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jueves, 29 de mayo de 2014

Las elecciones al Parlamento Europeo han transcurrido en clave nacional y el voto ha sido visceral

Pablo Iglesias, líder de Podemos






Por Mirta Balea


La conclusión a sacar del resultado de las elecciones al Parlamento europeo este año es que ha habido poco espacio para las opciones de centro y uno peligrosamente abierto al extremismo tanto de izquierda como de derecha. 

Ha sido un castigo en toda regla, un voto visceral contra los políticos que han llevado a los ciudadanos de la Unión Europea (UE) a un callejón sin salida, sin esperanzas inmediatas de crecimiento, con un continuado aumento del paro, la pérdida del estado de Bienestar Social en materia de educación y salud pública, en el que sobran impuestos y se protege poco o nada a la gente de menos recursos.

Algo bueno ha salido al menos de lo que venía siendo una creciente abstención en las urnas para el Europarlamento: este año se ha detenido. La participación ha subido unas décimas, lo que se traduce en cientos de miles de papeletas mas en comparación con 2009.

Los ciudadanos, ateniéndose a lo que han declarado los políticos en Bruselas, al parecer han creído que los jefes de Estado y de Gobierno, presentes en el Consejo y que tomaban en su nombre todas las decisiones, podrían dar más poderes a la Eurocámara.

No hay que comparar, sin embargo, las elecciones del 2009 con las realizadas el pasado domingo. La UE no es la misma, como tampoco de forma singular las naciones que la integran. Se ha pasado desde entonces por la traumática situación de una profunda crisis económica y social, que todavía da coletazos.

Porque si bien es cierto que se ha empezado a salir de la crisis, no se ha logrado un cabal crecimiento en la mayoría de los países y el desempleo resulta un elemento demoledor para las ambiciones de las nuevas generaciones. Nadie invertiría en territorios con políticas tan rígidas y donde los impuestos se comen cualquier posibilidad de avance.

De un lado tenemos a los austeros a ultranza, encabezados por la canciller alemana Angela Merkel, el coco del cuento, y los ultraderechistas dispuestos a romper el proyecto comunitario y a no ceder un ápice en la soberanía territorial, como son los casos de los demoledores resultados del Frente Nacional en Francia y de UKIP en Reino Unido; de otro, los defensores de la Unión Europea, entre los que figuran la izquierda moderada y la ultra, pidiendo el cese de los recortes, la causa de las oleadas de protesta de los últimos dos años y cuyas bondades se empeñan en no asomar.

Esta es la razón de que en Europa coincidan en este momento lo importante y lo urgente; no resulta tan evidente una mayoría como una minoría, bien organizada, movilizada y  muy motivada, lo que ha traído como consecuencia el auge del populismo.

El bipartidismo tradicional en España, constituído por las mayores organizaciones políticas del país, Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y  Partido Popular (PP), ha comenzado a temblar. Antes, entre los dos, cogían el 80% de los votos, en la liza del pasado domingo, no llegaron al 50%.

Tal ha sido el batacazo de ambas formaciones, que han visto como un grupo menor, Podemos, con una vida de apenas tres meses, se ha hecho con cinco escaños en el Parlamento europeo.

A su líder Pablo Iglesias,  a pesar de que se le ha querido hacer pasar por un hombre hecho a si mismo, que ha triunfado únicamente por sus ideales, le ha sido muy útil que los medios de la corporación ATRESMEDIA le hicieran hueco en todos y cada uno de los debates, tertulias y encuentros de todo tipo, incluida entrevistas breves a pie de calle, en los programas de la cuatro y la sexta, durante la precampaña.



El lider del PSOE y la estrella naciente Susana Diaz
El llamado también "coleta" no resolvería con sus recetas ni una crisis doméstica, pero ha hecho que se vea con mayor claridad la caída libre del PP y la debacle absoluta del PSOE. Para el expresidente socialista Felipe González el ascenso de Podemos es una catástrofe y lo ha calificado como una opción bolivariana, que no es válida para el contexto europeo.

La UPyD, un partido escindido de las filas socialistas, ha subido de un escaño a 5; Ciudadanos, surgido también del entorno de las quejas sociales, entra por primera vez en el hemiciclo con dos representantes; los comunistas de Izquierda Unida, haciendo piña con otros partidos afines, ha seguido su marcha ascendente hasta seis puestos; VOX, integrado por un grupo de desencantados del PP, ha quedado a las puertas y puede que en las legislativas españolas del próximo año logre colarse en la Cámara; Bildu, una formación vasca con simpatías por los radicales, ha colocado uno, haciéndole la competencia al más moderado PNV; en cuanto a los catalanes, CIU ha perdido fuelle frente a ERC, colocada a la izquierda y profundamente soberanista.


En el conjunto de la UE, seguirán llevando la batuta los conservadores y las pugnas por el puesto a presidente prometen ser reñidas, aunque la facción más votada, el Partido Popular Europeo, daba por sentado que obtendría el puesto para su candidato Jean-Claude Juncker.

Merkel había estado apoyando a Juncker con la boca pequeña, aunque al margen mirara a la actual presidenta del FMI, Christine Lagarde. Pero de pronto, durante una minicumbre en Bruselas este martes, el primer ministro británico David Cameron, dio la batalla contra el candidato estrella por que ser demasiado "europeísta" y le brindó a la canciller el pretexto para empezar a decir que pueden haber otras opciones y que de lo que se trata es de escoger "programas", no personas.


Esto como deja a los votantes del pasado domingo. Pues los sitúa de nuevo en la casilla de salida porque las cosas no marcharan por los raíles que esperaban. El presidente de la Comisión seguirá siendo elegido de dedo por los jefes de Estado y de Gobierno sin tener en cuenta el resultado de las elecciones al Europarlamento, como todos esperaban. De cualquier manera, la decisión final no se conocerá hasta una próxima cumbre en la última semana de junio.

Los partidos tradicionales en liza, los liberales y los conservadores en Reino Unido, han quedado marginados por el auge de UKI, una formación de última hora, que propugna tolerancia cero para la inmigración y que el país regrese a sus dueños, es decir, en su discurso, hablando de los británicos. Y otro tanto ha ocurrido en Francia, donde el Frente Nacional, casi con el mismo discurso, ha quitado cuotas de poder a los socialistas del presidente Francois Hollande. 

Esto muestra cómo las elecciones al Parlamento europeo se han jugado en clave nacional. Por otro lado, la libertad con la que 200 millones de europeos han ido a votar a sus representantes en la Cámara legislativa comunitaria debería ser igualmente digna de mención. Un 43% de abstención -que es lo común a estas elecciones- muestra que muchos ven de poca utilidad participar porque el ámbito en el que se toman las decisiones que afectan a sus vidas "no parte de acuerdos de gobiernos legítimamente elegidos con este fin ni de un parlamento representativo", como ya se ha visto con la pataleta de Cameron.

Así está ahora la correlación de fuerzas en la Eurocámara, donde los grupos, tanto si son de ultraizquierda como de ultraderecha, tienden a acabar con todo lo que no les gusta y viajan en el mismo vagón con los moderados, aunque con más equipaje e ignorándolos.

Sin que esto suponga que puedan ser extrapolables los resultados de las elecciones europeas con las legislativas, por ejemplo, en España en 2015, si resultan la prueba más fehaciente de la decepción y la frustración que invaden a los ciudadanos del club de los 28.

En el caso español, esta sería la clave que explica el auge de Podemos  y que todos se hayan tragado las grandes soluciones que ha propuesto, en un país donde no hay dinero para llevarlas adelante.

La ideología nada ha tenido que ver en la mayoría de los votos y otro tanto ha ocurrido en otros países del entorno español. Los ciudadanos dieron al PP la mayoría absoluta con un programa que luego fue lo contrario. Puede decirse que en estos dos años y medio de gobierno, ha puesto en práctica reformas necesarias, otras que podían esperar y algunas que podrían haberse obviado.

Se ha precipitado en cambiar todo el sistema socio económico y político de España como si nada de lo que había antes sirviera y de ahí las polémicas leyes, entre otras, de la judicatura y el aborto, que la mayoría de la población no apoya. 

El presidente Mariano Rajoy ha dejado de piedra a todos cuando "ha comprendido el voto y el malestar implícito en éste", pero entiende que "debe seguir adelante con el mismo programa porque al final entenderán (los ciudadanos) que se ha hecho lo mejor".

No se le ha pasado por la cabeza que las rebajas salariales, que colocan al país por debajo de la media europea, que el paro, con poco más de la cuarta parte de la población económicamente activa sin trabajo, la falta de poder adquisitivo de las pensiones y compensaciones, han hastiado a la gente.

Los españoles ven todo esto como injusto cuando el gobierno carga el pago del rescate a los bancos a sus espaldas, cuando la crisis ha sido a consecuencia de la burbuja inmobiliaria de la que son absolutas culpables esas instituciones. Ahora dos millones de familia viven de modo precario, casi en el umbral de la pobreza, dentro de una crisis que no ha provocado la gente.

Los observadores del FMI han venido una vez más a Madrid con la pluma en ristre para asegurarse de que se siga cumpliendo con la austeridad y los recortes y han expresado la necesidad de apretar aún más el dogal, bajar mas los salarios, subir más los impuestos directos, que afectan a la mayoría, y bajar el de sociedades, para salvar a algunas empresas de la bancarrota.

Uno no puede dejar de preguntarse si el FMI con tantos problemas como presenta en su propia gobernanza se sometería a las mismas reglas que pretende imponer a los demás. Si la solvencia de sus informes se pusiera en tela de juicio por los gobiernos a los que vigila, terminarían en dos días.

Tanto la UE, como el Banco Central Europeo y el FMI, han reservado para sí un ámbito de actuación que lícitamente puede excluir el escrutinio de los demás.

La gente teme que con todos estos acontecimientos posteriores a la elecciones europeas, cuando creyeron que el resultado serviría de llamado de atención no solo a Bruselas, sino a los gobiernos en cada país, el varapalo no haya servido de nada.

La pérdida de tres millones de votos debería indicar al PP que algo no marcha en su hoja de ruta porque simplemente ha dado la espalda a la calle, que en más de una ocasión ha temblado en estos dos años para que las autoridades dejen de mirarse el ombligo.

Los partidos españoles que han gobernado alternativamente a España son culpables de su propia caída al mantener como líderes a personajes que no gozan de la aprobación ciudadana, sobre algunos de los cuales caen incluso sospechas de corrupción y otros han sido ya procesados.

El PSOE ha seguido una campaña de desprestigio contra el gobierno uniéndose a los ultras, en la esperanza de recuperar el voto perdido de sus seguidores, pero el efecto ha sido el contrario porque, como uno de los dos grandes partidos con posibilidades de gobernar, debió ejercer la moderación. El voto, que podía haberles correspondido, se lo han llevado otros grupos de la izquierda.

La amenaza de una guerra en las mismas fronteras de la UE teniendo como eje a Ucrania, el desafío de terminar de fraguar una verdadera unión y el ascenso de fuerzas contrarias a esta meta, han sido los principales elementos que han sobrevolado las elecciones del pasado día 25.

Nadie ha pasado por alto la última perla del ex presidente francés Nicolás Sarkozy, reclamando una Europa a dos velocidades, como si Francia y su economía marcharan bien, y la suspensión de los acuerdos de Schengen sobre libre circulación ciudadana por las fronteras, que colocó a la UE de forma explícita en los contenidos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

 Sarkozy ha vuelto a decir con la boca llena que "el generoso sistema de prestaciones sociales de Francia", atrae a los "indeseables de otros países", pero las cifras que maneja la Comisión en Bruselas echan por tierra tales aseveraciones.

Los quejicas de siempre, París, Berlín y Londres, carecen de razones para protestar por la inmigración, porque quienes de verdad están afectados son Italia, Grecia y España. Desde el inicio del 2014 hasta la fecha se "han colado" por la frontera con Marruecos del territorio autónomo español de Melilla unos 1,700 sudsaharianos en busca de mejores perspectivas de vida.

En un solo día, el pasado 25 de marzo, lo hicieron 500 personas. Los refugiados sirios han ido a parar a Grecia y Turquía y barcos llenos de inmigrantes arriban casi cada semana a las costas italianas.

Con la entrada al arco parlamentario europeo de nuevas fuerzas sin lastres, los líderes comunitarios deberían hacer una profunda reflexión sobre las perspectivas de la UE y si sus políticas económica y social valdrán el coste que les espera en sus propios países.

jueves, 22 de mayo de 2014

China se hace con el combustible de Rusia






Por Mirta Balea


Un gran dragón rojo ha recorrido con sus garras Estados Unidos y ha atrapado información y tecnología sensible. Como no es de papel, pone en solfa la sinceridad de las relaciones de Washington y Pekin, pero no la de Rusia, que le acaba de proporcionar a China combustible suficiente para dos décadas.

El ganbei o brindis chino ha cerrado este miércoles unas negociaciones de casi una década entre dos compañías insignia para Rusia y China en el orden energético: Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China.

El acuerdo supone que los rusos suministrarán a China 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural anualmente a partir del 2018 y en los siguientes 30 años a un precio de 350 dólares o 256 euros por cada mil metros cúbicos de gas natural.

Esto resulta algo más caro que lo que Pekin importa de Asia central, pero menos de lo que los rusos pedían inicialmente. Rusia ha bajado su precio y China lo ha subido un poco.

Para Moscú resultaba apremiante firmar el acuerdo en la búsqueda de nuevos compradores tras las sanciones impuestas en su contra por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos debido a su injerencia en la crisis en Ucrania.

El presidente Vladimir Putin ha logrado no solo diversificar sus suministros hacia Asia, sino que China ha invertido en combustible limpio, cuando intenta frenar su dependencia energética del carbón, que provoca serios problemas de contaminación.

El gas será transportado a través del gasoducto oriental La Fuerza, la misma ruta geográfica por la que Moscú exporta petróleo al noreste. Así había quedado decidido en un memorando del 2013, cuando Pekin rechazó el plan de importar el gas por la región nororiental de Xinjiang, por la que Gazprom exigía precios europeos.

El acuerdo ha hecho saltar las alarmas en la UE. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha tenido que recordar a Rusia que el club es su mejor cliente en energía.

Rusia exporta el 80% de su petróleo y más del 70% de su gas a la UE y los ingresos por este concepto son claves en la economía del país. Barroso aprovechó para recordar al Kremlin que la energía no debe ser utilizada como arma política.

En una carta a Putin, Barroso advirtió que la dependencia energética europea es una calle en dos direcciones que ata tanto a suministradores como a clientes.

El 53% de la energía que consume a la UE es importada, casi el 90% del petróleo y alrededor del 66% del gas vienen de Rusia y seis países comunitarios son dependientes absolutamente de éstas para satisfacer un cuarto de sus necesidades totales de energía.

¿Por qué si tanto chinos como rusos se benefician con el acuerdo se ha demorado en fraguar casi 10 años? Algunos analistas creen incluso que podría traer una nueva geometría a las relaciones comerciales entre dos potencias emergentes, que junto a India y Brasil, forman el elitista grupo BRIC.

La respuesta más inmediata es que Estados Unidos ha intentado poner freno a la hegemonía china en Asia y ha venido presionando al presidente ruso para que renuncie a su política expansionista en Europa, que, por lo pronto, ha originado al menos dos crisis, con el epicentro en Ucrania: la salida de Crimea para formar parte de la Federación Rusa y 
la secesión de dos regiones del sureste (Donetsk y Lugansk), con miras a que en el futuro hagan otro tanto.

Con este acuerdo de 400.000 millones de dólares o 292.680 millones de euros, se pone un broche de oro al fracaso de la política de aislamiento de Occidente hacia Putin y se fortalece la alianza de Rusia con China, que había tenido réditos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La UE debía haber comprendido hace tiempo, antes de que estallara la crisis de Ucrania, que carecía de fuentes alternativas de combustible para tener las manos libres a la hora de sancionar los planes esquivos de Moscú.

Putin parece haberse librado de las trabas en el plano interno que le impedían acercarse mucho más a Pekin. Algunos políticos en Moscú siguen desconfiando de un país que se alejó de los postulados leninistas cuando la Unión Soviética tenía la hegemonía ideológica del comunismo y que creó otra por su parte, el maoísmo.

Tampoco hay que rasgarse las vestiduras, porque Rusia, el pasado año, fue en ayuda de China suministrándole 24,350 millones de dólares en petróleo. 

China le ha devuelto el favor varias veces al alinearse con Moscú en la ONU, sobre todo respecto a la permanencia de Bashir el Assad en Siria, a pesar de que la comunidad internacional lo considera el causante de la guerra civil que azota desde 2011 a ese país y varias organizaciones de derechos humanos lo han denunciado como genocida de su propio pueblo.

Pekin habría tenido un momento de duda hace un mes en el Consejo de Seguridad de la ONU para alienarse con los occidentales y condenar la anexión de Crimea por Rusia. Al final, optó por abstenerse y esto le puso la batería a Putin.

Envió a Pekin al ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y poco después ya se hablaba de concluir el acuerdo pendiente de los últimos 10 años sobre el suministro de energía al gigante asiático.

El tema de la sanciones, tanto las de Estados Unidos como las de la UE, para que Putin volviera a la senda de la distensión, no han sido más que el despliegue de una política blanda por la que solo se han impuesto medidas contra individuos en Rusia y Ucrania, acusados de estar implicados en el movimiento secesionista.

En el caso de la UE, la reticencia, producto de las gestiones vivas de la canciller alemana Angela Merkel, ha tenido como trasfondo la dependencia energética de Rusia. Para Estados Unidos, que se ha comprometido a tomar medidas similares a las de los europeos como forma de alianza y apoyo, lo de Ucrania le toca de lejos y no desea verse implicado en ningún conflicto armado después de haber salido de dos hace muy poco tiempo.

El presidente Barack Obama considera, no obstante, que la seguridad nacional y la energética van de la mano y ha advertido a Rusia, como ya hizo Barroso, que no utilice este rublo como moneda de cambio.

Lo que de verdad importa en estos días a la Administración Obama son los ciberataques de parte de militares chinos, cuyos nombres han sido publicados convenientemente. Se ha evitado, quizás ex profeso, dar los nombres de las compañías beneficiadas con el robo de tecnología e información.

Otro fleco en las relaciones chino-norteamericanas, por las que Pekin se ha resentido, ha sido un nuevo viaje de Obama por el Pacífico, donde ha apuntalado alianzas, y que China ha sentido como "una puñalada trapera".

Esto no supone que el acuerdo entre Rusia y China vaya a crear de la noche a la mañana un bloque anti occidental, pero redistribuye el poder global o lo que se conoce como equilibrio de fuerzas. 

lunes, 19 de mayo de 2014

¿Será Modi la salvación de India y el enterrador del imperio Gandhi como dicen?



Modi y el presidente del BJ Rajnah Singh



Por Mirta Balea

La victoria electoral del Partido Baratija Janata (BJ) y de su candidato Narendra Modi responde a un problema acuciante para la mayoría de la población en India: el hartazgo que provoca la corrupción sostenida por el Partido del Congreso (PC), que les ha gobernado 54 de los 67 años de independencia del colonialismo británico.

El PC ha recibido un golpe brutal tras sus últimos diez años de gobierno porque puede perder incluso el liderazgo en la oposición parlamentaria si no consigue al menos un 10% de los asientos de la Cámara.

A la matriarca de la familia, Sonia Gandhi, presidenta del PC, no le ha gustado que culpen a su hijo Rahul, tercera generación del clan, por la debacle y ha intentado diluir el fracaso como error colectivo. 

Lo que le ocurre al PC es que, desde la misma época en que gobernó Rajiv Gandhi, ha habido una ausencia de fuerte liderazgo, que ningún nombramiento a dedo puede solventar.

En nada ayuda tampoco tener como referentes a dos importantes y legendarias figuras. Uno de los fundadores del partido y luchador por la libertad contra el imperio británico, Jawarhalal Nehru, y su hija, Indira Gandhi.

Han hecho mella también en estos resultados la corrupción rampante en todo el país, junto a que la economía ha dado un frenazo en los dos últimos años. Y hablamos de una de las consideradas potencias emergentes del mundo, dentro del grupo de élite conocido como BRIC, en el que se integran también  Brasil, Rusia y China.

Tras la muerte primero de Indira y después de su hijo Rajiv, esposo de Sonia, no se ha encontrado a nadie verdaderamente capaz de encabezar lo que Nehru y el Mahatma (Alma Grande) Gandhi soñaron para el subcontinente: la prosperidad para todos los indios, unidos e indivisibles. Porque este tipo de talento no se da por ósmosis.

Gandhi, Nehru e Indira son figuras que ejercen una enorme influencia en el imaginario público y cada político resulta tamizado a través de ellas, por lo que la pérdida de liderazgo no puede sorprender a nadie. Podría decirse que el PC ya no es lo que era.

Hubo dos cosas que me impresionaron como periodista cuando llegue en 1987 para cumplir con mi puesto de corresponsal en Nueva Delhi. Mi primera participación en un debate parlamentario me enseñó cómo la lengua del colonialismo, el inglés, servía como vehículo de comunicación en un territorio que a escala en el hemiciclo me parecía una Torre de Babel.

Lo otro fue la burocracia, heredada del colonialismo, incluso su versión corrupta. En India, se pagan sobornos para abrir una empresa o cualquier tipo de negocio, para eludir impuestos, para sacarse el carné de conducir o el pasaporte o comprar un título universitario u obtener el que ya tienes por derecho. Para el organismo Transparencia Internacional, se encuentra entre los 100 países más corruptos del mundo.

Ocurre que Modi nació tras la independencia y este año han habido 100 millones de nuevos votantes. La gente está convencida que este nacionalista y profundo hinduísta terminará con ese estado de cosas; que la economía mejorará y la corrupción saldrá de una vez por todas de sus vidas.

Modi, que gobernó Gujarat desde el 2001, estado que se pone como ejemplo de bienestar y de buena administración por algunos, realizó en sus oficinas del BJ en ese territorio la primera reunión este domingo para discutir la composición y la calidad del nuevo gabinete. 

En estas elecciones hay que destacar que ni siquiera el PC había logrado gobernar solo en el último cuarto de siglo. Modi tiene la mayoría absoluta de 283 escaños, aunque podría controlar con algunos partidos afines hasta 336 diputados, y no puede decirse que la participación no le confiera ese derecho porque ha resultado la más alta con el 63%, con cinco maratónicas sesiones de urnas abiertas.

La comunidad internacional y defensores de los derechos humanos le han considerado hasta el momento culpable de los brutales choques entre hindúes y musulmanes en 2005 en Gujarat con un saldo de más de mil muertos. Ahora lo han reivindicado, tanto los norteamericanos, como los ingleses y otros, además de la Unión Europea, que lo han felicitado por su elección con verdadera devoción.

"Felicitamos a Narendra Modi y al BJ por la mayoría de escaños en las elecciones. Una vez formado el Gobierno, esperamos trabajar juntos con el primer ministro y su gabinete para avanzar en nuestra relación bilateral basada en valores democráticos compartidos", ha sido el mensaje del secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, que no deja de tener su miga de advertencia.

Estados Unidos tiene un importante interés en India como contrapeso de China en la región y como importante socio comercial, comprador de armas y próximo a instalar plantas nucleares para producir energía eléctrica, o al menos, así era con el PC. 

Si tomamos los antecedentes sobre esa perspectiva de la Casa Blanca habrá que recordar las palabras de Jaswant Singh, ex ministro de Finanzas y de Relaciones Exteriores en gobiernos del BJ, cuando dijo que nadie puede abrazar a India con fines estratégicos, sino solo estrecharla con amor, pero nunca debe verse arrastrada a complacer los planes de otros países.

Las palabras datan de 2008, cuando aconsejó al primer ministro por el PC, Manmohan Singh, que no se dejara "cercar por los planes de Estados Unidos" y cuando expresó su rechazo a "la posibilidad de formar parte de los intereses de Washington en la zona para frenar el avance de China", que había denunciado ya un acuerdo nuclear entre ambas partes.

Los rivales y vecinos de India han tenido también gestos de acercamiento al líder del nuevo gobierno. China y Pakistán le han felicitado, en especial porque Modi ha dicho que continuará la política del primer ministro Atal Behari Vajpayee, del BJ, quien gobernó entre 1998-2004, e inició las conversaciones de paz con el gobierno de Islamabad.

La tensión con Paquistán viene, no tanto de las relaciones interestales porque este país nada teme del BJ, sino del trato que reciben los musulmanes dentro de India y es aquí donde surge la duda sobre hasta donde el hinduísmo profundo de la organización y en especial de su candidato electo puede influir en la gestión gubernamental.

Modi se ha presentado en la campaña como un líder fuerte, capaz de tomar decisiones y de administrar el país, nacionalista y profundamente hinduísta y cuando recalco esto no puedo dejar de pensar que enlas regiones del centro, donde el BJ ha sido tradicionalmente fuerte,  en contra de lo que dictaban las leyes que datan de la época de Nehru, se sigue practicando el sathi, sin consecuencias.

Esta es una costumbre hinduísta de que la viuda debe quemarse con el cadáver de su marido. En mi época de corresponsal, tuve conocimiento de hechos como éste y las autoridades locales, del BJ, nunca lo vieron como un acto de injusticia o de violación de los derechos humanos.

Para nadie es un secreto en India que muchos partidarios y miembros de ese partido exhiben una política extremista en cuanto a las tesis del hinduísmo , que en el plano institucional, hace guiños constantes a los radicales.

En su campaña, Modi evitó mencionar la religión y, en cambio, varios intelectuales y artistas muy conocidos hicieron campaña en su contra, incluso al extremo de publicar una carta abierta en el diario londinense The Guardian, calificándolo sin ambages de practicar la exclusión y no comulgar con el concepto democrático de proteger por igual a todos los indios.

Gujarat, donde gobernó, nunca propició el entendimiento entre la mayoría hinduísta y la minoría musulmana y estos "disidentes" de la "modimanía" creen que hará otro tanto en el país.

En India, la regionalización forma parte del quehacer político y puede afirmarse sin equivocación que el único partido que cumple realmente los requisitos para considerarse nacional es el PC, a pesar de sus muchas grietas. El único, además, con verdadera vocación occidental y ánimo de dejar atrás viejas rencillas y tabúes religiosos.

La lucha abierta de la sociedad contra la corrupción, después de décadas de silencio, comenzó hace tres años cuando la gente salió a la calle, entre otras razones, por un caso de cohecho de 28 mil millones de dólares en concesiones de licencias telefónicas.

Quizás al felicitar a India, los Estados Unidos de Barack Obama han tenido en cuenta que en Asia - con la mitad de la población del planeta- se hallan los grandes motores del crecimiento económico global, a pesar de los muchos conflictos que también la habitan.

La Casa Blanca no ha reducido su estrategia a un solo sector o país, sino que tiene una presencia activa multidimensional con prioridades calibradas. Washington ha respaldado a India para la transferencia de tecnología susceptible de uso militar y para la adquisición de 126 cazas norteamericanos, europeos o rusos.

Hay que comprender que la industria armamentista norteamericana y de otros países ha logrado esquivar la crisis por los clientes asiáticos.

India tiene entre 60 y 70 armas nucleares, misiles de medio alcance, un programa espacial, un Ejército de 1,3 millones de efectivos y un gasto militar anual de unos 30 mil millones de dólares, lo que supone un 2% del total mundial.


La realidad en India es, sin embargo, mucho mas que ser una economía emergente y una potencia en el área. En este territorio, conviven la pobreza más extrema con las grandes fortunas como la de los Tatta.

A Indira no le tembló el corazón al permitir que su programado heredero Sajiv, que luego murió en un accidente y hubo de ser sustituido por Rajiv, desplazara cada noche, por los poblados de chabolas, los bulldozers que acababan con esa suerte de "hogar de los pobres" porque ofrecían una vista deplorable para los inquilinos de los grandes hoteles aledaños.

El crecimiento se genera solo en los centros urbanos, pero la mayoría de la población vive en aldeas. El Gobierno en Nueva Delhi, sea del color que sea, se ve siempre abocado a luchar por alimentar a más de mil millones de personas.

La Revolución Verde intentó palear esto hace 40 años sin lograrlo. Los desafíos en el orden nutricional siguen siendo sistemáticos y arraigados; la agricultura, en la que trabaja la mitad de la población, representa solo un 15% de la economía.

Sigue sin invertirse en tecnología agrícola porque los fondos son desviados a programas como tecnología de la información, servicios financieros y construcción. Entretanto, el indio corriente, vive con dos dólares al día, según el Financial Times.

Veremos cómo resolverá Modi estas fragilidades económicas, sociales y religiosas en su nuevo cargo de primer ministro de una nación que podría pasar por subdesarrollada si nos atenemos a los cánones aceptados. Son centenares de millones los ciudadanos analfabetos e indigentes. La condición de pobreza extrema es inherente a la tercera parte de su población, a pesar de su titulo de potencia emergente, miembro del G-20.

martes, 13 de mayo de 2014

La niñas rehenes de Boko Haram

Ababakar Shekau







Por Mirta Balea

Las autoridades de Nigeria sabían de antemano que tendría lugar un secuestro de envergadura a mediados de abril pasado por parte de los terroristas de Boko Haram e hicieron caso omiso de todas las señales enviadas a su atención por los servicios de inteligencia de países aledaños.

Solo después de que tuviera lugar la captura de 276 niñas en la escuela de Chibok y la comunidad internacional se conmocionara ante lo ocurrido, el presidente Jonathan Goodluck decidió pedir ayuda rescatarlas sin negociar con los captores, porque -según dijo- no se pueden aceptar las condiciones de los terroristas.

La preocupación internacional, que la gente haya hecho causa común para instar por todos los medios la liberación de las chicas, es lo que ha hecho también cambiar el "las venderemos" de un primer video, a inicios de mayo, a "las liberaremos si ustedes liberan a nuestros hermanos" presos en todo el país, de la última exhibición de fuerza trasmitida mediante Internet por el líder Abubakar Shakau.

Aunque hay que decir que a su grupo le conviene toda la polvareda alrededor del acontecimiento como propaganda sobre sí mismos.

Los padres de las secuestradas han estallado en cólera nada más saber hace poco que estuvieron 11 días en la reserva forestal de Shimbasa, cerca del lugar de captura, y el ejército no se había movilizado todavía para buscarlas.

Que Shakau utilice a las jóvenes como estrategia para conmocionar a la opinión pública mundial en su cruzada por islamizar a la fuerza a toda Nigeria y su odio por los cristianos del sur, que ocupan poco menos de la mitad del territorio, va en consonancia con el propio nombre que se dan a sí mismo los terroristas, en lengua nativa, "la educación no islámica es pecado".

El último vídeo sacado es el exorcismo del líder de Boko Haram. Las chicas que aparecen, vestidas con el característico islam, cubriéndolas de la cabeza a los pies y dejando fuera solo el rostro, agrupadas, con los ojos moviéndose para no perder de vista a sus raptores, resulta la mayor prueba de la catadura moral de estos recitadores del Corán.

Una par de ellas, en primer plano, hablan algo inteligible para el común de los mortales, pero que traducido es algo así como que pertenecen a Alá y, en consecuencia, a todos sus súbditos hombres. 

Porque si algo es seguro, aunque responda solo a rumores, es que han sido violadas a diario desde el pasado 14 de abril como forma aplicada de control de sus cuerpos y mentes. A cada momento se han vuelto más conscientes de que degollarlas no les costaría nada a los hombres que las rodean día y noche.

Llama la atención que no se grabara más que a unas 130, cuando hasta ahora se daba por sentado que habría 250, ya que algunas lograron escapar a tiempo. Esto resulta un indicativo también de que los rumores de que varias habían sido vendidas en Chad y Camerún a 12 dólares la pieza tienen visos de ser ciertos.


Una bicoca para el que las compra porque valen menos que una cabra, animal, que a juicio de estos fanáticos islamistas, tiene más utilidad que una mujer.

El robot que sostiene la cámara hace un paneo de las chicas con el velo, que, según los creyentes, las protege de miradas indiscretas, en bien del pudor y el honor, aunque luego las violen 15 veces al día bajo el terror de ser asesinadas.


Luego aparece en el video el "iluminado" Shakau diciendo lo de la conversión (express) al islam para "liberarlas", no sin antes reafirmar que no las soltaran si el gobierno nigeriano no hace lo mismo con un grupo de terroristas presos. 

Las niñas rehenes de Boko Haram
Expertos norteamericanos, británicos y franceses han iniciado la búsqueda de las cautivas con drones y sensores de calor para detectarlas en caso de que estén ocultas tras las muros de un edificio o bajo tierra.

La línea de posibilidades es larga, a tenor de los campamentos de que dispone Boko Haram en todo el país, empezando por Shimbasa y pasando por Mafa, Wulgo y Kirinawa.

Está también la posibilidad de que las hayan llevado unos kilómetros más allá del límite con Camerún o Chad, entre otros países, donde la operación no podría continuar sin la autorización de los gobiernos.

Puede ser tarde para ellas, aunque nadie quiere pensar lo peor. En este caso, el rescate no traería la liberación como ocurrió en 2013, cuando el ejército salvó a varias jóvenes nigerianas en la selva de Maiduguri, cuando estas se habían convertido también al islam, estaban embarazadas y casadas con sus raptores.

En los campamentos del grupo terrorista, hay bombas alrededor para evitar incursiones no deseadas, y podrían detonarlas, o usar a las niñas como escudos humanos.

Hablamos de un grupo que carece de conciencia o aprecio por la vida humana, con una mentalidad rudimentaria, subyugados por la filosofía de la guerra y la violencia para obtener sus metas, y que forma parte de una larga disidencia islamista en el norte de Nigeria.

Estos radicales han pretendido siempre convertir a la fuerza al sur cristiano. Odian a los moradores del otro lado, sus rivales religiosos, que han sabido aguantar durante décadas los desmanes, desprecios y ataques de que han sido objeto.

Desde que el primer líder de Boko Haram  Mohamed Yusuf fuera eliminado en 2009 por la Policía, la secta islamista ha elevado la envergadura de sus ataques y dejado un saldo de 3,000 muertos; ha empezado a utilizar desde hace dos años los secuestros como el modo de financiarse o para tener monedas de cambio.

Ali Monguno, padre de un relevante general nigeriano, fue secuestrado y hubo que pagar 320 mil dólares por su liberación. De manera extraoficial, todos saben que se han raptado miembros del Parlamento y del ejército.

La secuela que ha seguido a otros secuestros ha sido la de liberar a decenas de presos miembros de Boko Haram. Hay dos casos que saltaron con fuerzas a las páginas de los periódicos en los que se observó el mismo modus operandi, secuestro y luego el gobierno cede ante los terroristas.

Se trata de una familia francesa y nueve nigerianas apresados respectivamente en febrero y mayo del 2013.

Nigeria es el país mas poblado de África con 170 millones de habitantes, sin conciencia sobre ser nación como le ocurre a la mayoría de estados del continente. 

En este estado africano hay 200 grupos tribales, dominando cada cual a su manera un feudo entre profundas diferencias, políticas, religiosas y territoriales.

Francia ha convocado para el sábado una cumbre en París para analizar las formas de enfrentar el tremendo peligro que supone para sus excolonias Boko Haram. Parece seguro que asistirán las más altas autoridades de Nigeria, Níger, Chad, Camerún y Benin.

Boko Haram opera como una guerrilla, es decir, con la forma de operar de aquí te pillo, aquí te mato. Como en toda confrontación, resulta un choque de voluntades, al margen de la fuerza y las armas, al margen de lo social y lo cultural. Parece sencillo de entender, incluso de llevar adelante, pero hasta ahora no lo ha sido, ni lo será en el futuro próximo.

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Difunden video de niñas nigerianas

Difunden video de niñas nigerianas | La silla rota

domingo, 11 de mayo de 2014

Los separatistas del este de Ucrania desoyen a Putin




Por Mirta Balea

Vladimir Putin ha dado un volantazo de sensibilidad. El presidente ruso afirma haber retirado sus tropas de la frontera con Ucrania y pide a los rebeldes del este que suspendan el referendo separatista de hoy para con esto "facilitar el diálogo con el gobierno de Kiev".

Una vez abierta la caja de los truenos resulta difícil cerrarla, al menos de la forma hermética en que estaba antes, y los pro rusos de Donetsk y Lugansk siguen adelante con su referendo en el que hay una sola pregunta:

¿Apoya la proclamación de la soberanía independiente para la República Popular de Donetsk?

El proceso está repleto de incertidumbre si tenemos en cuenta que los separatistas solo controlan doce ciudades en Donetsk y  la capital de Lugansk y carecen de acceso al registro de votantes ucranianos. 

A esto hay que sumar la ofensiva militar anti terrorista del gobierno en funciones en Kiev para recuperar el control del sureste del país.

El presidente en funciones Alexander Turchinov ha dicho que "los estados civilizados no hablan con criminales armados" y que, con independencia del resultado del referendo, proseguirá en la búsqueda de una pacificación de la zona y su control para el gobierno central.

La Unión Europea (UE) se ha mostrado poco menos que letárgica a la hora de poner coto a las ambiciones expansionistas de Putin tras la anexión de Crimea, el despliegue de tropas en la frontera y los desórdenes en el este de Ucrania, acontecimientos sucedidos desde el pasado febrero.

Un experto militar ha recordado que los 80 mil soldados rusos desplegados entre Crimea y la frontera oriental de Ucrania constituyen un aviso para países como Moldavia, que tiene la región separatista y pro rusa de Transnistria, que carece de una garantía de seguridad.

El sorprendente giro de Putin responde a temas tácticos. Pretende atraer a Ucrania a la esfera de influencia de la Federación Rusa propiciando la creación de un estado federado, lo que ha estado machaconamente reclamando a Kiev, y desmarcar a Alemania de la línea seguida por Estados Unidos, que reclama pasos más largos y atronadores para parar a Rusia.

Hace casi un mes, los activistas pro rusos, entrenados y apoyados logísticamente, según admiten fuentes de Bruselas, por elementos afiliados al GRU (principal directorio de inteligencia ruso), han venido ocupando edificios gubernamentales y comisarías de policía. El epicentro del movimiento se halla en Sloviansk, a unos 150 kilómetros en el norte de Donetsk.

El ejército ucraniano rodea Sloviansk, pero la amenaza es tan solo un amago porque no ha sido capaz de hacerse con el control de las regiones bajo la comandancia pro rusa.

Lo más relevante  en el plano militar de las actuaciones europeas ha sido el despliegue de tropas de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en los países sujetos a amenazas por Moscú a petición de Polonia.

La UE -según fuentes de la OTAN- invierte muy poco en defensa, apenas un 20% del presupuesto actual. Pocos países del continente sobrepasan un 2% de su PIB en defensa, el porcentaje recomendado para ser creíbles en lo militar.

La OTAN aseguró hace apenas una semana que Rusia disponía de 40 mil militares en la frontera con Ucrania. Esta organización y Estados Unidos han puesto en duda el anuncio de Putin y alegan que no hay constancia de que haya tenido lugar un repliegue de fuerzas como dice.

Si las palabras de Putin, el pasado miércoles, parecían introducir una nota de tranquilidad en la crisis, al día siguiente tuvo lugar un duro revés cuando el Kremlin anunció que Rusia probaría su capacidad de combate en maniobras "planeadas desde noviembre pasado" antes de la crisis.

El ministro de Defensa precisó que en los ejercicios estarían presentes todas las fuerzas armadas rusas, incluido el contingente nuclear.

Putin ha venido tejiendo una red geopolítica en lo militar, económico y diplomático en los países antes dependientes de la Unión Soviética, para articular lo que podría conocerse como la Unión Euroasiática, basado en una previa Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán, a la que debería haberse sumado, si no fuera por la crisis, Ucrania.

Esto sin dejar de prestar ayuda y apoyo a comunidades rusas afines con Moscú. 

Berlin, a pesar de estas últimas noticias nada tranquilizadoras, ha querido aferrarse a lo dicho el miércoles por Putin. En un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores alemán, ha aplaudido "el tono constructivo" y constatado su importancia en un "momento decisivo" en el que todavía ve posibilidades a la vía diplomática.

El control en el este de Ucrania parece perdido, al menos si no entran en el juego elementos externos. El gobierno de Kiev, con el apoyo de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y de líderes occidentales, ha rechazado cualquier diálogo que suponga "un alto al fuego" por parte de sus unidades anti terroristas.

El aparente cambio de tercio de Moscú, que tanto revuelo ha despertado en Europa, viene a la sazón de que el Putin recibiera al presidente de la OSCE, Didier Burkhalter, a cuya iniciativa se debe lo del aplazamiento del referendo y considerar las venideras elecciones del día 25 como un "paso en la dirección correcta", según las propias palabras del mandatario ruso.

Estados Unidos ha ido más allá que la OSCE y ha pedido a Moscú que utilice su influencia para que los activistas pro rusos entreguen las armas y abandonen los edificios ocupados. El líder de la auto proclamada República de Donetsk, Denis Pushilin, ha rechazado el diálogo y la suspensión del referendo y ha dicho que no dejará las armas.

Analistas militares norteamericanos consultados han dejado entrever que Estados Unidos podría estar interesado en obligar a Rusia a intervenir militarmente en Ucrania oriental, donde el separatismo, la anexión o la partición no cuentan con una mayoría, y forzar así la intervención de la OTAN, dado que Ucrania no es un país miembro y es la razón que subyace en que no se hayan desplegado tropas en la frontera con Rusia.

Putin quiere evitarlo, por supuesto, porque una cosa es vocear desde fuera y otra hacerlo dentro. Una implicación militar nunca ha estado entre sus ideas de subvertir la situación en Ucrania porque sabe que la cohesión de la OTAN sería muy peligrosa y conoce que la canciller alemana Angela Merkel ha estado todo este tiempo intentado conjurar ese peligro por el bien de ambas partes.

A los alemanes, el gas ruso les resuelve un 35% de la demanda interna y resulta clave para las estrategias domésticas de reconversión, el llamado Energiewende, con lo que reduciría el uso de carbón y se despediría de las nucleares.

El ideario político de Merkel se aparta así de manera drástica de lo que quiere Estados Unidos y algunos países como Polonia y los estados bálticos.

Para Alemania tampoco es fácil ceder al lado radical de Occidente porque su crecimiento resulta aún precario, a juzgar por las cifras del primer trimestre de este año, y podría caer en una recesión económica, según han señalado diarios especializados.

La división interna sobre la actitud a asumir frente a la crisis de Ucrania se viene perfilando con claridad. De un lado los duros, favorables a una escalada de las sanciones y la ejecución de medidas militares y, de otro lado, la patronal industrial preocupada por el negocio de seis mil 200 empresas presentes en Rusia y la suerte de los 20 mil millones de euros invertidos con estas.

Putin se encontrará cara a cara el próximo mes con los líderes occidentales en las celebraciones del 70 aniversario del desembarco de Normandía, en Francia. El gobierno de Francois Hollande no ha podido obviar invitarlo por razones históricas y allí estará, según ha anunciado un vocero del Kremlin.

La popularidad del presidente ruso, en su propio país, había bajado en 2012 al 69%. De repente, con el estallido de la crisis, la anexión de Crimea y los movimientos militares en la frontera, las últimas encuestas indican que goza del 83% de simpatías, solo por ésto.

El presidente ruso se ha anotado en los últimos años al menos tres grandes éxitos para sus intereses expansionistas. En la guerra de Georgia, consiguió la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, ahora bajo la tutela de la Federación; logró impedir la intervención militar norteamericana en la guerra civil siria, moviendo también el ajedrez europeo; y se anexionó Crimea.

Las encuestas reflejan que los rusos han visto estas acciones como un alza merecida en el liderazgo mundial de Rusia y no tienen a menos aceptar la anexión de zonas aledañas a la Federación, en territorios antes soviéticos.

Putin ha utilizado varios factores a su favor. Que la UE no es una unión como pretende hacer ver, carece de liderazgo y atraviesa una profunda crisis económica y que Estados Unidos está muy lejos del este del continente y el presidente norteamericano Barack Obama ha resultado ser un líder ambiguo y dubitativo a la hora de asumir decisiones extremas.


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viernes, 2 de mayo de 2014

El gobierno de Ucrania ha perdido el control sobre Donetsk y Luhanks.



Por Mirta Balea

Rusia está a punto de dar un golpe de coronilla y de autoridad, como se suele decir en fútbol, a las autoridades internacionales al reclamar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tratar la crisis de Ucrania.

La cita pedida por Moscú tendrá un carácter político, no humanitario, sobre la grave situación provocada por una minoría separatista en el sureste de Ucrania, donde controla, quizás de manera irreversible, las regiones de Donetsk y Lugansk.

Dicho por el presidente norteamericano Barack Obama; dicho por la canciller alemana Angela Merkel; dicho por el secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen; dicho por el primer ministro de Ucrania, Alexander Turchinov; y finalmente confesado por el presidente de la Comisión Europea, Joao Barroso: el elemento que ha desestabilizado a esa región del mundo es la política expansionista de Moscú y es lo único que impide que la crisis se disipe.

A Barroso no le ha quedado otra que hacer público un secreto que había guardado hasta ahora: Putin quiere el "control de Ucrania", porque "ya le había confesado que consideraba que ese territorio independiente no era más que una creación occidental".

El embajador británico en Naciones Unidas, Mark Lyall Grant, ha aprovechado la reunión de urgencia del Consejo, pedida por Rusia, para apuntar su dedo acusador sobre el culpable: Hay que vigilar, y muy de cerca, los esfuerzos del Kremlin por desestabilizar la zona.

Lo que viene sucediendo es la puesta en ejecución de una política injerencista de Moscú para anexarse Ucrania sin que Rusia y sus tropas aparezcan en primer plano. Así sus peones, han venido eliminando las estructuras administrativas y militares, dependientes del gobierno de Kiev, y han sacado a luz la división étnica heredada de la política de transculturación e interferencia lingüística de la URSS en las regiones otrora bajo su égida.

Lo peor no es que los rebeldes separatistas en Donetsk y Lugansk cometan desmanes y atrocidades contra la población ucraniana, porque esta es la manera que tienen de hacerse con el poder, sino que ésta actuación la imiten militares ucranianos contra los rusos residentes en aquellas regiones donde el arrebato separatista no ha tenido arraigo de momento.

Al erigir nuevas estructuras administrativas y militares, donde antes estaban las oficiales, y proclamar una república, como ya lo ha hecho Donetsk, se busca emular lo logrado en Crimea, integrada a la Federación Rusa sin muchos titubeos por parte de Moscú.

Hay un nombre que suena más que cualquier otro en todos los tejemanejes en esa región del mundo, tanto si hablamos de Crimea como de Donetsk: Igor Stalko, auto proclamado jefe militar de la "Nueva República", responsable del secuestro de los miembros de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y persona de confianza en cuanto a seguridad del también auto proclamado primer ministro de Crimea, Sergei Aksinov.

Strelko, que ha formado parte de todos los disturbios y agresiones en el sureste de Ucrania, pertenece a la Dirección Central de Inteligencia del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Rusas (GRU), según han señalados los cancilleres europeos en Bruselas.

Ha reconocido públicamente además que un tercio de sus hombres son soldados rusos, por mucho que no lleven insignias y oculten sus caras tras pasamontañas, como ya habían hecho durante el asalto a Crimea.

Merkel, siguiendo siempre su política tibia hacia Moscú, volvió, por enésima vez, a hablar con Putin, esta vez para pedir que interceda en la liberación de miembros de la OSCE, entre los que se haya una mayoría de alemanes.

Resulta que Strelko, que no representa a nadie ni es nada en esa región desde el punto de vista oficial, se permite decir a la UE que no habrá liberación hasta tanto no se levanten las sanciones contra algunos elementos separatistas, a los que se les niega visado para viajar a cualquier país de la unión y a quienes se les han congelado sus activos.

Parece difícil de comprender este pulso abierto, a no ser que tengamos en cuenta el apoyo, no solo logístico, sino político, de Moscú, que hace tiempo rompió lo acordado con Estados Unidos y el Reino Unido, en 1994 en Helsinki, cuando aceptó la independencia de Ucrania a cambio de renunciar a su arsenal nuclear.

El proyecto político tan largamente acariciado por Putin de recuperar y rearmar un imperio similar a la otrora URSS, bajo la nueva denominación de Federación Rusa o, en un futuro, quizás, Unión Euroasiática, está a un tris de hacerse realidad.

Estamos ante un experimentado miembro del KGB, que ha utilizado en muchos casos los viejos métodos de la organización en la que se formó con tanto ahínco, de crear problemas internos a un país, internacionalizarlos después y en muchos casos que se viera como una solución la mediación de Moscú.

Si hay rusos en la región, y por fuerza los habrá, el Kremlin considerara ese territorio como parte de Rusia y si alguien lo duda, no debe pasar por alto los discursos del que llaman el nuevo zar, sobre todo su locución ante los diputados rusos en la firma del acuerdo de anexión de Crimea.

En el plano interno, su popularidad es indiscutible. La gente pasa ya por alto que haya silenciado agresivamente a la oposición, que gobierne con mano dura, que la economía esté por los suelos, mientras lance mensajes populistas, sin contenido real, que renuevan el interés ciudadano por regresar a los viejos días de gloria de la URSS, un proyecto que cayó por su propio peso cuando en Europa del Este quedó al desnudo que el sistema de gobierno, económico y socio-político, implantado tras la II Guerra Mundial, resultaba inviable.

La "vía diplomática" que con tanto denuedo persiguen Rasmussen - porque la OTAN no prestará apoyo a Ucrania- y Merkel, junto a otros líderes europeos, pasó hace mucho, incluso, mucho antes de lo de Crimea. 

El músculo solo se ha visto en Bruselas en los representantes de las repúblicas bálticas, Hungría, Rumanía, Bulgaria y, muy en especial, Polonia, y resulta una prueba fehaciente de que quienes batieron palmas por la caída de la URSS, porque sufrieron en su propia tierra los efectos del comunismo, no quieren que el cadáver resucite.

El Reino Unido se ha colocado junto a estos países y ha reclamado de Bruselas un castigo ejemplar, que debería ir más allá del simple congelamiento de activos y negativa de visados a unos 48 rusos y ucranianos responsables de lo que está ocurriendo.

En resumen, lo que ha hecho Bruselas ha sido sancionar a individuos, sin que esto afecte sustancialmente a la economía rusa. Los moderados impulsores de la medida no ven en Rusia una amenaza tan tremenda.

Merkel debe creer que lo de la crisis de Ucrania es un tema cuasi religioso, totémico, para Putin, todo un hito en la apropiación de lo que no le pertenece. Respeto a la intimidad, es probablemente la frase que suena en la cabeza de la canciller y de otros.

El chico listo del Kremlin, apostado como francotirador, experto en crear conflictos, sabe que las cosas al final marcharán a su favor y luego todo esto se olvidará, pasando a formar parte del Departamento de Cosas sin Importancia en los gabinete occidentales.

Putin vio el descalabro de la URSS como un tiempo de herejía, de relajamiento moral, que provocó la caída del imperio, y ahora intenta reconstruirlo y ha ido al rescate de las ramas caídas del árbol con psicología motivacional.

El gobierno de Kiev ha lanzado una ofensiva militar sobre Donetz para recuperarla, algo que ha subido por las paredes a las autoridades rusas y las ha impulsado a pedir la reunión del Consejo de Seguridad para poder controlar a Kiev y que permita hacer a los separatistas, que han invadido el espacio público en el sureste de Ucrania, aún cuando los rusos son minorías en toda esa región.

Estados Unidos y la UE deberían saber que Putin no va a impulsar el respeto al derecho ajeno, a la democracia, a la libertad individual, a la convivencia, porque en su propio país no lo ha promocionado. No es lo que quiere, no es lo que necesita de sus peones.

Con un excelente manejo de los tiempos, va más de prisa que sus rivales, se mueve con una hoja de ruta que Occidente conoce, como ya ha confesado Barroso, y que ahora ve tomar forma ante sus propios ojos.

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