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sábado, 19 de marzo de 2016

El acuerdo contra los refugiados en Europa entrará en vigor este domingo.

La amplia sonrisa del primer ministo turco Ahmet Davutoglu, junto a los jefazos de la Union Europea

Por Mirta Balea

La Unión Europea (UE), incapaz de conformar una política migratoria común, ha confiado en la capacidad de Turquía para contener la crisis dentro de sus fronteras pagando mucho dinero al gobierno de Ankara, junto a otras prebendas. Cuando la gente desesperada intenta que le echen una mano, Europa responde enviándolos de vuelta.

La sonrisa de satisfacción del primer ministro turco Ahmet Davutoglu, junto a Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, firmantes del acuerdo, muestra quien ha sido el mayor beneficiado. Ankara se ha asegurado además en este regateo el silencio de los líderes europeos ante el deterioro de los derechos y libertades en Turquía.

El presidente de España, Mariano Rajoy, quien llevó una posición consensuada con el Congreso de Diputados, aseguró que se hicieron los ajustes pedidos como dejar de lado las expulsiones masivas, tramitar individualmente las solicitudes de asilo y pedir garantías de respeto a los derechos humanos para quienes sean devueltos a Turquía a partir de este domingo.

La eurodiputada Iratxe García señala que los partidos políticos españoles estarán muy vigilantes de que estas modificaciones al pre-acuerdo se cumplan escrupulosamente. La legalidad de lo acordado sigue siendo la punta de lanza porque se violan leyes internacionales y de la propia UE por mucho que hayan querido los juristas de Bruselas maquillar el documento.

Turquía recibirá 3 mil millones de euros, que podría llegar al doble, según lo acordado, para garantizar que se mantenga el problema fuera de Europa. Los turistas turcos gozarán de una exensión de visados para Europa y la UE ha prometido que reanudara las conversación para la adhesión de ese territorio al club. Chipre había amenazado con vetar el acuerdo si estas charlas iban más allá de la solución de temas financieros y presupuestarios.

Amnistía Internacional y otras organizaciones humanitarias y de derechos humanos han advertido que Turquía no es un país seguro, como afirma el acuerdo de la UE. Los turcos devuelven habitualmente a los refugiados a Siria, disparan contra ellos en la frontera y le niegan a los niños el derecho a asistir a la escuela. Estas personas carecen además de estatuto concreto legal para reclamar cualquier derecho.

Los líderes europeos no parecen entender que la falta de vías seguras y legales para la entrada en Europa de personas venidas de zonas de conflicto les obliga a poner sus vidas en manos de las mafias, incluidas las turcas. La comunidad internacional ha sido incapaz de dar una solución viable a la guerra en Siria, que ha cumplido su quinto año, y la UE piensa que este acuerdo inmunizará al club de que la crisis migratoria siga adelante.

Hablamos de una guerra que ha desplazado a 11 millones de personas, de estas 7,5 millones son niños, que no asisten a clases desde hace cinco años y constituyen un caldo de cultivo para los grupos integristas islámicos. Estas fuerzas perpetran constantemente crímenes de guerra y contra la humanidad en Siria, al igual que las fuerzas regulares del régimen de Bashir Al-Assad, que se niega  a abandonar el poder. Cuando un conflicto como este presenta trazas de impunidad, tiende a perpetuarse y esto es lo que ocurre ahora mismo.

La política de apertura a los refugiados impulsada por la canciller alemana Angela Merkel, con intereses muy definidos, le ha estallado el pasado fin de semana en la cara. En las elecciones regionales o de los landers se ha registrado un aumento de votos rozando un 25% del partido xenófobo Alternativa para Alemania, creado en 2013 con un discurso anti-inmigración. Esta cifra le ha garantizado entrar en varios de los parlamentos de al menos tres localidades y les ha desbrozado el terreno para hacerlo a nivel nacional. 

Este ha sido el primer examen electoral de Merkel tras la llegada de un millón de refugiados por su efecto llamada. Unos 50 mil millones de euros de las arcas públicas serán destinados hasta 2017 a la subsistencia de dos de cada cinco refugiados. La mayoría no ha podido acceder al mercado laboral por la barrera del idioma y problemas de integración de lo que han sacado provecho los de Alternativa para Alemania.

La irrupción de este partido es algo mas que un toque de atención a Merkel, a su partido conservador CDU y a sus socios socialdemócratas del SPD, es también una refutación a la política migratoria del gobierno de coalición. La canciller cree que el problema no es la crisis de refugiados sino que a estas alturas no haya una solución viable y ha impulsado el acuerdo con Turquía, como forma de aplacar los ánimos de sus electores.

Cuando Merkel decidió abrir sus alas a los refugiados, la medida escondía la preocupación por un acontecimiento previsto para finales de este año: la entrada de China de pleno derecho en la OCDE. Esta es una tesis manejada por varios políticos teniendo en cuenta que ambos son los mayores socios comerciales en Europa. El gobierno de coalición alemán habría previsto lo que se presentará en el futuro como una diferencia de competitividad.

Merkel tomó medidas colaterales al acoger a otras 800 mil personas, que se sumarían al millón previamente radicado en territorio alemán como mano de obra barata. La decisión fue muy consensuada porque al propio tiempo que había una llamada, se bloqueó el salario mínimo alemán para impedir un incremento desproporcionado de la productividad respecto a los chinos. La medida iba acompañada con una disposición de que los refugiados, durante cinco meses, trabajaría por debajo del salario mínimo.

De los dos millones de refugiados sirios en Turquía, la mitad son mujeres y niños, carentes de protección legal alguna, y Bruselas solo ha ofrecido hasta ahora 72 mil plazas. Grecia, que es el otro país entre los que más refugiados acoge, está desbordado. Tienen 40 mil  y planean abrir otros campamentos para darles un modo de vida más digno. 

De esta cantidad, 12 mil están en Idomeni, en la frontera con Macedonia, en medio del barro, sin tiendas de campaña más que las trajeron consigo o han logrado obtener de las organizaciones humanitarias, sin comida ni agua, sin asistencia médica.

Los refugiados son conscientes de que Europa les ha dado la espalda. Los voluntarios repartieron panfletos hace unos días para informarles de que la frontera con Macedonia no se va a abrir. Hartos de esperar, un grupo intentó cruzar el río que separa los separa de su objetivo, en busca de vías alternativas, pero fueron rechazados por las fuerzas de seguridad que rodean el campamento. Su destino ha sido y sigue siendo Alemania.

La mayoría de líderes europeos dicen que no permitirán que la ultraderecha determine sus políticas a nivel nacional, pero lo cierto es que esto es lo que está ocurriendo y el más reciente ejemplo es Alemania. El acuerdo migratorio aprobado en la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE este viernes cambia la política europea en materia de refugiados, provoca tensiones entre los socios y ha sido denunciado reiteradamente como ilegal por organizaciones internacionales como la ACNUR. La fórmula de que Turquía sería un país seguro para devolverlos ni tiene encaje legal ni convence a nadie.

Los socios europeos han vertido críticas en los últimos días sobre las concesiones a Ankara porque no todos reconocen la capacidad de ese gobierno de cumplir con lo pactado. Otros han puesto de relieve que las contrapartidas en capital son excesivas y crean agravios comparativos con otros socios, como son los casos de Grecia e Italia, que también tienen un buen número de refugiados en sus territorios. En los despachos de Bruselas, la cantinela era la misma "no hay alternativa" y el pacto "seguirá adelante", como así ha sido a pesar del maquillaje de última hora.

Medicos sin Fronteras y Médicos del Mundo están alertando de una importante crisis sanitaria, con enfermedades propias de la I Guerra Mundial como los pies de trinchera, debida entonces a que los soldados pasaban tiempo en el barro de las trincheras. En Idomeni, el añadido a esto son diarreas, hipotermias, congelaciones o amputación de miembros. No hay equipamiento médico ni cirujanos y esto obliga a llevarlos a centros sanitarios cercanos, que están colapsados. Todo está en manos de las ONG, porque los gobiernos se han desentendido del drama humanitario.

domingo, 13 de marzo de 2016

Los partidos españoles siguen enrrocados sobre la investidura de un gobierno.



Por Mirta Balea

El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ha enviado hoy un mensaje rotundo al Partido Socialista Obrero Español (PSOE): no apoyara la investidura de un gobierno socialista porque ha sido su propia formación la más votada en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre.

En la ciudad de Pontevedra, ha reiterado su oferta al PSOE de un "gobierno de coalición, presidido por el PP" como la opción más "coherente de estabilidad política para España". El presidente en funciones aseguró "no vamos a propiciar, de ninguna manera, que quien ha perdido las elecciones, sea el presidente del gobierno".

Rajoy ha vuelto a su cuna política, donde fue concejal, presidente de la Diputación y diputado durante varias legislaturas, donde fue agredido también durante la campaña electoral de diciembre y donde el ayuntamiento  le ha declarado "persona no grata" con los apoyos de PSOE, el BNG (partido nacionalista gallego) y Marea por Pontevedra (uno de los guiones de Podemos).

El Faro de Vigo publica hoy una carta de Rajoy en la que dice que nunca renunciará a esa ciudad, donde estudió, se casó, comenzó su carrera política y en la que espera volver a vivir y morir dentro de "muchísimos años". Cuando se cumplen 20 días de que el Consistorio lo calificara de persona no grata, tiene la esperanza que algún alcalde revise en el futuro próximo esa decisión.

El calendario avanza a nivel nacional con los partidos enquistados en sus posiciones e imposibilitando la investidura de un presidente de gobierno. Dentro de 50 días vencerá el plazo de disolución de las Cámaras y el jefe de estado deberá convocar nuevas elecciones si no hay acuerdo. En esta última semana, no se ha registrado ni un solo movimiento en favor de evitarlo.

El PSOE habla de forma general de un "gobierno del cambio", Ciudadanos -con un pacto firmado con esta formación- ve a Rajoy como el principal escollo para una coalición y Podemos insiste en una vigilancia cercana de un hipotético gobierno en coalición con los socialistas.

Han transcurrido nueve días de la investidura fallida de Pedro Sanchez, candidato del PSOE, y Podemos sigue exigiendo formar parte del gobierno y da portazo al acuerdo socialista con Ciudadanos. Esta misma semana, cuatro partidos de la izquierda en el Congreso, no lograron reunirse porque Podemos veta a Ciudadanos y PSOE no lo acepta.

El resumen es sencillo: nueve días y cero reuniones. El vocero del PSOE en el Senado, Oscar López, habla de partidos que bloquean y de partidos que tienden la mano, refiriéndose a Podemos y a su propia formación, en ese orden.

La falta de gobierno ha trastocado también la agenda de los reyes de España, que han cancelado desde el pasado 2 de febrero varias visitas programas al extranjero. El gobierno en funciones cree que el jefe de estado no debe ausentarse varios días ante la posibilidad de que pueda alcanzarse un acuerdo.

El ministro en funciones de Hacienda, Esteban Montoro, ha apuntado que la inestabilidad política ha comenzado a notarse en la recaudación. Lamentó que haya gente que quiera formar gobierno solo por formarlo, sin importarle por qué.

"Hay representantes políticos que les dan igual las políticas, están todo el día buscando con quien ennoviarse o casarse y lo único que dicen es que hay que cambiar las políticas. ¿Pero hay que cambiarlas en que sentido? ¿Para perjudicar la recuperación económica?", ha puntualizado en un tono de enfado.

Francisco González, máximo representante del BBVA, uno de los dos bancos más importantes del país con proyección internacional, pide estabilidad y la formación de un gobierno cuanto antes. "España ha creado un millón de puestos de trabajo en los últimos dos años, a este ritmo se podría tener menos de un 10% de paro para el 2020, pero para eso se necesita estabilidad política, gobiernos que pongan en practica políticas realistas, no utopias, que lo único que hacen es engendrar frustración en los ciudadanos".

El techo de las elecciones se le está haciendo muy largo a todos los partidos y han comenzado a salir documentos en relación a Podemos que ponen en duda de que puedan seguir presumiendo de ser los más limpios, puros, honestos y transparentes. El último informe interno conocido habla de los problemas fiscales de Juan Carlos Monedero, uno de los co-fundadores, que decidió hace un año salir de la ejecutiva. 

El diario digital El Confidencial ha publicado el texto en el que se reconoce que estuvo mal el cobro por Monedero de 425 mil euros por un informe al gobierno de Venezuela por el que tributó como empresa en vez de hacerlo como persona física para ahorrarse de pagar más dinero al fisco.

"La realidad es que Monedero pensaba conseguir mas pasta para seguir pagando la Tuerca y financiarla durante ese tiempo con la pasta que había ganado por ese informe. Esto está fiscalmente mal, pero es muy noble. No hay que decirlo, porque además estamos aun pendientes de la estrategia de 2014", dice el informe.

De cara a las elecciones, el panorama político no presentaría variaciones sustanciales de verse anticipadas, pero la abstención sería muy alta, la decepción llegaría a tal grado que mucha gente se quedaría en su casa. Podemos no daría entonces el sorpasso que todos creen y sus simpatizantes podrían pasarle factura por no haber tendido la mano a Sánchez. 

El secretario general del PSOE esgrimió cuestiones personales para no asistir este sábado al Congreso de la Unión General de Trabajadores en el que fue elegido el nuevo secretario general. Ningún líder socialista había estado ausente de tal acontecimiento dada la vinculación histórica entre ambas formaciones. Los rumores apuntan a que el designado, Josep María Alvarez, no cuenta con su beneplácito.

Tampoco con el del saliente secretario general de la UGT, Cándido Mendez, que se ha jubilado. Esto tiene que ver con la posición de Alvarez en favor del derecho a decidir en Cataluña.

Aunque ganó su liderazgo por un mínimo de votos frente al otro candidato en lisa, se espera un vuelco tremendo en la política de UGT. Por lo pronto le ha dado un tirón de orejas a los partidos de izquierda en el Congreso diciéndoles que "se dejen de tonterías" y arrimen el hombro. 

Los ex-presos políticos de la banda terrorista vasca ETA han tenido  hoy también sus cinco minutos de gloria en los medios, como diría Warhol, al traspasar lo que ha sido hasta ahora una de sus líneas rojas históricas. Unos 500 reclusos han respaldado un comunicado en el que se les anima a conseguir beneficios penitenciarios por cauces legales.

Esta misma semana se publicó una encuesta realizada entre los vascos que trajo una gran sorpresa. Solo un 18% apoya la independencia, frente a un 38% que lo hacía hace relativamente poco tiempo.

La formación Bildu, que gobierna en varias localidades de País Vasco y vinculada al independentismo, ha propuesto como su candidato para las próximas elecciones locales a Arnaldo Otequi. Había transcurrido tan solo una semana de que fuera liberado de la cárcel por pertenencia a banda arma. La sentencia venía acompañada en su momento de la prohibición para ejercer cargo público alguno hasta el 2021.

A pesar de todos los desencuentros, la Cámara Alta está interesada en consensuar, con el gobierno en funciones, una posición española en política migratoria a las puertas de la cumbre europea de la próxima semana en la que los jefes de estado y/o gobierno lanzaran su acuerdo para dar una solución al problema, que ha empezado a sobrepasar a todos los socios.

El propósito del encuentro es ratificar el pre-acuerdo de la pasada semana en el que se pretende solventar la crisis de los refugiados encerrándolos en Turquía, a la que se proporcionaría 60 millones de euros. Podemos y PSOE han demandado la comparecencia de Rajoy con vista a consensuar una posición oficial nacional.


El acuerdo ha dado un giro de 360 grados a la política europea en materia de refugiados y provocado tensiones entre los socios y ha eliminado también, de un plumazo, el derecho de asilo en la práctica. Algunos dudan de que pueda salir adelante ante las lagunas legales que presenta, denunciadas por diversos organismos internacionales y de que Turquía sea el país idóneo para este tipo de trato.

Los juristas del Consejo Europeo han trabajado sin descanso para que Turquía califique como país seguro y para buscar el modo de dar legalidad a la devolución de los refugiados. A muchos líderes europeos les parecen excesivas las contrapartidas, pero si nada lo evita el pacto se llevará adelante a cualquier precio.


Relacionar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2016/03/de-las-luchas-internas-de-los-partidos.html
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jueves, 10 de marzo de 2016

DE LAS LUCHAS INTERNAS DE LOS PARTIDOS COMO FORMA DE FORMAR GOBIERNO.



Por Mirta Balea

Cuando sigue corriendo el reloj hasta la fecha límite del 2 de mayo para un pacto por la investidura de un nuevo gobierno en España, los medios de comunicación comienzan a airear las discrepancias en el seno de Podemos y apuntan a una batalla ideológica entre sus dos cabezas visibles: el secretario general Pablo Iglesias y su segundo al mando, Iñigo Errejón.

El secretario de organización de la formación, Sergio Pascual, ha negado que tal debate ideológico esté teniendo lugar, aunque hubo de admitir la preocupante dimisión en cascada de miembros de Podemos en Madrid en lo que va de semana y problemas en Galicia, Cataluña, País Vasco.

La fractura tiene mucho que ver con las decisiones de gran calado, que, un partido de apenas tres años de constituido, ha debido tomar y tomará aún en los próximos dos meses respecto a la investidura de un nuevo gobierno en España.

Las alternativas que se le presenta a la formación política emergente pueden reducirse a dos elementos entre los que deberá escoger. Si acepta jugar a la política, como se ha hecho siempre, y participar en las instituciones o dinamitar cualquier posibilidad de acuerdo con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que intenta la investidura para su candidato Pedro Sánchez, y con esto provocar la convocatoria de elecciones anticipadas.

Unos tuits ayer de Iglesias, Errejón y otros líderes del partido estuvieron muy cargados de tono en el objetivo de culpabilizar al PSOE por la publicidad recibida por la fractura interna. Una opinión interesada en la misma dirección la dio esta misma mañana, a la entrada del Congreso, la vicepresidenta de la Cámara Baja y militante del Partido Popular (PP), Celia Villalobos.

Podemos tuvo una gran crisis hace casi un año, muy sonada, cuando uno de sus fundadores, Juan Carlos Monedero, decidió renunciar a la directiva por diferencias con Iglesias. En entrevistas posteriores le ha acusado de "soberbia intelectual". Parece difícil que alguien crea que no hay fracturas en un partido con "dos almas", como él mismo lo ha calificado.

La dimisión del numero tres de Podemos en Madrid ha puesto al descubierto ciertos asuntos. Emilio Delgado habla de falta de democracia interna. En Galicia, hay una gestora nombrada por la dirección nacional, denunciada por el líder local de la formación, Breogan Riboó, como un intento de ahogar las críticas por la gestión de Iglesias. El gallego echa de menos una organización más participativa.

En Cataluña, más de lo mismo. Su sector más crítico quiere independizarse del centro y crear un partido propio y en País Vasco han debido renovar su dirección para aplacar las críticas.


Las diferencias y el deterioro de la imagen aparecen en documentos secretos que ahora se están conociendo. Hay uno en que se critica el "agotamiento del discurso" y el "endiosamiento" y "arrogancia" del líder. En sus apariciones públicas, escoltado por los suyos, da a veces la sensación de ser inaccesible.



Hay un sector anticapitalista en Podemos, que ayer sacó un comunicado en el que evaluó como políticamente estéril seguir emplazando al PSOE para la formación de un gobierno fuerte por el "cambio".

El grupo, cuyas cabezas visibles serían el eurodiputado Miguel Urban y la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, solo ve dos salidas, gran coalición de izquierda o elecciones anticipadas. En cualquier caso, llama a estar preparados para organizar la respuesta y crear las mejores condiciones para afrontar ambas posibilidades.

Monedero intercambió opiniones con varios periodistas en los pasillos del Congreso para echar leña sobre la fogata en la que se quema el PSOE por su supuesta culpa en lo que vienen sacando a relucir los medios de comunicación.


El portavoz de la organización Antonio Hernando lo negó rotundamente y reiteró el respeto por los problemas que internamente aquejen a cualquier partido. Sanchez volvió a tender la mano a un pacto transversal de gobierno en el que estarían también fuerzas independientes.

El grupo anticapitalista de Podemos tiene un claro talante trotskista y ve a los posibilistas del acuerdo como revisionistas de las posiciones políticas de la organización, nacida al calor de las protestas populares de hace unos cuatro años en el centro de Madrid. Una imitación clara de la llamada primavera árabe, que no impidió al PP obtener mayoría absoluta en 2011.


El PP ha presentado también fisuras en sus filas desde que el ex-presidente de Murcia, Alberto Garre, dijera a la prensa que el secretario general Mariano Rajoy, presidente del gobierno en funciones, debería irse o echarse a un lado para que se pueda lograr una investidura.

Hay muestras evidentes de que no todo el personal del PP va ciegamente tras su líder, empeñado en repetir legislatura, aunque no cuente con apoyos, y que de ningún modo desea coronar a Sanchez. Parece más un empeño personal, que un ímpetu hacia lo que sería mejor para su formación política.

Hasta que habló el murciano, cerraba filas alrededor de su líder, pero hoy las cosas no brillan con tanta nitidez. A las críticas de Garre se han sumado otros militantes a pesar del cúmulo de voces de ministros y de la propia vicepresideta Soraya Saenz de Santamaría que se les han echado encima para tapar el cráter, diciendo que si alguien genera consenso es Rajoy.

PSOE y Ciudadanos, que habían pactado un acuerdo para la investidura de Sánchez, a quien le resultó imposible encestar en dos vueltas, están por la labor de ampliarlo e incluir a las fuerzas que lo deseen, pero al parecer Podemos encabeza la resistencia por la izquierda y PP por la derecha. Este documento podría clasificarse, con sus 240 puntos, como una conciliación centrista y liberal.

Podemos pide dialogar únicamente con PSOE, sin Ciudadanos, al que está empeñado en ignorar como fuerza política. PP desea sentarse por separado con estas formaciones, que ya dijeron irán juntas con su acuerdo a cualquier negociación, y veta radicalmente a Podemos.


Una mesa negociadora convocada por Podemos, en la que habrían podido estar también PSOE, En Común Podem, Compromis e Izquierda Unida zozobró antes de sentarse los participantes. Los socialistas no comparecieron porque se había excluido a Ciudadanos e Izquierda Unida decidió no participar si los socialistas no lo hacían porque a su juicio no habría nada que discutir.

En esta mesa fallida de la izquierda, hubo al menos una voz discrepante, la del portavoz de Compromis, Joan Baldovi, quien acepta la presencia de Ciudadanos porque lo importante-dice- es dialogar.


Los líderes políticos españoles, elegidos para un nuevo mandato, solo han intercambiado hasta el momento cartas, invitándose mutuamente a negociar, pero dejando claras las líneas rojas.


Como elemento adicional y perturbador a todo lo que está ocurriendo alrededor de los intentos de investidura de un nuevo gobierno, la Unión Europea envió ayer un memorando dando un tirón de orejas por los desequilibrios macroeconómicos, el nivel altísimo de paro y de deuda pública y exigiendo una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral y los ajustes realizados durante la pasada legislatura.

Bruselas considera a las Comunidades Autónomas como el principal foco del desvío del déficit y cree que no se está haciendo nada para evitarlo. La comisión es consciente de que el gobierno está en funciones y no puede tomar grandes decisiones en política económica, pero habla de que se utilicen las "herramientas aprobadas" en la pasada legislatura.

Incide en aplicar de manera rigurosa la ley de estabilidad presupuestaria, para regular el gasto regional. La carta europea supone un nuevo aviso, una nueva forma de aumentar la presión sobre España para que afronte sus compromisos porque las cuentas no cuadran y sin nuevas medidas volverá a incumplirse el déficit.


Dos meses y dos investiduras después, los líderes políticos siguen dando el cante, siguen sin avanzar, no hay reuniones y se culpan unos a otros por el inmovilismo.

martes, 8 de marzo de 2016

Desparece en Europa cualquier pizca de humanidad hacia los refugiados


Por Mirta Balea

La Unión Europea (UE) intenta frenar la ola de refugiados encerrándolos en Turquía. Los países miembros acordaron darle 6 mil millones de euros y otorgarle algunas importantes concesiones históricas a Ankara a cambio de mantener dentro de sus fronteras un problema al que no desean enfrentarse.

Todos los emigrantes llegados a suelo europeo a partir de la firma de este acuerdo serán devueltos a Turquía, independientemente del país del que procedan y de si tienen derecho a asilo. Y esto es lo que genera muchas dudas, sobre todo en Amnistía Internacional y ACNUR, porque incluye a los sirios, que según las leyes europeas, tienen derecho de asilo al huir de un país en guerra.

Estamos presenciando la mayor hipocresía de la que son capaces los líderes de una Europa con "raíces cristianas", humanitaria, solidaria, un argumento que les ha servido para impedir precisamente la entrada de Turquía en su distinguido club. Además del dinero por taponar la frontera, Ankara ha logrado eliminar el visado para sus ciudadanos a Europa y acelerar las negociaciones estancadas sobre su eventual adhesión a la UE.

En una noche de insomnio, se han cargado de un plumazo todo el acerbo en materia de asilo, entre ellos la Convención del Estatuto del Refugiado, de 1941, pactada cuando tenían en la retina la II Guerra Mundial. Y lo mismo ocurre con la Carta de los Derechos Fundamentales. Los europeos tienen directivas en las que ha quedado establecido el asilo individual, caso por caso, y las expulsiones masivas están prohibidas.

El presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, intentó explicar que en esas disposiciones figura la salvedad en cuanto a que si un país es considerado seguro para realizar la expulsión, que no es el caso de Turquía. El gobierno turco ha incumplido requisitos mínimos, como es proporcionar un estatuto de protección internacional a los refugiados, que suman millones en su territorio.

Dentro de poco el camino de estos emigrantes será de ida y vuelta, sean refugiados o simples emigrantes, se devolverán a territorio turco. Por cada refugiado que Turquía reciba de vuelta desde Grecia, otro será enviado desde Turquía a la UE de forma "legal", uno por otro. El que se arriesgue a coger una barca - según Juncker- será devuelto y colocado al final de la lista de reasentamiento, es decir, que se les castigará severamente.

Los líderes no tocaron siguiera de pasada la coordinación de una política de asilo en la que cada estado asuma una cuota de responsabilidad y deber cívico. Se ha preferido pasar por alto las cuotas asignadas  previamente a los estados y echar tierra sobre la ruta de los Balcanes. En estas, España tendría que haber asumido a unos 17 mil refugiados, pero de momento solo ha tenido capacidad para 18.


La UE pretende justificar la devolución masiva de refugiados a Turquía porque "apuesta por las vías legales", aunque todo lo acordado viola frontalmente su propia legislación, asumida cuando pretendían proteger a sus nacionales de los efectos de una devastadora guerra. Acogerán a ciudadanos sirios, pero solo a los traídos desde territorio turco. 

Cuatro pateras, llegadas esta mañana a la isla griega de Lesbos, de momento, se han salvado del acuerdo y Grecia les ha dado cobijo. El gobierno de Atenas está construyendo 15 centros, insuficientes para las 36 mil personas atrapadas en territorio heleno. Las opciones son solo dos, ir a Turquía o permanecer en el campamento. Las ONG han denunciado que el 70% de los niños está enfermo.

Naciones Unidas ha advertido que la decisión de expulsar a los emigrantes es contraria a la Convención Europea de Derechos Humanos y hace notar que mientras exista un estado de guerra en Siria la entrada de la gente no podrá detenerse.

En tanto en los despachos deciden su suerte, los huídos esperan en condiciones infrahumanas, cada vez más duras, la oportunidad de seguir su camino en la frontera entre Grecia y Macedonia. Hay unas 16.000  personas agolpadas en el puesto fronterizo de Idomeni, algunas durmiendo al raso desde hace 14 días. Los servicios médicos y las medicinas son insuficientes y para conseguir un diminuto bocadillo deben hacer horas de cola. De eso se aprovechan las mafias para venderles comida por precios exorbitantes y la policía no lo impide. 

El campamento carece de tiendas de campaña, salvo que las hayan traído los propios refugiados, que solo cuentan con lonas para protegerse de las inclemencias del tiempo. Carecen de luz y anoche, bajo un aguacero torrencial, cundió el pánico en Idomeni cuando los padres buscaban a sus hijos en medio de las tinieblas. Se sabe que un niño murió en esas horas. 

El objetivo de la mayoría es avanzar hacia Alemania y soportan todo lo que les echen. Pagando a Turquía, Europa se ha deshecho, si cabe, de su última pizca de humanidad en favor de una ultraderecha cada vez más reaccionaria, ante la que claudican los partidos para no perder las próximas elecciones. Hay temor, sin dudas, en las poblaciones de esos países a la oleada de gente diferente y a que puedan colarse terroristas y esto bloquea la mente de la gente y las hace presa de las políticas más descabelladas, como el pacto alcanzado hoy.

Los medios españoles recordaron que en el pasado siglo cientos de sus parientes tuvieron que huir a otros países por las mismas razones que los sirios y otros pueblos lo hacen hoy: la guerra. La respuesta de Europa ha sido hacinarlos y que se queden en Turquía, que a fin de cuentas todavía no es suelo Europeo y con eso se curan en salud.

sábado, 5 de marzo de 2016

España a 58 días de derogar las Cortes

Por Mirta Balea

Quedan 58 días para que el rey Felipe VI, como jefe del estado español, derogue las Cortes y convoque elecciones para finales de junio si algún partido no logra los apoyos necesarios para investir a un jefe de gobierno.

El candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, lo intentó en dos sesiones esta semana, una por mayoría absoluta y otra por mayoría simple, y no pudo alcanzar su objetivo. La pega para algunos diputados estaba en el acuerdo que firmara con Ciudadanos o al menos eso alegaron, pero en el transcurso de los debates se fue viendo que no era un escollo insalvable.

El balance se presenta a pesar de todo muy favorable a estos dos partidos, que 12 horas después se reunieron para reafirmar el acuerdo e introducir un punto de inflexión en eventuales diálogos con otras fuerzas políticas para intentar de nuevo la investidura de Sánchez: marcharan juntos, mano a mano, en futuras negociaciones.

Las encuestas realizadas poco después de finalizada la última sesión este viernes apuntaban a que Sanchez y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se habían visto favorecidos en los debates, en tanto que el presidente en funciones, cabeza del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, y el de Podemos, Pablo Iglesias, no aumentaron su solvencia ante quienes escucharon sus discursos.

En esta última sesión, salvo en los casos de Rajoy e Iglesias, se vio que el resto de grupos, aun cuando votaron en contra, deseaban un diálogo para permitir en el futuro la investidura. Se espera que esta semana empiecen los encuentros.

El PP parece no haber encajado aún que una mayoría de escaños y haber obtenido 7 millones de votos no son razón suficiente, dentro de un régimen parlamentario, para volver a gobernar porque si no se tiene mayoría absoluta hay que dialogar. Si fuera presidencialista, desde luego que gobernarían, sin más.

El presidente del PP ha esgrimido esta razón para todo lo imaginable, la repite insistentemente porque cree que logrará el milagro de los panes y los peces y le saldrán apoyos sin apenas haber movido un dedo. Porque en la primera ronda del rey con los partidos políticos, Rajoy rechazó de plano ir a la investidura, no quiso enfrentar la sonada negativa, que tendría sin lugar a dudas.

En estos cuatro años, Rajoy ha gobernado a espaldas de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso, no ha contado con ellas para la aprobación de leyes fundamentales como la ley mordaza, que limita grandemente la libertad de expresión, ni para la de Educación, en la que introduce elementos rechazados por la mayoría de la población y se limita la posibilidad de los alumnos con buenas notas y pocos recursos a tener un acceso digno a la universidad. Ni siquiera en las medidas a adoptar para sacar al país de la crisis, sin dudas apalancado en que su mayoría absoluta le concedía también la verdad absoluta y la última palabra en cualquier medida.

Tampoco ha despertado al hecho de que los escándalos de corrupción de su partido, en el que está involucrada al completo una autonomía, la de Valencia, y que brotan como setas a su alrededor no pueden borrarse con palabras como que han hecho lo mejor para salir de la crisis. La idea al final es pase inadvertido lo que más que una estrategia partidista, es, personal, renovar mandato como lo hiciera su colega José María Aznar en los años 90. El no podría ser menos.

Podemos sigue en sus trece que la única manera de formar un gobierno es con la izquierda, que como le repitió más de una vez Sanchez durante los debates de investidura, no da número para hacerlo. Iglesias dice que sí, porque en sus cálculos entra la abstención y/o apoyo de partidos independentistas de izquierda como la catalana ERC y de la derecha rancia, como los vascos del PNV y los catalanes de Democracia y Libertad, antes Convergencia.

Y uno se pregunta como puede explicar en su dialéctica "integradora" que acepte el pacto con DyL y PNV, tanto por activa o pasiva, y rechace a Ciudadanos, un partido emergente como Podemos, sin cargas del pasado, como si las tienen en cambio los antes mencionados, cómplices de muchos chanchullos políticos y desafueros en los casi 40 años de democracia española.

Puede que en el caso de Iglesias el impedimento tenga dos vertientes. La primera, que Ciudadanos, un partido centrodemócrataliberal, ha llegado a un programa de gobierno con el otro centro político, el de la izquierda, utilizando los elementos que los unen, sin pedir puestos ni ministerios, y los de Podemos hayan reclamado desde que el rey designó a Sanchez para formar gobierno, instalarse en una vicepresidencia plenipotenciaria, con al menos tres de los más importantes ministerios del país y darle a su socio Izquierda Unida nada menos que el de Economía, cuando solo tiene dos diputados.

No reclamó las instituciones que podrían ayudar directamente a la gente, que ha dicho es su prioridad, como podrían ser Sanidad, Fomento, Educación, Trabajo, sino que deseaba controlar al CNI y al CSI, el primero con los espías y el segundo con las estadísticas y análisis, los Derechos Humanos y designar al fiscal general y a los jueces, como segundo al mando, y poner a su gente, a la que hay que premiar por su lealtad, a dirigir Interior, Justicia, y otras importantes instituciones.

Demasiado poder en una sola cama y sin que el rey le hubiera pedido que formara gobierno. ¿Si se lo pidiera, qué no sería capaz de hacer? Ahora, en estos días, como algo previsible en una izquierda populista y extrema, intentará crear focos de tensión en la calle, de apoyo a sus posiciones, como se pudo ver el viernes. A la entrada del Congreso, bajo la lluvia y el frío, sus "espontáneos" fans se reunieron para auparlo a su entrada a la Cámara.

Rajoy, en lo que podría considerarse su primer acto pre-campaña electoral, ha vuelto a exigir hoy a Sanchez que le permita gobernar "como la opción más votada por los españoles", y ha reiterado su intención de pacto con los socialistas para que se abstengan, al igual que Ciudadanos, y le permitan volver a ser presidente.

De momento, PSOE y Ciudadanos, aunque parecen haber pedido, han ganado, incluso en el caso de que se convoquen nuevas elecciones. Puede que en lo parlamentario hallan sufrido K.O. técnico, pero en lo partidista, no.

Al PP le esperan días de sufrimiento y a Podemos una larga batalla campal para imponer sus posiciones, lo que podría al final no resultarle tan beneficioso a la formación política que más esperanzas de futuro parecía ofrecer a una buena parte de españoles, nada menos que 5 millones, que votaron por esta opción.


http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2016/03/por-mirta-balea-el-candidato-socialista.html





miércoles, 2 de marzo de 2016

España en busca de un presidente para gobernar




Por Mirta Balea

El candidato socialista a presidir el gobierno de España, Pedro Sanchez, salió a perder en su primer escarceo para la investidura, admitió que ni de lejos cuenta con los apoyos necesarios y apeló, una y otra vez, a la conciencia de los parlamentarios, poniendo el acento en que los votantes no desean nuevas elecciones y si se dan sería un fracaso político de todos los líderes políticos.

Su discurso este martes ante las Cámaras pareció vacuo a algunos, decepcionante a la bancada de la izquierda e independentistas y carente de futuro para la derecha representada por el Partido Popular, que ha gobernado el país en los últimos cuatro años, y está siendo sometido en estos últimos meses a un escrutinio inédito por los casos de corrupción que crecen como setas a su alrededor.

Sanchez salió a dar la batalla consciente de que un pacto firmado hace unos días con el centro-derecha de Ciudadanos resultaría un escollo infranqueable para alcanzar alguno con las agrupaciones de izquierda como Podemos, Compromis, En Comu Podem e Izquierda Unida.

El acuerdo contiene unas 200 medidas de gobierno, que el candidato leyó minuciosamente, lo que en vez de ayudarle con toda probabilidad amplió el desfavor de quienes deberán votar hoy. Dividir el debate, dejando toda una noche de por medio, no parece una medida muy sensata.

Sanchez se ocupó en decir, una y otra vez durante su comparecencia, que todas estas medidas podrían ponerse en marcha "la próxima semana", dando por sentado de que había posibilidades para el sí en la investidura. De nada le valió el debate interruptus, porque los periodistas supieron de antemano el resultado por boca de los líderes parlamentarios en unas mini-conferencia de prensa en las que la mayoría dejó claro su NO a la investidura cuando toque votar al concluir la jornada este día.

Iñigo Errejón, segundo del partido Podemos, colgó en su twitter -en medio de la sesión de investidura- que lo que decía Sánchez era vago y carecía de propuestas. Hay que decir que no es cierto. Hubo demasiadas propuestas, las 200 del acuerdo con Ciudadanos, algunas asumibles por los grupos de Pablo Iglesias, si consultamos los programas electorales, y hasta por el PP, según admitió después su portavoz Rafael Hernando.

El candidato socialista no pareció tan interesado en convencer a Podemos y otros grupos de que le dieran su voto. En el parlamento más plural que se conoce en la democracia española, elaboró una fórmula dirigida mas bien a su electorado y a los militantes de base del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Abundó en las materias sociales contenidas en el pacto, como la recuperación de las prestaciones y ciertas modificaciones a la ley laboral aprobada por el Partido Popular (PP). (PP). Su discurso podía confundirse con el que podría lanzar de convocarse nuevas elecciones.

El PSOE se ha dejado la piel en estos días en entrevistas con la prensa para llevar al electorado la idea de que si la otra izquierda (entiéndase Podemos e Izquierda Unida) no responde positivamente a la investidura de su candidato, el gobierno en funciones de Mariano Rajoy continuará y al final habrá nuevas elecciones, algo que casi nadie quiere o al menos es lo que no se cansan de repetir algunos líderes.

Habremos fallado en nuestro cometido, observó Sánchez, al poner el dedo en la llaga de que las medidas pactadas con Ciudadano son asumibles por la izquierda y no resulta lógico que le niegue el placet en la investidura.

Los independentistas que apoyan a Podemos y accedieron a ir en su lista y otros como Ezquerra Republicana per Cataluña o Democracia y Libertad, e incluso el Partido Nacionalista Vasco, no ven interesante el proyecto.

La negativa de Podemos obedece, por un lado a que el PSOE pactara con Ciudadanos, pero en mayor medida a que su propuesta de referendo para Cataluña no figure como opción para el nuevo gobierno. PSOE propone una reforma de la Constitución para convertir al país en una federación, congruente, por ejemplo, con el ideario de Izquierda Unida. Un referendo, según la tésis del grupo de Pablo Iglesias, dejaría a la díscola Cataluña la posibilidad de decidir una escisión de España por si sola dejando al resto de ciudadanos al margen, sin voz ni voto. Tres fuerzas se oponen frontalmente a tal posibilidad: PSOE, PP y Ciudadanos.

El referendo es incluso una de las condiciones sine qua non de Podemos y demás firmas. Hasta ahora ha bloqueado un posible acuerdo con el PSOE, hasta que el acuerdo de ésta formación con Ciudadanos empezó a ser la bandera a esgrimir.

Para Podemos no se presenta como un paso fácil eliminar el referendo de sus exigencias al nuevo gobierno porque tendría que enfrentarse a la pérdida de apoyo de las facciones independentistas. Este requisito era básico para que accedieran a formar parte de la lista y les ha proporcionado la mayoría de los 69 diputados de que dispone. El desgaste que han supuestos los breves intentos de reunirse para pactar ha supuesto para esta formación la posibilidad de perder 9 diputados de convocarse nuevas elecciones, según una encuesta del mes de febrero.

A pesar del encaje que un sistema federal tiene en el programa de Izquierda Unida, esta formación ha dicho que votará NO a Sánchez. Con dos diputados, tampoco es que hiciera inclinar sustancialmente la balanza. Su negativa obedece más a que estuvo a punto en las últimas elecciones, del 20 de diciembre, quedarse sin representación parlamentaria y ahora se ha dado la mano con Podemos para no transitar en solitario por los pasillos del Congreso.

IU dio la impresión de que alcanzaría en solitario un acuerdo con Sánchez, pero se malogró cuando quiso actuar de mediador con Podemos, se fue con ellos a la mesa negociadora y rompió el juego, junto con esa formación, al hacerse público el acuerdo con Ciudadanos. Parecería prematuro descartar que vuelva a la casilla de salida y reinicie las reuniones con los socialistas.

La mayoría de las personas, que, en los bares seguía el discurso, decían que Sanchez había logrado afirmar su liderazgo en el PSOE, pero cabe también la posibilidad de que se haya desgastado en el intento de ser presidente de España. De convocarse nuevas elecciones, nadie apuesta porque repita en la candidatura del partido y esto es a lo que más teme Sanchez. Una prueba de su inquietud fue que en su primera rueda de prensa tras las elecciones -cuando al panorama se perfilaba difícil para cualquier investidura- dejó claro que concurriría de nuevo como candidato en unas elecciones anticipadas.

Si comparamos el discurso de investidura con el que ofreció a su camaradas ante la Asamblea Federal del PSOE en enero último, encontraremos que ayer mostró más capacidad de comunicación, liberado al parecer de sus dudas, porque los militantes votaron este fin de semana a favor del acuerdo con Ciudadano y  sobre todo porque los "barones" no se dedicaron a sabotearlo.

Dijo algo que es de pura sensatez, tanto si el gobierno es puramente de derecha como si es de izquierda, los números no dan, a no ser que se incluya a los secesionistas, algo que podemos no descartaría si se le hubiera dado el mandato de formar gobierno, pero que no está en la agenda socialista. Este hecho es en lo que el PP fundamenta que tras el fracaso de investidura de Sánchez, podría sentarse con el PSOE para alcanzar "una gran coalición", como reiteró el portavoz Hernando, nada más terminar la comparecencia del candidato ante las Cortes.

La idea lleva implícita, desde el primer momento que la lanzó Ciudadanos, no el PP, que Rajoy continuaría al frente del gobierno, lo que es inaceptable para el PSOE, que incluso lo ha dejado por escrito. 

El PSOE, que ha gobernado una gran parte de los años de este país en democracia, es un partido con un buen y mal pasado, pero el PP ahora mismo, por sensatez política, debería pasar a la oposición y dejar que pasen los cuatro años de las legislatura para que pueda presentar algún tipo de regeneración interna a cuenta de toda la corrupción que le invade.

Rajoy está empeñado siempre en hablar de su "legitimidad" porque alcanzó mayoría de votos en las elecciones y dispone de más escaños que el PSOE, pero de lo que nunca habla es de que dejó pasar su oportunidad de formar gobierno cuando se lo encomendó el rey. Por otro lado, al moverse el país en un régimen parlamentario, tampoco parece insalvable este hecho, porque no resulta una mayoría absoluta. Las reglas de juego dicen entonces que hay que buscar apoyos, algo que el PP difícilmente encontrará, después de pasar el rodillo en la pasada legislatura y prescindir del diálogo con las fuerzas parlamentarias a la hora de pasar leyes importantísimas como la de educación o la llamada "mordaza".

Rajoy tendrá que asumir en algún momento que con tener mayoría no se resuelve el problema de ingobernabilidad de España. Una mayoría sin apoyos a la larga es una minoría insolvente.

Podemos se ha venido quejando estos días de que el PSOE cerrara antes el acuerdo con Ciudadanos, cuando estaban aún dialogando con ellos. El rey otorgó a Sánchez el placet para formar gobierno el pasado dos de febrero e Iglesias pretendió darle un golpe de mano adelantando acontecimientos.

Antes de que los socialistas hablaran de que habían aceptado la propuesta del jefe de estado, Iglesias convocó una rueda de prensa a la que trajo un programa de gobierno de la formación, con 93 páginas, en las que aparecía como vice-presidente supremo, que controlaría centros neurálgicos del estado, incluida la designación de jueces y otros cargos institucionales, y al menos cuatro ministerios, tres de ellos poderes fácticos de una nación. Con esto pensó que Sánchez no tendría que gastar neuronas en designar él, como candidato, la gente que debía ocupar los cargos y todo lo que habría que hacer en suma en la nueva legislatura.

Esto sentó muy mal a los socialistas y su portavoz Antonio Hernando le recordó con tono pausado y tranquilo, que Sánchez era el candidato a jefe de gobierno y que no había a reconocer tales recomendaciones. Podemos, lo disfrace como lo disfrace, haabía dejado claro ante los ciudadanos al dar este paso - en el que incluso se atrevió a decir que Sánchez no podría ser presidente sin ellos- que lo único que les mueve es disponer de poder suficiente para cambiarlo todo.

Entrar en la Cámara con 69 diputados, les ha hecho venirse arriba y están convencidos que en nuevas elecciones desbancarían al PSOE como segunda fuerza política en el país.


Quizás el ideólogo Errejón se precipitó al decir que Sánchez no traía propuestas, porque en el ADN de Podemos está creer que las de ellos son las únicas válidas y capaces de sacar al país de la crisis, que ha golpeado y mucho a España.

Si algún defecto tuvo el discurso de Sánchez no fueron las propuestas dentro del acuerdo con Ciudadanos, sino que en su primera intervención para proponer su investidura, agotara todo espacio para entenderlas. Se sabe que en tales casos suele ser mejor quedarse cortos para tener ocasión, cuando los líderes impongan sus vetos, replicar con más munición.

Con los peores resultados electorales del PSOE en los casi 40 de democracia en España, Sánchez no renunció, como había hecho su predecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando sufrió una reducción de diputados en las elecciones del 2012. El candidato socialista, colocado por su propio partido en la tesitura de quedar eliminado, ha sabido saltar el bache y le ha dado la vuelta a la tortilla, creciéndose ante las dificultades,  lo que habrá que reconocer. Le siguen faltando hoy 46 votos para la mayoría. Nadie piensa que la balanza se incline a su favor.

Sería paradójico que Podemos facilitara a Rajoy el escenario de que ya no dispone y esta es la carta que ha jugado el PSOE, por eso los barones han apoyado sin fisuras al líder en esta ocasión. Este se ha presentado como alguien que ha logrado un acuerdo -que puede satisfacer en gran medida a la izquierda- desde el centro político, donde ha venido ubicándose en estos días.

La carrera por la investidura tendrá dos tiempos: hoy ( por mayoría) y el viernes (por mayoría simple). Sanchez se ha mostrado como un político con oficio y convencional, al que se ha visto que le falta aún la talla de estadista, pero eso podría conseguirlo con el tiempo, no es un escollo sine qua non para elegirlo. A la salida de las Cortes dijo que había hecho el discurso que quería hacer.