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sábado, 1 de marzo de 2014

Venezuela: el fracaso del chavismo al desnudo



Por Mirta Balea

La fractura social en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro apuesta tan solo por la represión, muestra más claro que cualquier artículo o discurso previos el fracaso del modelo económico impuesto al país por el Partido Socialista Unificado (PSUV), creado por el fallecido Hugo Chávez, a imagen y semejanza del sistema cubano.

Los venezolanos que se han echado a la calle no son masas enardecidas aclamando al "chavismo", son miembros de una sociedad cansada de esperar el milagro de los panes y los peces prometido por el gobierno desde hace unos diez años.

En los videos, que circulan por Internet, gabados muchos por la misma población, muestran a hombres y mujeres de la clase media y de los estamentos sociales más pobres, a quienes los "socialistas" del siglo XXI tenían por un rebaño que jamas los cuestionaría. Incluso, para evitar los brotes de esta naturaleza, Chávez y Maduro creyeron que amordazar a la prensa sería suficiente.

El gobierno le ha colgado a los manifestantes etiquetas tales como "fascistas", "traidores a la patria", un recurso muy utilizado por el régimen de los hermanos Castro; se atreve a apresar y juzgar, nada menos que en un autobús, a uno de los opositores, Leopoldo López, que ha brillado con luz propia en los últimos acontecimientos; y echa mano a la frase maniquea de los revolucionarios fracasados de América Latina de que Estados Unidos está detrás de las protestas como si hablara de un control mental teledirigido.

Maduro ha reprimido con saña, sacando a la calle a todos los cuerpos uniformados e inyectando impunidad en el quehacer de fuerzas paramilitares, llamadas por Chávez bolivarianas; ha pedido ayuda a Cuba, que envió cientos de sus experimentados agentes "del orden" para que las masacres tengan un mejor adiestramiento de parte de los verdugos.


El destacado periodista cubano en el exilio, Carlos Alberto Montaner, se ha encargado de poner voz a esta fechoría en su blog.

http://www.elblogdemontaner.com/cubano-instruyendo-guardia-nacional-venezolana-para-que-reprima-eficazmente-sonido/

Los venezolanos protestan contra la inflación galopante, el desabastecimiento, que se extiende a productos de primera necesidad, la inseguridad ciudadana, que se ha visto quintuplicada con el "chavismo", y han vuelto a exponer ante el mundo -pese a lo que han venido diciendo los "socialistas del siglo XXI"- que la estatalización de la economía es un rotundo fracaso. 

Como si el ejemplo de los países de Europa del Este no resultara suficiente, sin dejar de mencionar el anclaje económico exhibido en Cuba u otros, que se han atrevido a poner en práctica este modo de control, lo que les ha impedido despegar.

Al menos 13 de los 23 Estados venezolanos están en pie de guerra desde hace semanas y Maduro y sus más allegados siguen sin darse cuenta de la situación o simulan no hacerlo, aunque ayer conmemoraron el "caracazo".

Esta fue una suerte de rebeldía nacional convocada por Chávez hace 25 años y que el gobierno celebró con el decreto de dos días de asueto, convertidos en seis, que no han servido para calmar los ánimos, como era su propósito.

La asonada golpista de Chávez contra el presidente Carlos Andres Pérezm tomando como pretexto los efectos de una mala administración, sacó a la calle -tal y como pasa ahora- a un millón de venezolanos, reprimidos a sangre y fuego por la policía y los militares -como hace también el gobierno de Maduro.

El gobernador de Miranda y ex-candidato a la presidencia, Henrique Capriles, ha querido evitar desde el principio un estallido social, que podría derivar en guerra civil incontrolable, al considerar que no es la vía adecuada para dar un giro a la situación imperante ni para que otro político acceda al poder.

A propósito del aniversario del "caracazo", destacó, durante un discurso en la avenida Francisco de Miranda, que sobrepasó todas las expectativas de la convocatoria, que las condiciones que lo provocaron están presentes hoy.

Recordaba con esta frase cuando hace 25 años los habitantes de los barrios más pobres de la capital venezolana (grupos sociales que supuestamente hoy apoyan al "chavismo"), se abalanzaron sobre la ciudad en un frenesí de saqueo y rapiña, terminado en un baño de sangre y muerte.

Capriles rechazó, como otros importantes líderes opositores, la convocatoria de Maduro al palacio de Miraflores para un "diálogo de paz". El presidente dio este paso muy a su pesar para ganar tiempo y presionado por un sector del "chavismo" que no le apoya.

Capriles pidió en cambio la realización de una conferencia de los presidentes de las naciones integrantes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) para hallar soluciones, entra las que descarta la permanencia en el puesto de Maduro.

El bando menos moderado, más combativo, de la oposición, cuenta con López y la destacada voz de la diputada María Corina Machado.

Esta mujer hizo que las mujeres se adueñaran de la calle hace apenas 48 horas cuando salieron vestidas de blanco para protestar por la situación de miseria en el país y contra el apresamiento de al menos 100 personas participantes en las manifestaciones.

Vestirse de blanco ha sido un remedo de la lucha pacífica, no exenta de riesgos personales, de las mujeres hijas, madres y esposas de los presos políticos cubanos, que cada semana salen el domingo a protestar contra el "castrismo", mientras acuden a rezar a la Iglesia.

Las protestas en Venezuela han dejado un saldo de 16 muertos y cientos de heridos, algo que la moderación de Capriles no debería pasar por alto. Al final, tendrá que ponerse las pilas para que no le sobrepasen en liderazgo López, Machado o el propio alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos.

El edil ha sido el líder de la rebelión en Táchira, donde se iniciaron las protestas de los grupos estudiantiles, que se han acercando hasta la crisis actual. Los "chavistas" quieren echarle el guante, pero no han podido.

El papa Francisco, como era de esperar por su condición de hombre de paz y de esperanza, ha llamado al diálogo y a la reconciliación entre venezolanos, pero tal y como se presentan las cosas resultará muy difícil si Maduro sigue en el poder.

Un "chavista" no muy afín al presidente, el gobernador de Táchira, José Mora, ha reconocido públicamente el "exceso" de celo en los uniformados al reprimir a los estudiantes en las barricadas de San Cristóbal. 

Luego se desdijo ante la televisión nacional porque señaló que su intención no era perjudicar al PSUV, que al parecer es lo primero entre sus militantes, más allá de cualquier consideración humana sobre la política represiva aplicada por el gobierno.

Mora, entre sus señalamientos, había exhortado al gobierno a "mandar a casa a todos los presos" entre los participantes en las macro manifestaciones que acaban de entrar en su cuarta semana.

María Corina Machado, al tomar la calle junto a las damas de blanco venezolanas, lanzó un mensaje de esperanza a Cuba y de paso desbloqueó el signo de igualdad entre los nacionales, tanto dentro como fuera del país, y el régimen "castrista" por la participación en la represión de los militares cubanos.

Expresó que la lucha actual no es solo por Venezuela, sino, también, por la libertad en la mayor isla de las Antillas.

La diputada fue incisiva al decir que "quienes creen que la única opción es esperar al 2015 o 2019 para competir en las elecciones subestiman la capacidad del gobierno (chavista) para aniquilarnos (a la oposición)", con lo que trazó una línea frente al conservadurismo mostrado hasta el momento por Capriles.

En 2010, fue la diputada más votada y es una espada afilada en la Cámara contra el régimen. La Mesa Nacional, que agrupa a los mayores partidos de la oposición, escogió, sin embargo, a Capriles como candidato a la presidencia, quien perdió por una exigua mayoría ante Maduro en las últimas elecciones.

En este momento, no es que pueda hablarse de un líder único de la oposición en Venezuela. Las manifestaciones, en sus inicios, fueron impulsadas por Organizaciones No Gubernamentales, y los partidos tradicionales no tuvieron mucho que decir.

Estados Unidos se ha circunscrito a pedir a Maduro - con una timidez que asombra-, la retirada de la policía y los militares de las calles, que deje a la población expresarse libremente e inicie el diálogo con la oposición, algo que nadie en la oposición quiere a estas alturas.

El Parlamento europeo ha pedido al gobierno de Caracas que desarme y disuelva de inmediato a los grupos armados descontrolados (lo que se conoce como paramilitares "chavistas"). Estos han salido a patrullar por las calles, disparando a mansalva a los manifestantes dentro de la más absoluta impunidad.

Estos grupos de civiles armados, creados por Chávez para establecer un bloqueo institucional a cualquier amago de rebeldía, son los que en estos años se han llevado a los opositores a los cuarteles para torturarlos y silenciarlos para siempre, al más puro estilo de las tristemente célebres dictaduras del cono sur americano en los años 70 del pasado siglo.

Europa ha recordado a Maduro su obligación de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, con independencia de sus opiniones políticas o filiación.

Los estudiantes han ideado en estos días dar un giro a las formas de protesta instalando barricadas en las calles, lo que les permite retirarse cuando vienen los militares y regresar una vez que se han marchado. A estos últimos, les resulta muy difícil retirarlas todas.

Con este método, se han logrado colapsar importantes urbes como Mérida y la propia Caracas. 

El ministro de Relaciones Exteriores de Maduro y, antes vicepresidente con Chávez y jefe de su diplomacia, Elías Jaua, ha salido a "zapatear" por América Latina para pedir apoyos.

Esta idea del "chavismo" ha surgido después que la Organización de Estados Americanos, con Ignacio Insulsa al frente, no ha podido siquiera encontrar un consenso para reunirse y denunciar la masacre contra la población venezolana.

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