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domingo, 15 de septiembre de 2013

Estados Unidos y Rusia: la vida es bella

Kerry y Lavrov en Ginebra


Por Mirta Balea


Probablemente mis lectores habrán adivinado que el acuerdo ruso-americano este sábado en Ginebra para destruir las armas químicas de Bashir el-Assad tiene como motor de arranque darle más tiempo al régimen para terminar con la rebelión interna y permitir al presidente Barack Obama salvar la cara frente a la opinión pública estadounidense.


Esta es básicamente la razón de que dos enemigos de toda la vida, Rusia y Estados Unidos, se hayan sentado a negociar un pacto que no cambia para nada la esencia del conflicto sirio. Como Moscú continuará su envío de armas a el-Assad, el documento ha excluido, convenientemente, la necesidad de un alto al fuego para eliminar armas peligrosas y que requieren de un manejo especializado. Se ha excluido también mencionar el ataque químico del pasado 21 de agosto en que murieron cientos de civiles.


Cuando ya se conocía que la cifra manejada por la comunidad internacional era de 100 mil muertos en dos años y medio, seis millones de refugiados y muchos más desplazados, Obama habló que el presidente sirio había perdido legitimidad para dirigir el país.


El acuerdo de Ginebra deja todo el proceso en la práctica en manos del "ilegítimo" el-Assad. El responsable de la crisis siria ha pasado a ser un interlocutor válido en el que todos confían.


Algunos periódicos como The Washington Post han destacado como motor impulsor del acuerdo la amenaza del uso de la fuerza por Estados Unidos contra el régimen sirio por lo ocurrido el 21 de agosto, lo que resulta una contradicción a la luz de que este hecho ni se menciona en el documento.


Otros medios de comunicación han señalado que Obama ha perdido fuelle y que el presidente ruso Vladimir Putin, a quien se debe la iniciativa diplomática discutida en Ginebra, se ha mostrado más decidido en sus objetivos y en sus compromisos con el gobierno sirio.


El Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por los países petroleros de Oriente Medio ( Arabia Saudita, Catar, Emiratos Arabes Unidos, Oman, Kuwait y Bahrein), se mostró muy entusiasta con la prevista y ahora congelada acción militar norteamericana contra Siria. Después de Ginebra, fuentes oficiosas de esa organización regional puntualizan que siguen esperando por Washington, pero no indefinidamente.



Si el-Assad no cumple, han dicho esas fuentes, el Consejo podría redoblar esfuerzos para apertechar mejor de armas y dinero a los rebeldes y hacerse con las riendas de la situación. Atacar a Siria directamente no se vería bien de cara a otros países árabes aliados.



Por cierto que los rebeldes no se han mostrado tampoco satisfechos con el acuerdo alcanzado. Algunos de los comandantes en el terreno acusan a Estados Unidos de traición. El jefe del Consejo Supremo Militar rebelde (al que apoya Occidente), general Salem Idriss, significó que sin cese del fuego resultaría peligrosísimo transportar los gases tóxicos y destruirlos y ha puntualizado que sus fuerzas no tienen armas químicas.




Incinerar el arsenal sirio es una cosa; la neutralización de las armas resulta otra. De momento esto último podría alcanzarse en las próximas dos semanas cuando Damasco presente el inventario sobre la cantidad de armas químicas de que dispone, cómo se han adquirido o producido y dónde se hallan los depósitos.



La comunidad internacional enviará a un grupo de expertos que sellaran los almacenes y monitorearán la salvaguardar de estas armas para que no sean utilizadas de nuevo, con lo que tanto los civiles sirios como los países alrededor de Siria, en especial Jordania e Israel, deberían disfrutar de cierta calma chicha.  Pero ¿es esto realmente cierto ?



Investigadores de la ONU en Siria


Lo será si confiamos en la transparencia de Damasco sobre su inventario y en que Rusia siga siendo el garante, un cooperante honesto en todo este rollo, pero sin olvidar que no es un elementos omnipresente en la toma de decisiones de el-Assad. 


Si la respuesta es si, respaldaremos el acuerdo de Ginebra y confiaremos en que Damasco cumpla. Veremos en lo pactado un bien mayor por el que debemos sacrificar cualquier justicia sobre los crímenes sucedidos en dos años y medio de conflicto.



La destrucción del arsenal químico de Irak llevó tres años, de 1992 a 1995, y en Libia se gastó el mismo tiempo, entre 2008 a 2011. Estados Unidos y Rusia, signatarios de la Convención para la Prohibición de Armas Químicas, aún siguen con el proceso y se estima por algunos expertos que el arsenal de Siria es lo suficientemente grande para que estemos hablando de no menos de una década.



Negociar un alto al fuego para que formara parte del acuerdo de Ginebra parece haber resultado más difícil que la aceptación siria de entregar para su destrucción el armamento tóxico de que dispone, a juzgar por la letra del documento llamado Marco de eliminación de las armas químicas sirias, que como sus anexos, formará parte de una próxima resolución de la ONU.



El régimen de Damasco, que hasta hace muy poco negaba la posesión de armas químicas, aunque la comunidad internacional sabe que comenzó a hacerse con ellas en la década de los 70 del pasado siglo, se ha mostrado dispuesto a cooperar, pero niega la necesidad de un alto al fuego para desarrollar el proceso, ni que Estados Unidos suministre armas a los rebeldes, un axioma que comparte con Rusia, proveedor del régimen al que necesita como comprador.



El gobierno de Moscú ha dejado claro además que no aceptará ninguna resolución de las Naciones Unidas que prevea la caída de el-Assad, sanciones contra su régimen o el uso de la fuerza militar para aplastarlo. Y eso no ha cambiado con el acuerdo en Ginebra.



Así que la comunidad internacional tendrá que confiar al ciento por ciento en la transparencia de el-Assad, que ha venido mintiendo sistemáticamente y que niega todas las acusaciones, aunque luego se prueben verdaderas.



Para muchos expertos destruir armas químicas es algo muy peligroso en medio de una guerra.



Esta eliminación en la mayoría de casos precedentes ha tenido lugar en el mismo territorio, en el caso que nos ocupa, Siria, y se ha realizado en habitáculos construidos para este fin y cercanos a los depósitos para evitar un transporte largo de las armas, altamente peligrosas y que requieren de un manejo especial.



Con la congelación del plan Obama para atacar objetivos específicos del régimen sirio en castigo por usar armas químicas contra la población -aun cuando el Pentágono insista en que la puerta a una acción militar no está cerrada-, lo único que resta es esperar a que el acuerdo de Ginebra de el resultado que todos desean.



Analizando a fondo el documento,  podemos ver que el gobierno de Damasco será el encargado de identificar las armas, de contarlas, de transportarlas y de la seguridad que esto conlleva, lo que ante los ojos de la opinión pública convierte a el-Assad en alguien redimible. Por la redención de los pecados de Damasco, Moscú ha actuado con celeridad inusitada aprovechando los tiempos.


A Putin solo le interesa el poder, ni las víctimas habidas ni las que habrá, y Assad es el elemento que vincula a los chiitas anti-occidentales de Teheran, Damasco y Beirut al Mediterráneo, donde Rusia tiene una base militar. Esta es la amenaza que continuará pendiendo sobre Oriente Medio, en especial sobre Jordania, Yemen, los emiratos del Golfo y hasta estados norafricanos atemorizados por el poder nuclear de Irán.


Este es el primer paso para una estrategia rusa encaminada a hacerse con el mando sobre los estados moderados árabes y desplazar a Estados Unidos como potencia hegemónica por primera vez desde que Egipto -en el marco de la Guerra Fría- girara sus intereses hacia Occidente en 1972 y con este otros países árabes.



En cuanto a un eventual proceso de paz, el régimen sirio no podrá ser desarmado, puesto que tácitamente se acepta que Rusia lo siga nutriendo con armamento sofisticado, el mejor de que dispone, y el-Assad se ha quitado de encima la espada de monstruo y la ha sustituido por la de socio fiable, si es que los acontecimientos futuros mantienen la trayectoria prevista.

Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2013/09/estados-unidos-una-salida-para-el.html

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