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viernes, 15 de julio de 2016

ATENTADO YIHADISTA EN FRANCIA: ¿SI O NO?

Por Mirta Balea

El principal tema de debate y de conversación entre amigos y familiares ha sido hoy en España la masacre anoche en Niza. Casi en su totalidad la gente piensa que se trata de un atentado terrorista, incluso así lo ha calificado el presidente francés Francois Hollande, y los medios lo dan por seguro, pero yo no lo tengo tan claro.

Los hechos son que en la ciudad costera francesa murieron 84 personas  y otras 100 resultaron heridas cuando un joven tunecino condujo un camión frigorífico a 90 kilómetros por hora por el boulevard de los Ingleses atropellando a propósito a todo el que se le puso delante, incluso haciendo zig-zag para lograr más víctimas.

Lo que han dicho las autoridades hasta el momento es el nombre del asesino, su nacionalidad, que tiene 31 años y antecedentes por violencia de género, robo, violencia callejera y otros delitos comunes, aderezado con una eufórica costumbre de salir con toda cuanta falda se le ponga delante para pasárselo bien y beber en cualquier fiesta, fuera o no invitado.

Se sabe también que está casado, en trámite de divorcio, sin trabajo y no se le conoce ninguna tendencia al radicalismo islámico ni fervor religioso alguno puesto que ni siquiera acudía a una mezquita. No está siquiera en la lista de sospechosos de la Inteligencia francesa. 

El diario Le Monde desveló que dentro del vehículo encontraron una pistola de calibre 7,65 milímetros sin balas y tres armas al parecer de jueguete y una granada que han descrito como "inactiva". Todo muy inocuo.

Como el camión, al parecer, lo alquiló 24 horas antes, esto hace presumir que la acción fue planeada, lo que tiene mucho sentido, y se especula con la posibilidad de un cómplice. Lo que sí no tiene pies ni cabeza es que el ISI, que no deja que se enfríe un acontecimiento así sin reivindicarlo, no haya hecho hasta el momento tal cosa. En sus medios de comunicación habituales, no aparece la más mínima mención de la masacre. 

Los simpatizantes en las redes sociales del radicalismo islámico han llamado a otros voluntarios a hacer lo mismo que el tunecino en Niza, llevarse por delante a cualquiera. Esto ha inducido al personal considerar tal intento de animar a las huestes de asesinos como una confirmación que la masacre fue idea del terrorismo yihadista. Yo, en cambio, me guiaría por el Principio de Hanlon: Nunca atribuyas a la maldad lo que puede explicarse por la estupidez.

El tipo de atentado como el relatado: un tipejo conduciendo un vehículo para atropellar a una o más personas-poniéndonos frente a nuestra propia vulnerabilidad- tiene muchos antecedentes en las tácticas palestinas practicadas durante años contra Israel, y, que yo conozca en Europa, se dió en Londres en 2013, cuando mataron a un soldado e intentaron después degollarlo, y otra, un año después, en Quebec contra otro soldado.

En España, en el 2004 se pudo evitar un hecho similar cuando un camión de explosivos estaba dispuesto a empotrarse contra la Audiencia Nacional y las fuerzas policiales y de la seguridad del Estado lo impidieron.

Así las cosas, pienso en lo que mi nieto Mauro suele llamar un "copiota" porque sobre todo esto lo único que llama la atención es el alquiler del camión con antelación a la masacre. Uno podría suponer también que, siendo transportista, no resulta un hecho relevante, o al menos, no demasiado. Todo lo que se ha manejado de él hasta ahora no da explicaciones causales para establecer su motivación.

Tanto si hablamos de un terrorista reivindicativo como de uno punitivo, un elemento común es la impronta que dejan a su paso en su preocupación de cómo lo verán en su ámbito social. Muchos dejan videos por esta razón para justificar su inmolación. Si este tío se estaba divorciando lo lógico habría sido que le dejara algo similar a su mujer que le indicara a ella el héroe que se ha perdido como marido.

Niza ha sido una sede importante de la recientemente finalizada Eurocopa, fue objeto de actos vandálicos al principio de esta reunión futbolística, y anoche celebraba como cada año la toma de la Bastilla durante la Revolución Francesa. El momento era idóneo desde el punto de vista del asesino, causaría mucho daño y consumaría su venganza, fuera de la índole que fuera. ¿Es suficiente para que esto le convierta en terrorista? Para mí no.

El terrorismo yihadista es la visión fundamentalista y belicosa del credo islámico conocido como salafismo y la amenaza se extiende por Europa Occidental desde los años 90 del siglo XX. Los atentados suelen tener carácter táctico. El perfil de sus voluntarios es el de un joven de clase baja y soltero. Los ideales juveniles siempre son menos maduros y por esta razón el individuo es manipulable. 

Lo de los pobrecitos islamistas que buscan justicia social como se ha visto hasta el momento queda un poco en entredicho con otros atentados recientes en otras partes del mundo y en la propia Europa. Citaré el ejemplo más próximo en el tiempo, cuando un grupo de jóvenes de clase alta, según se supo después, irrumpió el 2 de julio en un restaurante de Dacca, en Bangla Desh, y mató a 20 personas, al grito de Alá es grande, no lo olvidemos.

Lo que buscan los yihadistas radicales con los atentados terroristas es la sobreactuación de las fuerzas policiales y del estado en cuestión, esto les ayuda a fracturar la confianza de la gente en sus propias instituciones e incita a la islamofobia, dándole hilo para tejer el discurso de siempre.

Los países y sus gobiernos por lo general en vez de buscar la complicidad de la comunidad musulmana moderada para combatir el yihadismo, tienden a tacharlos a todos de radicales, mirándolos con desconfianza, lo que divide a la sociedad en la que deberían convivir en paz y crea el caldo de cultivo para el reclutamiento.

Ningún dato conocido hasta ahora apunta a que este joven tunecino, inestable y violento, formara parte de una célula terrorista para atentar con un camión en Niza. Lo lamentable de adelantarse a las investigaciones y que el furor nos consuma es que si se conocen a posteriori los hechos y estos difieren de lo que ya damos por descontado, las autoridades enfrentan a una opinión pública formada en un criterio y nada de lo que se diga después la hará cambiar de opinión.

En Páginas de este blog: Algunas respuestas sobre el yihadismo.

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