que fueron secuestrados los adolescentes judíos.

Sus casas han sido destruídas hasta los cimientos por los uniformados, privando a los familiares de los sospechosos de un techo bajo el cual vivir. El padre de uno de ellos se halla detenido por complicidad en los hechos.

Las fuerzas de defensa de Israel han arrestado a 429 palestinos desde el inicio del rastreo de los asesinos y sus cómplices. De este número, 57 formaron parte del grupo de liberados en 2011 tras el regreso del soldado secuestrado también por Hamas Gilad Shalid.

En respuesta a los continuados ataques contra territorio israelí desde Gaza, se han bombardeado al menos 34 instalaciones en ese enclave desde el pasado martes. Desde la franja, sobre el sur de Israel, según el Ejército, se han lanzado 20 cohetes y se ha llamado a vengar al palestino muerto.

Netanyahu pronunció una frase lapidaria durante los funerales: No importa dónde se escondan, llegaremos a todos los responsables aunque lleve tiempo, al referirse a los asesinos de los judíos.

Hamas gobierna en Gaza a espaldas de la ANP desde 2007, después que venciera en la llamada guerra civil palestina.

Actuar contra objetivos de Hamas en partes de Cisjordania y Gaza forma parte de la estrategia elaborada por el Consejo de Seguridad israelí en busca de impedir a los terroristas cometer nuevos atentados. 

En respuesta, Mushir al Masri, parlamentario de Hamas, en Gaza, ha anunciado nuevos secuestros y asesinatos, así que Netanyahu ha vuelto a reiterar que "Hamas es responsable, Hamas paga y Hamas seguirá pagando".

Un centenar de personas decidieron en Madrid mostrar su apoyo a Israel frente a su embajada hace dos días. Condenaron las acciones terroristas y ofrecieron su solidaridad a los familiares de las víctimas.

Hamas había secuestrado antes a colonos en Cisjordania en más de 50 ocasiones en los últimos dos años, lo que, junto con los cohetes y morteros lanzados contra territorio israelí, han contribuido a aumentar la tensión y bloquear las negociaciones de paz con la ANP, que ahora se ve abocada a dar un giro a su política si no quiere que la vinculen directamente con los planes de exterminio de los judíos, contenidos en la Carta fundacional de la organización terrorista.

Un pacto entre Hamas y Fatah, la más importante organización palestina dentro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigida por Abas, fue suscrito el pasado abril en nombre de la unidad palestina. Esto resultó ser el cierre de la nueva etapa de conversaciones con Israel, promovidas por Estados Unidos.

Netanyahu hizo saber al secretario norteamericano de estado John Kerry que la reconciliación de Fatah y Hamas muestra que cuando los palestinos se acercan a la hora de tomar decisiones salen corriendo.

 "Quien firma la paz con Hamas no está interesado en la paz con Israel", observó el primer ministro.

Abas respondió que no existe incompatibilidad entre la reconciliación palestina y las conversaciones con Israel porque la ANP-señaló- está comprometida a crear las bases para la solución de dos estados, según las resoluciones internacionales.

Algo había ocurrido un día antes de la firma del acuerdo de los dos bandos palestinos. Abas había amenazado con disolver las fuerzas de seguridad en la Margen Occidental del río Jordan o Cisjordania si fallaban de nuevo las negociaciones.

El movimiento daría al traste con los acuerdos de Oslo, suscritos en 1993 entre Israel y la OLP y por el que se creó la ANP. Al propio tiempo los gobernantes en Ramallah anunciaran que eran un gobierno bajo ocupación.

El primer ministro de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, había advertido tras el acuerdo con Fatah que serían reconsideradas las conversaciones con Israel "porque no sirven al interés palestino".

Fatah había firmado antes un acuerdo de reconciliación con Hamas, en El Cairo, en 2011, para poner fin a la división política entre Gaza y Cisjordania, gobernada por la ANP. Pero todo quedó en una firma. Con el nuevo convenio, las cosas han girado de modo que puedan tener voz en el gobierno en Ramallah.

El embajador israelí en Madrid, Alon Bar, ha dicho que las medidas acordadas por el gobierno de Netanyahu persiguen también evitar que las familias de los terroristas reciban ayuda económica de la ANP, dinero que proviene de la financiación obtenida de países europeos.

Bar señaló que Fatah debe romper con Hamas para que pueda reanudarse el diálogo de paz. Hasta el momento, lo que se ha visto en el desarrollo durante meses de los contactos entre la ANP e Israel es que ninguna de las partes desea ceder en sus posiciones.