Datos personales

miércoles, 19 de marzo de 2014

Las tensiones en Crimea se incrementan con la anexión a Rusia



Por Mirta Balea

El discurso del presidente Vladimir Putin para la firma del decreto de anexión de Crimea a la Federación Rusa ha sido desafiante, tanto que apenas se puede creer que fuese tan claro en sus planteamientos.

No ha vacilado ni un instante, no le ha temblado la mano al estampar su rúbrica en el documento anexionista porque para él la recuperación de Crimea "ha sido la reparación de un error histórico".

Si alguien quiere escuchar completa la endecha del presidente puede enlazar con https://www.youtube.com/watch?v=-6GHw-Kz6hg

El error histórico aludido fue el de Nikita Kruschov, cuando era el mandamás en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y regaló Crimea a Ucrania en 1954.

Putin ha llegado al punto de calificar de "cinismo" la posición de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sobre Crimea al comparar la situación con la que dio origen a que Kosovo, antigua región de la República Yugoslava, decidiera proclamarse independiente unilateralmente de Serbia y fuese reconocido como nuevo estado por Occidente.

Hay diferencias entre Crimea y Kosovo. Los rusos en la península frente al Mar Negro nunca han estado amenazados, como esgrimió Putin para lanzarse a invadir el territorio con sus soldados y blindados y empezara in situ su labor de zapa con los grupos pro rusos para la realización del referendo que brindaría justificación a Moscú para la anexión.

Kosovo era un territorio en guerra, que había pasado por una limpieza étnica de parte de Serbia, ordenada por su presidente Slobodan Miloséwic, quien fue llevado en 2001 ante el Tribunal Internacional de Justicia, en La Haya, tras una entrega pactada con Belgrado, y se "suicidó" en 2006 en su propia celda antes de finalizar el juicio.

La premura con la que ha sido firmado el tratado de anexión, apenas transcurridas 48 del plebiscito por el que una abrumadora mayoría de crimeos decidió declararse independiente y pedir el regreso a Rusia, ha tenido por objetivo darle trascendencia y legitimidad a la decisión calificada de ilegal y de violación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania por la comunidad internacional.

Ninguna fanfarria en Moscú. El acto transcurrió sobriamente, eso sí, en el salón San Jorge del Kremlin, reservado solo para ocasiones muy especiales.

Ni las sanciones en curso contra personalidades del régimen y sus acólitos en Crimea, impuestas por Washington y Bruselas, pueden solapar el giro que ha dado el mundo hacia una reedición de la guerra fría, que se daba por amortizada.

"Crimea es sagrada para los rusos, parte inalienable de nuestro territorio", señaló Putin de forma rotunda, sin una sonrisa de satisfacción, sin un gesto de prepotencia, solo se podía ver un reflejo de socarronería en sus ojos azules por el jaque/mate dado a Occidente cuando la cámara se acercaba a su rostro.

"Nosotros no queremos dividir Ucrania. No solo somos vecinos, somos el mismo pueblo". Cito esta frase por si alguien tenía dudas de que se está ante el preludio de una política expansionista de corrimiento de fronteras para intentar, si no de buen grado, a la fuerza, integrar a los vecinos a la Federación Rusa y resucitar el finiquitado imperio.

Crimea es un territorio estratégico-puntualizó ante las barbas de Washington y Bruselas- que debe estar bajo una soberanía sólida y, esa soberanía, únicamente, puede ejercerla Rusia.

Según avanzaba el discurso, sus palabras mostraban lo que desde hace mucho tiempo se ha visto venir: que estamos al principio de grandes cambios en esa parte del mundo. Para apoyarlas hizo su particular valoración de la historia.

"La integración se decidió en la época de Kruschov, en la que nadie concebía la separación de Ucrania y Rusia, que ocurrió con la caída de la URSS. Crimea se vio de repente parte de otro país y Rusia entendió que la habían saqueado, pero las circunstancias eran difíciles y no pudo hacer nada, simplemente bajó la cabeza". Más claro ni el agua, para los que aún tengan esperanzas en las vías diplomáticas.

Esta manera de Putin de pontificar sobre las crisis de Ucrania y la anexión de Crimea son el eco de la guerra fría que vuelve, sin que le importen el aislamiento internacional a que quiere someterlo Occidente ni las sanciones actuales o venideras.


Soldados dejando las bases de ucranianas

Uno de los ayudantes del presidente ruso comentó con petulancia que lo único que le interesa de Estados Unidos son Shakur, Ginsberg y Pollock y "no necesita de una visa para acercarse a ellos". Y ahora les hablo de los personajes para que se hagan una idea de por qué le resultan interesantes.

Assata Shakur fue en los años 60 del pasado siglo miembro de los Pantera Negra y más tarde del Ejercito de Liberación Negra. Participó en un tiroteo donde hubo muertos del FBI, fue juzgada y se escapó. Vivió como fugitiva hasta que pudo viajar a Cuba, que le concedió asilo político. Desde 2005 figura en la lista de los más buscados de América.

Ginsberg, antimilitarista, poeta de la llamada generación beat de los años 50 del pasado siglo, y Jackson Pollock, muerto en 1956, referente del movimiento del expresionismo abstracto y considerado uno de los pintores más importantes del siglo XX en Estados Unidos.

Como jefe de estado, el presidente ruso no figura en lista alguna de sanciones en la que sí están sus acólitos en Rusia, Ucrania y Crimea, que verán congelados sus activos y no obtendrán visas para viajar a Estados Unidos y Europa.

El ministro de Defensa y almirante de la flota ucraniana en el Mar Negro, Igor Teniuk, habló de una tregua concertada con los ocupantes el pasado 15 de marzo, mientras Moscú duplicaba sus efectivos en la base de Crimea en violación del contrato de 2011 firmado con Kiev sobre la forma y estructura de permanencia.

La UE ha dicho que no reconocerá la anexión de Crimea y se ha puesto de acuerdo con Estados Unidos para examinar la próxima semana la situación en ocasión de la Cumbre de Seguridad Nuclear, en la que Moscú tiene vetada su asistencia.

Los efectos de la anexión se han hecho sentir de forma muy tensa. El comandante de la Marina ucraniana, Serguei Gaiduk (que hoy se ha confirmado fue sacado de su base y está en paradero desconocido), había informado de los intentos de unidades armadas por penetrar en cada una de las 38 bases ucranianas, todas bloqueadas por soldados rusos de ocupación.

So pena de convertirme en abogada del diablo diré que no me resulta descabellado que Crimea, con casi un 60 por ciento de la población rusa y el resto ruso parlantes, deseara volver a ser parte de Rusia habida cuenta de la forma en que fue cedida a Ucrania.

Lo cuestionable en todo caso es la realización del plebiscito saltándose a la torera las leyes de Ucrania e Internacional, sin las mínimas garantías para una votación libre de prejuicios.

Despierta inquietud también que pueda ser un ejemplo a seguir por otros nacionalismos separatistas, muy de moda en Europa en estos tiempos.

Occidente sabía como las gastaba el presidente ruso. Había dos antecedentes claros, el caso de Georgia, con la invasión y posterior anexión de Abjasia y Osetia del Sur, y el de Moldavia, con la región del Transdniéster en caldo de cultivo.

Este nuevo corrimiento de fronteras tendrá sus consecuencias para Rusia -y no lo dudo- en el plano internacional, pero los más fieles a determinadas formaciones políticas, ideológicas e incluso religiosas difícilmente cambian sus preferencias por otra opción.

Suele serles más fácil hacer la vista gorda ante determinados desmanes de gestión. Son lo que puede observarse como el suelo de las entidades e individuos, que como Putin, tienen vocación de poder.

Crimea -lo quiera o no Occidente- se convertirá oficialmente - cuando el parlamento otorgue su aval a lo firmado por el presidente- en la república número 22 de la Federación Rusia y nadie podrá cambiar este hecho, con sanciones o sin ellas.

lunes, 17 de marzo de 2014

Crimea decide pasarse a Rusia






Por Mirta Balea


La hasta ahora oscilante confrontación entre Rusia y Occidente sobre el futuro de Ucrania ha dado una vuelta de tuerca este domingo -aunque, previsible- cuando los electores de Crimea acudieron a votar por su independencia y 8 de cada 10 lo hiciera a favor de volver a atarse al cordón umbilical de la "madre patria".


Se planteaban dos preguntas: unirse a Rusia o buscar con Ucrania una mayor autonomía en base a la Constitución de 1992 con vistas a separarse en el futuro. Ganó la primera opción con casi el 98% del 80% de los concurrentes a las urnas. Si se tiene en cuenta que el 58% de la población es de etnia rusa y la sorpresa de tan elevada participación, el resultado va más allá de cualquier previsión, porque tendría que haber votado en la misma dirección un importante sector de los ucranianos.

El plebiscito fue convocado por un parlamento regional que se disolvió a si mismo y a su gobierno autonómico para dejar como cabeza visible del territorio al líder del Partido Nacional Ruso, Sergei Aksionov.

Las autoridades crimeas tuvieron poco tiempo - desde el pasado 27 de febrero en que penetraron los rusos en el territorio de la región autónoma de Ucrania- para preparar la votación; las listas, los colegios, la información sobre lo que conllevaba cada pregunta y solicitar la presencia de observadores a la ONU u otro organismo internacional.

La ruptura de Crimea con Ucrania se ha convertido en un hecho -con todos los visos de ser irreversible-al margen de que no se reconozca como legal el plebiscito en la esfera internacional. La región autónoma se ve a sí misma, desde ayer, como independiente y los rusos tienen ahora la última palabra.

El presidente Vladimir Putin no habría generado toda esta crisis si no hubiera estado seguro que ganaría la partida y recobraría Crimea, donde desde siempre ha estado anclada la flota rusa del Mar Negro. Dicen que es un buen jugador de ajedrez.

Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Holanda han hecho todo lo posible por llamar al orden a Rusia por su invasión a la península y por evitar el referendo. Putin ha hecho oídos sordos a todos los reclamos, a despecho de que le amenazaran con sanciones económicas y en algunos casos comenzara su puesta en práctica para -según voceros-darle tiempo a reflexionar.


Estados Unidos, que como el resto de los países mencionados, ha mantenido abierto el telefóno rojo con Moscú, hizo un último esfuerzo hace pocos días en Paris al enviar al secretario de Estado, John Kerry, a realizar un "diálogo constructivo" con su contrapartida rusa Sergei Levrov. Este paso resultó también inútil.

Para que un acto tenga legitimidad requiere algo más que la deducción de una sucesión de razonamientos, lógicos o no; se necesita que en su realización reciba toda la profundidad de la intención previa a su nacimiento y una disposición clara a desarrollarlo. La consulta en Crimea tiene estos ingredientes, aunque las minorías tártara (de religión musulmana) y judía se sientan amenazadas con el cambio político.

Los de Crimea han imitado a sus protectores rusos y para aislarse de las críticas de los de afuera se han inventado un nuevo futuro llamado Federación Rusa.

A Putin le poseen una fuerza y un apetito político desmesurados. Solo hay que ver su perfil público en Internet, donde aparece cazando o entrenándose sin camisa, dejando al aire su musculatura para mostrar el alto contenido de testosterona en su cuerpo.

A medida que ha intensificado su cara a cara con Occidente, el hombre que un día dijo que la caída de la URSS había sido la mayor desgracia del siglo XX, por encima de las dos guerras mundiales, ha ido dosificando su amenaza de invertir la polarización de la zona.

Con esto ha ignorado deliberadamente lo acuerdos de respeto a la soberanía e integridad territorial de las repúblicas surgidas del colapso de la URSS y del término de la guerra fría, que ahora se ha visto, cerró en falso.

La encuesta del Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia -dependiente del gobierno- da a conocer que un 73% de rusos se ha mostrado contrario a la invasión a Ucrania. Un dato que confirma la contradicción de Putin de alegar para este acto la protección de los rusos en Crimea (que nunca estuvieron en peligro), mientras, en otro escenario, la policía propinaba palizas a los manifestantes en Moscú y San Peterburgo y detenía al menos a 300 personas por protestar contra ésto.

Días antes, el presidente había hecho encarcelar a importantes opositores, entre ellos a Boris Nemtsov, quien dijo desde su celda que "la ocupación era la locura de un ex-funcionario de la KGB", aludiendo al pasado de Putin.

El gobierno interino de Kiev denunció a principios de este mes la invasión ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia tiene poder de veto, así que no ha habido resolución alguna sobre el tema, aunque sí muchas críticas individuales.

La desintegración de la URSS hizo que Occidente perdiera de vista que Rusia no era un Estado más, sino una potencia, y ahora se han empotrado contra el nacionalismo imperialista de Putin y su concepto geoestratégico de que donde viven rusos es territorio ruso.

A partir de la llegada de las tropas rusas, a la que se le han unido "voluntarios", todos armados y con uniformes sin identificación, los canales de la televisión ucraniana dejaron de trasmitir, desde entonces solo entran las emisoras rusas e Internet.

Se han reportado casos de agresiones callejeras de grupos de rusos contra ucranianos, judíos y tártaros. Las tropas ucranianas en los cuarteles han cumplido con las órdenes de Kiev y se han mantenido tras las vallas de forma pacífica a pesar de las amenazas de uniformados armados. 

Los dos grandes aeropuertos de la región han servido para recibir el aprovisionamiento militar para las tropas invasoras y han negado la entrada a los vuelos regulares venidos de Ucrania. Así se podía evitar la entrada de intrusos o la salida de ciudadanos.

La plaza Lenin en la capital de Crimea

Los voluntarios se hicieron con el mando en el límite de Crimea con Ucrania, al improvisar puestos fronterizos y aislar aún más a la península.


Al reconocer al gobierno interino de Kiev, sin consultar siquiera con Moscú, de la que depende el sistema económico de Ucrania y su aprovisionamiento de gas, Europa actuó de forma precipitada y esto ha frenado a la UE y a Estados Unidos para enseñar debidamente los dientes a Putin.

Sergei Glazer, asesor del presidente ruso, es partidario de que las antiguas repúblicas de la URSS formen parte de la Federación. La política parece ser empezar por las más vulnerables. 

Para la población occidental sería confortable aceptar la idea de que la violación de la soberanía de Ucrania por Rusia traerá consecuencias graves a este país y que el gobierno de Kiev recibirá un apoyo financiero importante para seguir adelante dentro de la esfera de influencia de la UE.

Es una teoría. Aunque hay otra. La de que Occidente debe estar agradecido porque Putin no colocara a sus estados en la tesitura de ver qué harían si extendiera su incursión más allá de Crimea.

La UE y Estados Unidos carecen de interés en luchar de verdad contra Rusia y Ucrania haría bien en no maximizar más allá de un pliego de intenciones los apoyos manifestados por estas naciones a favor de su integridad territorial.

Las propias acciones de Moscú han empujado a Ucrania a caer en brazos de Occidente y a Europa a prometer ayuda más allá de lo previsto.

Rusia, además de ser el principal receptor de las exportaciones de Ucrania, tiene una fuerte presencia industrial en el Este de ese territorio y estaría en condiciones de manipular a su favor los resultados de las elecciones generales en mayo próximo.

Incluso podría desestabilizar al actual ejecutivo con la promoción de manifestaciones, como las que acaban de tener lugar en Donetz, con choques entre prorrusos y partidarios del gobierno de Kiev.

Recordemos que a los ciudadanos de Crimea no les ha parecido indignante la invasión de la península por Rusia ni que el referendo haya sido manejado por Moscú a través de un partido prorruso, cuando la península, hace apenas dos meses, lo único que reclamaba era una mayor autonomía dentro de Ucrania.
Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2014/03/rusia-se-prepara-para-anexarse-crimea.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2014/03/ucrania-putin-y-su-estrategia.html

sábado, 15 de marzo de 2014

Israel: los judíos haredi pasaran el servicio militar y trabajaran

Haredim en protesta por la ley.




Por Mirta Balea

La ley sobre igualdad en la prestación del servicio militar ha sido aprobada por el parlamento israelí o Knesset, sanciones incluidas para los rebeldes,  con lo que cientos de miles de judíos haredi o jaredi comenzaran en los próximos tres años a integrarse a la vida laboral y al servicio militar y nacional.

Este paso ha resultado un elemento de conflicto en el debate nacional sobre la condición democrática del Estado judío.

Parece difícil conducir una administración equitativa en la que una comunidad étnica, como los haredim, disfrute de unos privilegios de los que carece el resto de los ciudadanos. 

La ley impulsada por Yair Lapid, ministro de Finanzas y cabeza de la formación Yesh Atid ( que forma parte de la coalición de gobierno con el Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu) y Naftali Bennett, líder del Hogar Judío, ha venido a cubrir el vacío dejado por la derogación en 2012 de la Ley sobre excención del servicio militar. 

El pasado año y a contrarreloj, Netanyahu pudo alcanzar una coalición con cinco partidos para gobernar, que van del centro a la extrema derecha, como es el caso del Habait Hayhudi, consiguiendo con esto un total de 68 de los 120 escaños del Knesset. 

Las dos representaciones parlamentarias de los haredim, cuyo nombre puede traducirse como los piadosos o los temerosos de Dios, consideran que la jornada de aprobación de la norma ha resultado ser " un día negro".

El judaísmo, al no tener una autoridad centralizada como es el caso de los cristianos católicos con su Papa, permite el desarrollo de cierto número de corrientes con una interpretación variada de los principios religiosos comunes.


A los judíos haredi se les identifica como ultraortodoxos. Se diferencian por su vestimenta, siempre negra, por las patillas largas (como señal de piedad), la barba larga y descuidada. Observan escrupulosamente los 613 mandamientos o mitzvot contenidos en la Tora o Pentateuco, fundamento escrito del judaísmo y, con más amplitud, de la Biblia en su conjunto.

La comunidad haredim no ha llegado a aceptar del todo que Israel sea un Estado democrático. Casi nunca utilizan el hebreo (la lengua sagrada) para comunicarse sino el yiddish o yidis, lengua vernácula de los ashkenazim, nacida hacia el año mil en los valles del Rhin y el Mosela, mezcla de hebreo, alemán medio-alto y arameo.

La Declaración de Independencia de Israel reconoce la igualdad plena de todos sus ciudadanos dentro de un sistema democrático. Establece también que esta igualdad de derechos estará garantizada para todos sus habitantes a despecho de sus creencias religiosas, políticas, de su sexo o raza y, sobre todo, propugna mantener el derecho a un hogar nacional y la continuidad de la Ley del Retorno.

Y aquí podemos observar la importancia de que todas las leyes civiles y económicas se apliquen por igual al conjunto de ciudadanos. Es comprensible que una nación integrada por minorías afiliadas de diferentes religiones (árabes, drusos, cristianos) tengan derechos y necesidades que precisan ser reconocidos.

Al principio, los líderes de esta comunidad en el Knesset, las organizaciones Shas y Judaísmo Unido en la Tora, mostraron cierta disposición al compromiso, siempre que se hiciera una excepción con los estudiantes de las yeshivas (donde se estudia el Talmud), que estuvieran plenamente dedicados al estudio.

Lo que acabó de impedir cualquier acuerdo de conciliación sobre la espinosa medida que afecta valores muy queridos del pueblo judío y conllevará una reorganización radical para que "los piadosos" puedan integrarse a la sociedad secular con el cumplimiento de obligaciones civiles y militares, ha sido sin dudas el esfuerzo desplegado por el grupo de Lapid para introducir en la norma las sanciones.

Una yeshiva de los haredi

Los haredim viven al margen de la sociedad que les rodea, sea judía o no, por tradición milenaria. Tienen vocación monástica, estudian y escriben para la posteridad y cumplen lo que enseña el Talmud.

Este es un libro compuesto por la Mishnah (la jurisdicción rabínica escrita por Judá Hanassi hacia finales del siglo II y que constituye su núcleo) y la Gemara (un comentario rabínico sobre la Mishnah) y resulta la forma escrita de la Tora oral.

"No deben admirarse los paisajes, las hermosas plantas o los árboles encantadores cuando se está estudiando". Los haredi consideran estas enseñanzas como la vía para poder descifrar el futuro a través del pasado, la síntesis a través del análisis y el esbozo a través de la exégesis.


Durante milenios, los judíos, sin Templo y sin Ciudad Santa, vivieron la oscuridad. Los haredi sustituyeron el sacrificio del éxodo por las alabanzas y la ofrenda. Cuando fue creado el Estado de Israel, en 1948, muchos regresaron, pero otros permanecieron en la diáspora, a la espera del Mesías.

Por su desconfianza innata en las costumbres e ideología de la modernidad occidental, viven en sus propios barrios, bajo la dirección de rabinos vistos como los únicos en posesión de la verdad. Son el grupo judío más importante entre los reticentes a aceptar el sionismo.

Hay haredim en América del Norte y Europa. En Israel tienen sus propias ciudades, sus partidos políticos, sus comercios y sus escuelas y el periódico Hamodia.

El sionismo constituye un movimiento político internacional, que desde sus inicios, propugnó el restablecimiento de una patria para los judíos en la Tierra de Israel o Eretz Israel y ha sido en buena medida el promotor y responsable de la fundación del moderno Estado judío.

Quedó instituído por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl a fines del siglo XIX, aunque sus origenes son más antiguos como movimiento político laico, una tendencia más del nacionalismo, en general, solo que ellos le llaman "de la diáspora". En principio, se veía a sí mismo, como un movimiento de liberación nacional.

El objetivo de un sionista es fomentar la migración judía hacia la Tierra Prometida y la libre determinación del pueblo judío

Cartel en Jerusalen contra Obama

Los términos de la norma aprobada por el Knesset sobre el servicio militar obligatorio y la integración a la fuerza de trabajo nacional estipula un período transicional de tres años durante los cuales quedarán alistados los haredim hasta alcanzar los 5,200 en 2017. La introducción de sanciones podría comprometer alcanzar las cuotas previstas cada año.

El gobierno es consciente que resultaría difícil llevar a la cárcel a miles de estudiantes de la yeshiva, pero lo que sí podría ocurrir es una dolorosa e innecesaria fractura social.

Los haredim podrían compararse a los protestantes en el mundo cristiano, en cuanto a que asignan un lugar preferente en la práctica religiosa al sentimiento y la emoción de la fe, no al dogma y el ritual. 

La Organización No Gubernamental, Hiddush, liderada por un rabino reformista y que aboga por la separación de la religión y el Estado, cree que las sanciones carecen de pragmatismo político.

Lo que vemos, ha dicho la ONG en un comunicado, es el clásico ejemplo de las autoridades ignorando a la sociedad y colocando la supervivencia de una coalición por encima del bien del país. 

El propio Lapid, impulsor de la Ley, ha dejado la imposición de las sanciones para el 2017 para hacerlas coincidir con las próximas elecciones como reclamo. La prensa israelí ha sugerido que la ley es producto del cambalache político más que de la intención de repartir las cargas del servicio militar.

Lo evidente es que sus efectos han venido en la forma de una división dentro del espectro político del Knesset, donde hay partidos como el de Lapid, pero también árabes, preocupados porque sus jóvenes puedan verse pronto en una situación similar.

Netanyahu ha ido de la mano con su ministro de Finanzas en este camino para mantener al Yesh Atid vinculado a la coalición de gobierno. Este partido había caído en los comicios del 2013 de 19 diputados a 13, como el Likud, que se ha quedado solo con 20 escaños, el número más bajo de un partido gobernante en Israel.

El primer ministro no desea ver a Lapid del otro lado de la bancada, rehabilitado como oposición, y por esto no le ha importado que los haredim pasen de la mera liturgia a portar armas en defensa del Estado o para adquirir preparación militar o formar parte de la fuerza de trabajo nacional.

Los haredim, como cualquier otro grupo social afectado por decisiones gubernamentales, se manifiestan y protestan, de momento a la entrada de Jerusalem, este miércoles, pero lo hacen de manera tan pacífica y cuasi silenciosa que apenas ocupan titulares en la prensa.

jueves, 13 de marzo de 2014

El Papa Francisco y la Conferencia Episcopal Española.





Por Mirta Balea

El Papa Francisco, que cumple un año en el puesto, no parece tener miedo a decir lo que piensa. En este punto no se asemeja a sus predecesores, piadosos guardianes de la doctrina; sobre todo no tiene miedo a la verdad porque es probable que piense que, en un mundo de conocimiento, la verdad no tiene por qué afectar a nuestras creencias.

Tiene por costumbre conducir al rebaño cuando vacila y obligar a la curia a actuar cuando los fieles la necesitan; lo que dice se aparta de lo que han aprendido la mayoría de los fieles católicos: un saber de siglos de ignorancia, errores y contrasentidos; le gusta profundizar en lo que parecen contradicciones y poner de relieve las dificultades con las que se enfrenta la Iglesia.

Quizá por todo esto, resultaba difícil predecir hace un año, al sentarse en el sillón de Pedro, que llegaría a provocar un impacto espiritual y emocional y no solo en los católicos.

Este Pontífice, que se presenta simpático, tiene carisma y practica el acercamiento personal con talante paternal, está llamado a renovar a la Iglesia. Otra cosa es que lo dejen hacer. A otros, antes que él, no se les permitió. Desparecieron de escena, prematuramente.

El año del pontificado de Francisco ha coincidido en España con un importante relevo del presidente de la Conferencia Episcopal (CEE). Angel Rouco, un hombre árido, suspicaz, ha sido sustituido no por un cardenal, como había sido costumbre hasta el momento, sino por un obispo, Ricardo Blazquez. De 79 votos emitidos, obtuvo 60.

Resultaba el candidato preferido de la mayoría de los miembros del cuerpo episcopal porque no despierta recelos, no se le conocen enemigos y es moderado, lo que podría verse como un cambio necesario tras años de padecer a Rouco, quien disfrutó de cuatro mandatos des desde 1999, salvo un breve período, de 2005 al 2008, en que lo sustituyó Blazquez, luego nombrado vicepresidente.

Como era de esperar, Rouco se despidió sin abandonar su manera ríspida de ver la vida y lo que ocurre a su alrededor. Habló de la existencia de una cultura mundana, que arrincona a Dios en la vida privada y lo excluía del ámbito público. Hablamos de un jerarca a quien la democracia le es ajena.

El abad de Montserrat, Josep María Soler, ha sabido poner los puntos sobre las íeas sobre el papel de la Iglesia cuando participó en el debate nacional sobre la ley antiaborto del Partido Popular. 

"Los cristianos - ha dicho Soler- no podemos pretender imponer nuestra visión antropológica en la sociedad plural de hoy; no podemos pretender que la moral cristiana se convierta en ley del Estado".

Eso sería parecerse al Islam, que más que una religión, en una forma de vivir y hacer política sin réplicas. 

Blazquez
El presidente de la CEE estudió en una de las instituciones jesuítas de más prestigio, la Universidad Gregoriana, en Roma, así que sabe muy bien cuales son las líneas esenciales de Francisco. 

Blázquez supo arrancarle al presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en 2007, durante su mandato en la CEE que se elevara la aportación del Estado a la Iglesia mediante el Impuesto de Renta Personal en un 37%, lo que ha garantizado la sostenibilidad financiera de la institución católica nacional. Nada menos que 700 millones de euros anuales del erario público.

El Papa, desde su llegada al Vaticano, se ha mostrado displicente con la jerarquía eclesiástica de España, renuente a las reformas, retrasada respecto a sus iguales europeos. La vocación para el sacerdocio y la de los fieles han ido mermando año tras año en la tierra de Santa Teresa de Avila.

Blázquez fue convocado por el papa Benedicto XVI para formar parte del grupo de investigadores sobre la pederastia dentro de los Legionarios de Cristo, una labor peliaguda donde las halla, y parece que, junto a sus colegas, ha logrado limpiar la orden en fecha tan cercana como los primeros meses del 2014.

Desde el principio, el nuevo presidente de la CEE ha dejado claro que sus prioridades serán las de Francisco. Puede permitirse decir esto porque ha confesado que no tiene programa.

El Papa está enfrascado en la misión de reformar la curia, a la que ha exigido mirar más a los feligreses y no tanto a la burocracia. Ha dado pasos para la transparencia en las cuentas vaticanas y ha creado la Secretaría de Economía para gestionar las actividades de la Santa Sede.

Blázquez ha dicho que entiende la Iglesia "como una casa de puertas abiertas cercana a los necesitados de apoyo, comprensión y compasión". 

Cuando Rouco convocó manifestaciones, hace más de dos años, contra la ley para permitir el matrimonio entre homosexuales del Ejecutivo de Zapatero, Blázquez no participó, como sí lo hizo el resto de la cúpula de la CEE.

Su referente, el Sumo Pontífice, muestra una total congruencia entre lo que dice y lo que hace. Sus más cercanos colaboradores apuntan que es raro el día que no llame a Caritas en busca de ayuda para alguna persona o familia.

El Papa Francisco ha dicho que "si una persona es gay y busca al Señor y tiene voluntad ¿quien soy yo para juzgar? El catecismo lo explica muy lindo, dijo tras la concentración de jóvenes católicos en julio del pasado año en Brasil: "no se deben marginar a estas personas por esa razón. Hay que integrarlos en la sociedad".
Benedicto XVI


Y a la revista jesuíta Civittá Cattolica le confesó que los sacerdotes no pueden seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, el matrimonio homosexual y el uso de anti-conceptivos. Tenemos que encontrar- precisó- un nuevo equilibrio porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes.

Este Papa que vino de Argentina ha dejado de lado ese lenguaje rígido y anacrónico de sus predecesores, que pocas veces ha estado a tono con los tiempos, por el contrario, siempre varios pasos por detrás de la realidad cotidiana.

Los fieles españoles esperan que la Iglesia, con Blazquez al frente, lleve adelante cambios estructurales, transformaciones importantes. Con Francisco, el Pontificado se dirige con decisión a la renovación.

Para el Director de L'Osservatore Romano, Giovanni María Vian, "se deberá parecer al iniciado y solicitado por el Concilio Vaticano II, hace ya medio siglo, para involucrar a todos, para que la Iglesia no permanezca cerrada tras sus muros".

Ha sido este Papa quien ha celebrado por primera vez la misa de la última cena en un centro penitenciario en vez de en la Basílica de San Juan de Letrán como ha sido siempre la costumbre.

Hay una instantánea en la que abraza a un enfermo de neurofibromatosis y lo hace con naturalidad, para lanzar un mensaje de solidaridad a quienes se sienten excluidos socialmente y para mostrar que la Iglesia no hace diferencias. 

Ha hecho declaraciones "revolucionarias" como que estar casados solo por lo civil no es óbice para no bautizar al fruto de esa relación si los padres buscan borrar así "el pecado original"; cada miércoles, tras la catequesis semanal, baja las escaleras y se une a los peregrinos (casi 50 mil) entre los que hay enfermos y pobres; ha señalado que el amor fracasa muchas veces y que debemos sentir ese fracaso y acompañar a las personas que lo han sufrido, no condenarlos, sino caminar con ello, al referirse al divorcio, otro de los temas tabús de la Iglesia de Roma.

Siendo un hombre "jesuíticamente" conservador, no tiene intención de cambiar la doctrina eclesiástica secular, pero ha cambiado radicalmente la forma de afrontar los problemas de la gente y sobre todo ha marcado el fin de la Corte Pontificia.

Blázquez deberá estar atento a la reforma de la Curia que tiene entre manos Francisco, encaminada a que el Vaticano ceda poder ante las iglesias locales.

El viaje a Jerusalén, que ha debido suspender, habría resultado sin dudas un puente hacia el resto de las religiones monoteístas, que tienen su asiento en la Ciudad Santa. Pero ya se andará. Puede hasta que más adelante lleve adelante su promesa de hacer una nueva teología de la mujer para darle una mayor presencia en la Iglesia.

Como ha estado haciendo el Papa durante este año, Blázquez deberá poner a la Iglesia española de conformidad con los tiempos, cambiar el tono de los documentos y la forma de actuar ante los desafíos del día a día de sus feligreses si quier recuperar los puntos ideológicos perdidos hasta ahora.

sábado, 8 de marzo de 2014

Rusia se prepara para la anexión de Crimea

Primer ministro interino de Ucrania



Por Mirta Balea

Rusia ha desafiado al mundo al admitir por primera vez que su propósito es anexionar Crimea a su territorio. Este ha resultado ser el reto más claro frente a las sanciones de castigo y las advertencias de Estados Unidos y otros países sobre los peligros de mantener tropas en la península y, eventualmente, invadir partes de Ucrania.

Unos siete mil efectivos con blindados de las fuerzas rusas ocuparon el pasado fin de semana la región autónoma de Crimea, con apoyo de una importante parte de la población, poniendo en solfa las relaciones con Occidente y los acuerdos derivados del fin de la guerra fría en torno a la soberanía de las naciones surgidas del colapso de la Unión Soviética (URSS).

La posible anexión de Crimea por los rusos ha sido siempre una realidad mucho más constatable que el ambiguo apoyo brindado a Ucrania por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Las medidas financieras y económicas acordadas por separado por Estados Unidos y la UE -cada una de ellas con un calibre diferente y a la vez complementario- podrían causar daños económicos a Rusia e, incluso, resultar a la larga más efectivas ante la ausencia de una respuesta militar si -y recalco SI- se pusieran en practica en su totalidad y con rigor y SI pudieran ampliarse a actividades financieras ilícitas.

Tanto Estados Unidos como la UE han intentado, en las últimos tiempos, que Rusia se convirtiera en el socio del esfuerzo global contra el financiamiento del terrorismo y la evasión de dinero.

Esto se halla relacionado de manera directa con los pasos para el aislamiento de Irán, Corea del Norte y otros regímenes peligrosos para la paz mundial con Rusia actuando como válvula de escape en el gran juego de ajedrez de la política internacional.

Tales cuestiones han sido calculadas ya por el presidente Vladimir Putin al desafiar a Occidente con su invasión abierta a Crimea.

Hay que prestar atención a la burla flagrante que resultó ser la conferencia de prensa ofrecida tras varios días de silencio, a 24 horas de haber invadido la península del Mar Negro y después de conversar por teléfono, durante 45 minutos, con el presidente norteamericano Barack Obama, cuando señaló que Rusia nada tenía que ver con los soldados y los blindados sin distintivos que se paseaban por las calles.

Las sanciones -ha calculado Putin- serán solo un arañazo en la economía rusa.

Su antecedente más inmediato podemos hallarlo en la invasión rusa a Georgia en 2008, cuando se pretendió aislar a Moscú (como ahora) con un paquete de sanciones, que luego se incumplieron, incluso cuando violó los términos del cese del fuego al final del conflicto.

La sanción que realmente recibió fue la reanudación de las relaciones diplomáticas y militares - a pesar de haberse anexado Absajan y Osetia del Sur, territorios de Georgia- en un acto de borrón y cuenta nueva.

El presidente norteamericano se abstuvo entonces de continuar insistiendo en la necesidad de que Georgia y Ucrania formaran parte de la OTAN, canceló la instalación en Polonia de misiles defensivos, en un nuevo reconocimiento tácito de la esfera de influencia rusa en Europa.

Un paso similar habían dado Estados Unidos, Inglaterra y URSS en la conferencia de Yalta, en Crimea, tras el final de la II Guerra Mundial, en la que las grandes potencias se repartieron Europa y las occidentales dejaron a Stalin el control del Este.

La vulnerabilidad económica de Rusia es compartida por Occidente, algunos de cuyos países empiezan a salir de la crisis global y dependen de la energía, el comercio y las inversiones rusas. La pregunta sería ¿alguien puede creerse que estén dispuestos a aislar a la Federación?

La mayoría de los líderes occidentales abogan por una solución diplomática de la crisis para evitar enfrentarse a Rusia, así que, una vez que las sanciones se pongan en marcha -si es que lo hacen alguna vez- sería muy difícil resolverla en el plano diplomático. Y Putin lo sabe.

Los líderes del parlamento bicameral de Moscú han dejado claro que están a la espera del voto afirmativo de la mayoría prorrusa de Crimea, en el referendo previsto para el día 16 de este mes, encaminado a que forme parte de la Federación Rusa, a despecho de violar la Constitución de Ucrania y la ley internacional.

Hoy se han dado en Crimea las primeras manifestaciones de ciudadanos que quieren pertenecer a Ucrania. Kiev ha reiterado sus órdenes a los militares ucranianos de que no se dejen provocar y protejan la vida de los ciudadanos, dado que el estallido de una guerra daría el pretexto a Moscú para llevar la invasión más allá.

La crisis ha evolucionado con celeridad en los últimos días. En la conferencia de prensa, Putin habría negado la posibilidad de que Rusia se anexionase Crimea, pero, ayer, los líderes parlamentarios dijeron lo contrario.

Es público que en el sistema de poder en Rusia y en la estrategia de Putin en su quehacer internacional, el presidente calle antes determinados acontecimientos y deje hablar a sus acólitos por él. Pero no hay que olvidar que éstos siempre llevarán su palabra.

Rusia ha respondido de inmediato a la creación de un gobierno interino en Kiev con su NO reconocimiento, la suspensión de la ayuda acordada con el régimen de Victor Yanukovich y advirtiendo que podría cortar el suministro de gas si no se paga a precios del mercado internacional. La tasa actual se vería duplicada para Ucrania que requerirá de dos mil millones para abonarla.

Si alguien duda de hasta donde puede llevarse adelante esa amenaza, hay que recordar que el consorcio ruso Gazprom cortó una vez en enero del 2009 el gas a Ucrania durante dos semanas, lo que causó serios problemas económicos al país y a otros consumidores europeos, dependientes del suministro proveniente del gasoducto que cruza ese territorio.

El que fuera embajador norteamericano en Rusia, Michael A. McFaul, ha colgado un Twitter  con una pregunta cuya presumible respuesta es NO. "¿El gobierno ruso, que apoya el referendo de Crimea, haría otro tanto con otras repúblicas de la Federación Rusa?".

Más de medio centenar de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa se han visto impedidos de cruzar hoy, por segundo día consecutivo, la frontera hacia Crimea por fuerzas militares sin identificar y con la única autoridad de las armas para hacerlo.

El viaje del grupo a la Península fue acordado por Putin -a sabiendas de que no les dejarían trabajar- con la canciller alemana Angela Merkel, una de las abanderadas de la vía diplomática para resolver la crisis de Ucrania. 

A principios de esta semana, hombres armados habían sacado también de Crimea al diplomático de Naciones Unidas, Robert H. Serry.

Haciendo un resumen de todo lo que hemos sabido hasta hoy de las intenciones rusas y los movimientos occidentales para impedir la anexión de Crimea, asi como su replica de invasión potencial al este y sur de Ucrania, hay que convenir en que las expectativas para Occidente son negativas.

Rusia ha sido un elemento importante en el desmantelamiento, lento, pero al parecer seguro, del arsenal químico de Siria. Sin su intervención no habría sido posible.

Ha brindado su apoyo al intento de desmantelar el programa nuclear de Irán y como muestra de su poder logró persuadir a los ayatollahs a concluir un primer acuerdo, que Occidente vio como una buena perspectiva de futuro, aunque el balance es más favorable a Teherán.

La dependencia de varios países de la UE del gas ruso y la vacilación y desunión entre sus filas sobre cómo afrontar la crisis de Ucrania parecen confirmar que el pulso de Putin con el resto del mundo de momento se inclina a su favor.

La UE ha estado a la espera de que Rusia se retire, así que sus sanciones han estado por debajo de las expectativas en relación con las de Estados Unidos.

Un comunicado de Bruselas ha dejado claro que las reprimendas adicionales, como prohibición de viajes a figuras del régimen de Putin, el congelamiento de ciertos activos y la cancelación de una cumbre con Rusia serían objeto de un análisis posterior.

Pues bien, la posterioridad es ahora.


Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2014/03/ucrania-putin-y-su-estrategia.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2014/02/rusia-se-pone-en-marcha-y-yanukovic.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2014/02/ucrania-el-presidente-yanukovic-cede.html

martes, 4 de marzo de 2014

Ucrania: Putin y su estrategia revanchista




Por Mirta Balea

Lo que ocurre con la invasión rusa a Crimea -ante la actitud aturdida de la comunidad internacional sobre cómo enfrentar el reto- tiene que ver con la visión atávica de las relaciones con sus vecinos del presidente Vladimir Putin.

El mandatario no se ha adaptado -y nunca lo hará- a la idea de la irreversibilidad del proceso que culminó en 1991 con la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y sigue en Ucrania una estrategia revanchista.

El centro de gravedad de lo que fuera la URSS, los países satélites llamados Repúblicas Socialistas, se ha girado a Occidente, un movimiento que Ucrania estaba dispuesta a hacer en noviembre pasado con la firma de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).

Putin sobornó al presidente Victor Yanukovich y frustró el paso con 15 mil millones de euros en ayuda, sin exigir nada a cambio, como habría hecho la UE, y una reducción del precio del gas. El ruso vió ante sí una oportunidad de recuperar terreno en ese lado de la frontera y la aprovechó.

Los ucranianos se sintieron traicionados - en su gran mayoría- por su presidente y salieron a la calle a protestar por lo que sintieron como un retroceso histórico.

Yanukovich decidió huir y dejó al país sin gobierno, así que el Parlamento nombró uno interino, encargado de trazar una linea divisoria con Moscú.

El Partido de las Regiones de Yanukovic, en contra de todos los pronósticos, no se disolvió y reanudó sus actividades públicas sin su líder. Muchos de sus miembros ostentaban cargos en el gobierno depuesto y renunciaron a tiempo para no verse arrastrados por el frenesí homicida del presidente.

El parlamento ruso, que comparte el atavismo político de Putin, aprobó la entrada de tropas a Crimea, que han ocupado en los últimos días las instalaciones civiles y militares de la península y dieron el ultimatum a los militares en las bases ucranianas para que no opongan resistencia y entreguen sus armas.

Es público que la política rusa se vuelve cada año más despótica y corrupta por lo que el carácter reivindicativo de la estrategia de Moscú con las otroras repúblicas integradas al sistema soviético no admite desviación a Occidente. Mucho menos en Ucrania, justo en la frontera, porque resultaría un "mal ejemplo" para los propios ciudadanos rusos.

Putin cuenta con muchos discípulos, que le aman y tienen fé en él, y lo ven como el zar de los tiempos modernos, que devolverá al país el lustre de antaño.

La manera lineal con que usualmente vemos el tiempo nos impide a veces observar que las épocas no son tan diferentes como creíamos. Los vínculos y los puntos con que se une la Historia son por lo general uniformes.

Parece haberse empleado en Crimea la misma política que en 2008 llevó a Rusia a arrebatar a Georgia las provincias de Abjasya y Osetia del Sur con una invasión similar y bajo el mismo pretexto de "proteger los intereses de los rusos en la región".

La diferencia es que Georgia se hallaba envuelta en una guerra y esto le dió a Putin una justificación para intervenir. En Ucrania no ha tenido lugar un conflicto armado, ni siquiera en Crimea, aun cuando la prensa rusa -manejada por el gobierno- insista en incrementar la tensión sacando a pasear el fantasma de que los ucranianos están preparándose para cruzar la frontera.

Una manipulación dirigida a las gradas rusas, más que a la comunidad internacional, y que provocó que miles de ciudadanos salieran a la calle en Moscú para mostrar su apoyo a la política invasora de las autoridades.

Puede que la comunidad internacional tuviera en principio dudas sobre la legitimidad de la llegada al poder de un gobierno interino e incluso que las manifestaciones no fuesen más que una punta de lanza radicalizada. Los acontecimientos posteriores se han encargado de descartar tales recelos.

Con un gasoducto ruso pasando por territorio ucraniano, las pérdidas serían cuantiosas si algunos revoltosos decidieran castigar a Moscú donde más le duele. Sin embargo, esto no ha sucedido.

El gasoducto y la recuperación para Rusia de Crimea son elementos importantes para que Putin -contra viento y marea- ignore las advertencias de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE)

Crimea fue rusa hasta 1954, cuando Nikita Kruschov la regaló a Ucrania, con un Tratado de Amistad y Cooperación que permitía a Moscú permanecer en la base de Sebastopol con derecho a intervenir en cualquier conflicto.

Los prorrusos de Crimea -aunque carece del supuesto del coflicto- parecían haber estado esperando el momento porque su movilización fue inmediata tras la huída de Yanukovic y el nombramiento de un gobierno interino en Kiev.

Cuando se habla de Historia, no recorremos con la vista un libro de páginas impávidas y de figuras sepulcrales. Se habla del recuerdo vivo y los pensamientos insumisos en orden cronológico. El pasado es la condición de todo.

Las fronteras europeas no siempre coinciden con patrones religiosos o étnicos debido al "tejemaneje" de políticas e imperios. Hasta el siglo XX y tras dos guerras mundiales, primero la Carta Atlántica de 1941, firmada por Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill, y más tarde la Carta de las Naciones Unidas, han considerado el derecho a la autodeterminación de los pueblos básico para la paz entre las naciones, pero ha resultado ser también una carta en blanco para las potencias. 

Es un hecho incontrovertible que Yanukovich -asilado ahora en Rusia- lanzó contra los manifestantes todo su poderío militar, los masacró, y su fechoría ha dejado un saldo de 82 muertos y cientos de heridos, por los que tendrá que dar cuentas en el momento oportuno. 

Tuvo que huir a Crimea para evitar la ira ciudadana o ser juzgado por las nuevas autoridades. De ahí saltó a Rusia, que lo acogió con los brazos abiertos, a pesar de que las relaciones con su vecino en estos años han sido como lava tibia, dividida entre la espera de un suceso y la eternidad.

En ese abrazo del oso, Yanukovich encontró fuerzas para decir que era "el legítimo" presidente de Ucrania- reforzando así la tésis de Moscú de un golpe de Estado- y que estaría dispuesto a regresar.

Volver a Ucrania no le sería tan fácil, a no ser escoltado por militares rusos, porque se enfrentaría a la ira popular. Los ciudadanos han sabido tras su salida de la inmensa riqueza que sustrajo a las arcas públicas.

Las banderas nacionales han sido retiradas de todos los edificios públicos en Crimea y sustituidas por la rusa o la de la propia región, en la que un 60 por ciento de la población es rusa.


Bandera de Crimea



El presidente norteamericano Barack Obama intentó, este domingo, con una llamada telefónica de 45 minutos, persuadir a Putin de llevar a cabo la invasión. Resultó un paso infructuoso. Estados Unidos ni siquiera está entre los 10 más importantes socios comerciales de Moscú.

Obama ha decidido suspender los vínculos militares con Rusia, que tan provechosamente se desarrollaron en los últimos años, "dentro de la transparencia, la construcción del entendimiento mutuo y la reducción de riesgo en la toma de decisiones de carácter militar", según ha dicho el vocero del Pentágono John Kerby, entre otras medidas de tipo consular y comercial.

El Congreso se ha reservado el derecho, al margen de las decisiones de la Casa Blanca, de aplicar más sanciones a Rusia y aprobó una ayuda inmediata económica para el gobierno interino de Kiev de 200 millones en moneda y créditos. Esto es parte de un paquete de rescate internacional de un billón de dólares.

Los legisladores decidieron suspender los visados para el círculo de funcionarios cercanos a Putin, percibidos como cómplices de la invasión, e intentarán que el Fondo Monetario Internacional retire la ayuda a Moscú.

La crisis ha provocado reuniones urgentes de la Organización de las Naciones Unidas, de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmusen, apuntó lo obvio, que Rusia amenaza la seguridad de Europa y pidió un despliegue de observadores en Moscú. El hecho de que Ucrania no forme parte de la organización bloquea la obligación de defenderla.

En lo único que coinciden con Estados Unidos todos estos centros de poder mundial, incluida la UE, es en el corte en los visados, en suspender la cooperación económica y la cumbre del G-8, prevista a realizarse en junio en Sochi.

Los europeos no irán más allá. Rusia es el mayor suministrador de energía del mundo, realiza las mayores exportaciones de gas natural, por encima incluso de Arabia Saudita, posee una fuerte industria metalúrgica y está entre los cinco mayores consumidores en el mercado global.

Las sanciones impuestas por Estados Unidos podrían verse muy minimizadas porque importantes compañías del país como la Boeing, General Motors, John Deere y Procter & Gamble mantienen vínculos provechosos con los rusos.

La Exxon Mobile, la mayor petrolera norteamericana, tiene proyectos conjuntos de explotación con la estatal rusa Rosneft en el Mar de Kara, en el Artico, y en zonas del Mar Báltico.

Alemania y Holanda hacen énfasis en la vía diplomática para resolver el entuerto y no pelearse o ir de frente contra Rusia. El Reino Unido, cuyo ministro del Exterior, William Hague, acaba de visitar Kiev, advirtió que la invasión tendrá consecuencias.

La BBC ha desvelado tras la visita de Hague un documento confidencial del gabinete de David Cameron en el que explícitamente se señala que el Reino Unido no apoyará las sanciones ni bloqueará el rublo en el mercado británico.

Rusia aguarda la mínima provocación de palabra o de hecho de los militares en Crimea o de las nuevas autoridades ucranianas- a las que no reconoce- para realizar un ataque en regla contra otras zonas en el este y sur del país.

El primer ministro interino Arseny Yalsenyuk ha instado a Moscú a retirar sus tropas y ha calificado el despliegue militar ruso en Crimea como "una declaración de guerra".

Ucrania carece de una tradición democrática y hasta que Yanukovich se negó a firmar con la UE en favor de Rusia, sus ciudadanos no se preocupaban mucho por la política. El intento de alejamiento de Bruselas al negarse a firmar el acuerdo en noviembre pasado tuvo el "tufillo" de que se hallaban de nuevo bajo el paraguas "soviético", algo que la mayoría de la población no desea.


La pregunta a estas alturas de la crisis es si Estados Unidos y Europa estarán dispuestos a romper hostilidades con Rusia por Ucrania, cuando la cosa vaya a peor y lo hará, y enfrentarse a un Putin que les pondrá muy difícil lo de la acción diplomática y la moderación.


sábado, 1 de marzo de 2014

Venezuela: el fracaso del chavismo al desnudo



Por Mirta Balea

La fractura social en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro apuesta tan solo por la represión, muestra más claro que cualquier artículo o discurso previos el fracaso del modelo económico impuesto al país por el Partido Socialista Unificado (PSUV), creado por el fallecido Hugo Chávez, a imagen y semejanza del sistema cubano.

Los venezolanos que se han echado a la calle no son masas enardecidas aclamando al "chavismo", son miembros de una sociedad cansada de esperar el milagro de los panes y los peces prometido por el gobierno desde hace unos diez años.

En los videos, que circulan por Internet, gabados muchos por la misma población, muestran a hombres y mujeres de la clase media y de los estamentos sociales más pobres, a quienes los "socialistas" del siglo XXI tenían por un rebaño que jamas los cuestionaría. Incluso, para evitar los brotes de esta naturaleza, Chávez y Maduro creyeron que amordazar a la prensa sería suficiente.

El gobierno le ha colgado a los manifestantes etiquetas tales como "fascistas", "traidores a la patria", un recurso muy utilizado por el régimen de los hermanos Castro; se atreve a apresar y juzgar, nada menos que en un autobús, a uno de los opositores, Leopoldo López, que ha brillado con luz propia en los últimos acontecimientos; y echa mano a la frase maniquea de los revolucionarios fracasados de América Latina de que Estados Unidos está detrás de las protestas como si hablara de un control mental teledirigido.

Maduro ha reprimido con saña, sacando a la calle a todos los cuerpos uniformados e inyectando impunidad en el quehacer de fuerzas paramilitares, llamadas por Chávez bolivarianas; ha pedido ayuda a Cuba, que envió cientos de sus experimentados agentes "del orden" para que las masacres tengan un mejor adiestramiento de parte de los verdugos.


El destacado periodista cubano en el exilio, Carlos Alberto Montaner, se ha encargado de poner voz a esta fechoría en su blog.

http://www.elblogdemontaner.com/cubano-instruyendo-guardia-nacional-venezolana-para-que-reprima-eficazmente-sonido/

Los venezolanos protestan contra la inflación galopante, el desabastecimiento, que se extiende a productos de primera necesidad, la inseguridad ciudadana, que se ha visto quintuplicada con el "chavismo", y han vuelto a exponer ante el mundo -pese a lo que han venido diciendo los "socialistas del siglo XXI"- que la estatalización de la economía es un rotundo fracaso. 

Como si el ejemplo de los países de Europa del Este no resultara suficiente, sin dejar de mencionar el anclaje económico exhibido en Cuba u otros, que se han atrevido a poner en práctica este modo de control, lo que les ha impedido despegar.

Al menos 13 de los 23 Estados venezolanos están en pie de guerra desde hace semanas y Maduro y sus más allegados siguen sin darse cuenta de la situación o simulan no hacerlo, aunque ayer conmemoraron el "caracazo".

Esta fue una suerte de rebeldía nacional convocada por Chávez hace 25 años y que el gobierno celebró con el decreto de dos días de asueto, convertidos en seis, que no han servido para calmar los ánimos, como era su propósito.

La asonada golpista de Chávez contra el presidente Carlos Andres Pérezm tomando como pretexto los efectos de una mala administración, sacó a la calle -tal y como pasa ahora- a un millón de venezolanos, reprimidos a sangre y fuego por la policía y los militares -como hace también el gobierno de Maduro.

El gobernador de Miranda y ex-candidato a la presidencia, Henrique Capriles, ha querido evitar desde el principio un estallido social, que podría derivar en guerra civil incontrolable, al considerar que no es la vía adecuada para dar un giro a la situación imperante ni para que otro político acceda al poder.

A propósito del aniversario del "caracazo", destacó, durante un discurso en la avenida Francisco de Miranda, que sobrepasó todas las expectativas de la convocatoria, que las condiciones que lo provocaron están presentes hoy.

Recordaba con esta frase cuando hace 25 años los habitantes de los barrios más pobres de la capital venezolana (grupos sociales que supuestamente hoy apoyan al "chavismo"), se abalanzaron sobre la ciudad en un frenesí de saqueo y rapiña, terminado en un baño de sangre y muerte.

Capriles rechazó, como otros importantes líderes opositores, la convocatoria de Maduro al palacio de Miraflores para un "diálogo de paz". El presidente dio este paso muy a su pesar para ganar tiempo y presionado por un sector del "chavismo" que no le apoya.

Capriles pidió en cambio la realización de una conferencia de los presidentes de las naciones integrantes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) para hallar soluciones, entra las que descarta la permanencia en el puesto de Maduro.

El bando menos moderado, más combativo, de la oposición, cuenta con López y la destacada voz de la diputada María Corina Machado.

Esta mujer hizo que las mujeres se adueñaran de la calle hace apenas 48 horas cuando salieron vestidas de blanco para protestar por la situación de miseria en el país y contra el apresamiento de al menos 100 personas participantes en las manifestaciones.

Vestirse de blanco ha sido un remedo de la lucha pacífica, no exenta de riesgos personales, de las mujeres hijas, madres y esposas de los presos políticos cubanos, que cada semana salen el domingo a protestar contra el "castrismo", mientras acuden a rezar a la Iglesia.

Las protestas en Venezuela han dejado un saldo de 16 muertos y cientos de heridos, algo que la moderación de Capriles no debería pasar por alto. Al final, tendrá que ponerse las pilas para que no le sobrepasen en liderazgo López, Machado o el propio alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos.

El edil ha sido el líder de la rebelión en Táchira, donde se iniciaron las protestas de los grupos estudiantiles, que se han acercando hasta la crisis actual. Los "chavistas" quieren echarle el guante, pero no han podido.

El papa Francisco, como era de esperar por su condición de hombre de paz y de esperanza, ha llamado al diálogo y a la reconciliación entre venezolanos, pero tal y como se presentan las cosas resultará muy difícil si Maduro sigue en el poder.

Un "chavista" no muy afín al presidente, el gobernador de Táchira, José Mora, ha reconocido públicamente el "exceso" de celo en los uniformados al reprimir a los estudiantes en las barricadas de San Cristóbal. 

Luego se desdijo ante la televisión nacional porque señaló que su intención no era perjudicar al PSUV, que al parecer es lo primero entre sus militantes, más allá de cualquier consideración humana sobre la política represiva aplicada por el gobierno.

Mora, entre sus señalamientos, había exhortado al gobierno a "mandar a casa a todos los presos" entre los participantes en las macro manifestaciones que acaban de entrar en su cuarta semana.

María Corina Machado, al tomar la calle junto a las damas de blanco venezolanas, lanzó un mensaje de esperanza a Cuba y de paso desbloqueó el signo de igualdad entre los nacionales, tanto dentro como fuera del país, y el régimen "castrista" por la participación en la represión de los militares cubanos.

Expresó que la lucha actual no es solo por Venezuela, sino, también, por la libertad en la mayor isla de las Antillas.

La diputada fue incisiva al decir que "quienes creen que la única opción es esperar al 2015 o 2019 para competir en las elecciones subestiman la capacidad del gobierno (chavista) para aniquilarnos (a la oposición)", con lo que trazó una línea frente al conservadurismo mostrado hasta el momento por Capriles.

En 2010, fue la diputada más votada y es una espada afilada en la Cámara contra el régimen. La Mesa Nacional, que agrupa a los mayores partidos de la oposición, escogió, sin embargo, a Capriles como candidato a la presidencia, quien perdió por una exigua mayoría ante Maduro en las últimas elecciones.

En este momento, no es que pueda hablarse de un líder único de la oposición en Venezuela. Las manifestaciones, en sus inicios, fueron impulsadas por Organizaciones No Gubernamentales, y los partidos tradicionales no tuvieron mucho que decir.

Estados Unidos se ha circunscrito a pedir a Maduro - con una timidez que asombra-, la retirada de la policía y los militares de las calles, que deje a la población expresarse libremente e inicie el diálogo con la oposición, algo que nadie en la oposición quiere a estas alturas.

El Parlamento europeo ha pedido al gobierno de Caracas que desarme y disuelva de inmediato a los grupos armados descontrolados (lo que se conoce como paramilitares "chavistas"). Estos han salido a patrullar por las calles, disparando a mansalva a los manifestantes dentro de la más absoluta impunidad.

Estos grupos de civiles armados, creados por Chávez para establecer un bloqueo institucional a cualquier amago de rebeldía, son los que en estos años se han llevado a los opositores a los cuarteles para torturarlos y silenciarlos para siempre, al más puro estilo de las tristemente célebres dictaduras del cono sur americano en los años 70 del pasado siglo.

Europa ha recordado a Maduro su obligación de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, con independencia de sus opiniones políticas o filiación.

Los estudiantes han ideado en estos días dar un giro a las formas de protesta instalando barricadas en las calles, lo que les permite retirarse cuando vienen los militares y regresar una vez que se han marchado. A estos últimos, les resulta muy difícil retirarlas todas.

Con este método, se han logrado colapsar importantes urbes como Mérida y la propia Caracas. 

El ministro de Relaciones Exteriores de Maduro y, antes vicepresidente con Chávez y jefe de su diplomacia, Elías Jaua, ha salido a "zapatear" por América Latina para pedir apoyos.

Esta idea del "chavismo" ha surgido después que la Organización de Estados Americanos, con Ignacio Insulsa al frente, no ha podido siquiera encontrar un consenso para reunirse y denunciar la masacre contra la población venezolana.