Datos personales

jueves, 16 de febrero de 2012

Vaticano: enfrentar a las víctimas

Por Mirta Balea


Bajo la bien cuidada piedra de la Iglesia de Roma, se abrieron grietas durante decenas de años, con la complicidad de sus prelados, como ha quedado probado en el simposio sobre pederastía organizado por el Vaticano en la Universidad Gregoriana, al que han asistido superiores generales de 30 órdenes y delegados de 110 conferencias episcopales, en el mayor mea culpa del que se tenga noticias en la institución con 20 siglos de antigüedad.




La Iglesia ha venido poniendo en marcha una serie de cambios desde el 2009, que han tenido que ver con años de corrupción y comisiones ilegales, que pasaron por las cámaras acorazadas de los cardenales. Ahora le toca a la pederastía, ese fenómeno larvado, que ha contaminado los cimientos de la Basílica, acostumbrada a desactivar auténticas bombas financieras, tapar escándalos, alejar a prelados sin escrúpulos con tan solo un escaño de diferencia con el Papa y a llevar negocios en la más absoluta discreción, protegiendo el delicado equilibrio de esta teocracia con el dinero.




Cuando Benedicto XVI emitió la encíclica Caritas in Veritate, enfrentaba un catálogo de corrupción en las finanzas de la corte papal. La relación de la Iglesia con el dinero había sido siempre contradictoria, conflictiva, incierta, con raices profundas en escándalos y decisiones del pasado. La historia se ha repetido con la pederastia por la falta de atención sobre lo ocurrido más allá de la columnata de San Pedro, confiando en que el silencio preservaría la relación de confianza de los feligreses y actuaría como control de daños.




Hay 4.000 casos registrados en la Santa Sede, pero se han reportado decenas de miles, sobre todo en Estados Unidos y Europa. Todo el tiempo se  ha guardado silencio tras los muros protegidos por los uniformes azul cobalto de la guardia suiza,`pasando por alto los actos criminales de abusos sexuales seriales, estupro y toda clase de delitos, en el más perfecto atentado de un colectivo a la libertad e integridad de sus leales seguidores, en su mayoría menores desprotegidos hasta por sus propios y creyentes padres.




Hay balas que a veces llegan a realizar una trayectoria tortuosa hasta alcanzar su objetivo final y es lo que ha ocurrido con esta mecánica perversa de la que no quedan absueltas siquiera las máximas autoridades de la iglesia católica. Aun cuando no sean autoras directas de estos crímenes, gozan merecidamente de prueba y mérito para ser investigadas por haber incurrido, con toda probabilidad, en responsabilidad penal de encubrimiento y complicidad.




El Vaticano había ordenado a los obispos, en época tan temprana como 1962, cuando comenzó a hacerse patente lo que estaba ocurriendo, que ocultaran los abusos sexuales, en un documento firmado por el papa Juan XXIII, en el que se amenazaba con la excomunión a quien hablara del tema. Tras su muerte se registró un desplome de las donaciones de los feligreses y todos pensaron que sería por el aura de santidad que siempre había rodeado a este personaje al que parecía echarse en falta. Pero, quizás, no fuera así.




Los sabios de Roma y su jefe máximo, el Papa, quien solo tiene que dar cuenta a Dios de sus decisiones infalibles, requerían que, de una vez, se hiciera la luz y se sacara a las víctimas de la profundidad de la fosa sacramental. La primera en clamar justicia ante los participantes en el simposio ha sido Marie Collins, irlandesa, de 65 años, que cuando tenía 13, enferma y sola en un hospital, fue agredida sexualmente por un capellán.




"Las mismas manos que abusaban de mí, me daban la comunión", expresó con emoción, anteponiendo su calvario a cualquier consideración hacia las autoridades que han marcado su fé y habían protegido al pederasta y para mayor infamia pretendían cargarla con la culpa. Las revelaciones sobre los reiterados abusos a menores por los miembros del clero han hecho perder a la institución en Irlanda un buen número de leales y mucho dinero en indeminizaciones.




Otro tanto ha ocurrido en Estados Unidos, donde comenzó a desvelarse todo el tinglado, y que pasó luego el testigo a Europa. La archidiócesis de Filadelfia ha admitido la culpa antes de la imputación de 21 sacerdotes, que agredieron a niños en escuelas y parroquias. Los arzobispados de Boston y Chicago se han visto también en gran medida afectados por los escándalos.




En Holanda, más de 20.000 víctimas desde 1945; Irlanda, más de 25.000 entre los más desfavorecidos; en Alemania, donde nacio el actual Papa, los niños del coro de Ratisbona sufrían acoso de forma sistemática. Una realidad mundial en la que la ruptura del silencio en el simposio Hacia la curación y la renovación se presenta como un primer paso, pero, ni mucho menos, el único o el último.




El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), William Lavada, habría emitido un documento el 3 de mayo del pasado año con el fin de establecer las prioridades, derechos y garantías de las víctimas de la plaga de la pederastía, como la ha calificado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, tanto como de los clérigos sospechosos o acusados de esos delitos.




En ese documento, siguiendo la línea marcada por el papa Benedicto XVI, se recordaba que los abusos sexuales "no son solo un delito canónico, sino un crimen perseguido por las autoridades civiles" y exhortaba a cooperar con éstas en el ámbito de las respectivas competencias. El máximo representante de Dios en la tierra se empleó a fondo en sus viajes de los últimos meses en reunirse con las víctimas de la ignominia para consolarlas y prometerles justicia. A dondequiera que iba, le perseguía el fantasma.




No hay dudas que los escándalos de pederastia han dañado la imagen de la iglesia y del sistema educativo católico, por esa razón el documento vaticano pedía una mejor formación de los futuros curas y religiosos y un intercambio de información entre los obispos sobre los candidatos al sacerdocio.




Aquí cobra especial relevancia que los responsables directos o indirectos son hombres de fe, guias espirituales para millones de personas, que han manifestado o han permitido un nivel de perversión y de impostura  que están muy lejos de poder considerarse hechos aislados. Durante decenas de años, han marcado una pauta, dejando al desnudo una red organizada al interior de la propia iglesia católica, que podría calificarse de mecánica cultural.




En el abuso sexual, lo cometa quien lo cometa y contra quienquiera que se realice, se da el factor del estatuto de superioridad del agresor y su vínculo de confianza previa con la víctima y el patrón de conducta en la selección de ésta. Se busca a la más vulnerable para someterla y obligarla a guardar silencio, un modus operandi para no ser descubierto. Y estos supuestos han estado presentes en los sacerdotes pederastas.




El Vaticano había decidido ignorar la verdad. Se requiere un valor insensato para enfrentarla, pero siempre aclara las cosas, aun cuando tanta diafanidad duela. Muchos creen que las víctimas son sensatas y perdonan, pero la mayoría clama venganza y está airada y es que a veces no eliges tu infierno, la zonas oscuras marchan sobre tí, aunque no quieras.




Las víctimas, menores al fin, han mudado las influencias en desánimo; la felicidad o la confianza en desamparo. Algunos poderes son a veces estériles y falsos, aunque los tengamos por inmutables y ciertos. Voltaire dijo que Dios hizo al hombre a su imagen, pero éste se lo ha devuelto con creces.




Monseñor Charles Scicluna, promotor de la justicia en la CDF, considera "inaceptable" que los obispos no hayan tomado medidas contra los abusadores y es difícil no estar de acuerdo con esto, pero cualquier castigo contra ellos correspondía al propio papa, según los cánones. No habrá ya segundas oportunidades. La redención, cualquier redención, pide un cambio de corazón, no de cuerpo. Hasta ahora los culpables permanecían a buen recaudo, ha llegado, sin embargo, el momento de pagar.


Es hora de releer también las novelas de Dickens, en las que los malos reciben su merecido, los niños salvan a mujeres hermosas y se respira el poder de la piedad.

Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com/2011/10/aporte-gratuito-sobre-el-bien-y-el-mal.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com/2011/09/benedicto-xvi-regreso-la-patria-alemana.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com/2011/08/el-papa-benedicto-xvi-la-suprema-voz.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario