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martes, 13 de mayo de 2014

La niñas rehenes de Boko Haram

Ababakar Shekau







Por Mirta Balea

Las autoridades de Nigeria sabían de antemano que tendría lugar un secuestro de envergadura a mediados de abril pasado por parte de los terroristas de Boko Haram e hicieron caso omiso de todas las señales enviadas a su atención por los servicios de inteligencia de países aledaños.

Solo después de que tuviera lugar la captura de 276 niñas en la escuela de Chibok y la comunidad internacional se conmocionara ante lo ocurrido, el presidente Jonathan Goodluck decidió pedir ayuda rescatarlas sin negociar con los captores, porque -según dijo- no se pueden aceptar las condiciones de los terroristas.

La preocupación internacional, que la gente haya hecho causa común para instar por todos los medios la liberación de las chicas, es lo que ha hecho también cambiar el "las venderemos" de un primer video, a inicios de mayo, a "las liberaremos si ustedes liberan a nuestros hermanos" presos en todo el país, de la última exhibición de fuerza trasmitida mediante Internet por el líder Abubakar Shakau.

Aunque hay que decir que a su grupo le conviene toda la polvareda alrededor del acontecimiento como propaganda sobre sí mismos.

Los padres de las secuestradas han estallado en cólera nada más saber hace poco que estuvieron 11 días en la reserva forestal de Shimbasa, cerca del lugar de captura, y el ejército no se había movilizado todavía para buscarlas.

Que Shakau utilice a las jóvenes como estrategia para conmocionar a la opinión pública mundial en su cruzada por islamizar a la fuerza a toda Nigeria y su odio por los cristianos del sur, que ocupan poco menos de la mitad del territorio, va en consonancia con el propio nombre que se dan a sí mismo los terroristas, en lengua nativa, "la educación no islámica es pecado".

El último vídeo sacado es el exorcismo del líder de Boko Haram. Las chicas que aparecen, vestidas con el característico islam, cubriéndolas de la cabeza a los pies y dejando fuera solo el rostro, agrupadas, con los ojos moviéndose para no perder de vista a sus raptores, resulta la mayor prueba de la catadura moral de estos recitadores del Corán.

Una par de ellas, en primer plano, hablan algo inteligible para el común de los mortales, pero que traducido es algo así como que pertenecen a Alá y, en consecuencia, a todos sus súbditos hombres. 

Porque si algo es seguro, aunque responda solo a rumores, es que han sido violadas a diario desde el pasado 14 de abril como forma aplicada de control de sus cuerpos y mentes. A cada momento se han vuelto más conscientes de que degollarlas no les costaría nada a los hombres que las rodean día y noche.

Llama la atención que no se grabara más que a unas 130, cuando hasta ahora se daba por sentado que habría 250, ya que algunas lograron escapar a tiempo. Esto resulta un indicativo también de que los rumores de que varias habían sido vendidas en Chad y Camerún a 12 dólares la pieza tienen visos de ser ciertos.


Una bicoca para el que las compra porque valen menos que una cabra, animal, que a juicio de estos fanáticos islamistas, tiene más utilidad que una mujer.

El robot que sostiene la cámara hace un paneo de las chicas con el velo, que, según los creyentes, las protege de miradas indiscretas, en bien del pudor y el honor, aunque luego las violen 15 veces al día bajo el terror de ser asesinadas.


Luego aparece en el video el "iluminado" Shakau diciendo lo de la conversión (express) al islam para "liberarlas", no sin antes reafirmar que no las soltaran si el gobierno nigeriano no hace lo mismo con un grupo de terroristas presos. 

Las niñas rehenes de Boko Haram
Expertos norteamericanos, británicos y franceses han iniciado la búsqueda de las cautivas con drones y sensores de calor para detectarlas en caso de que estén ocultas tras las muros de un edificio o bajo tierra.

La línea de posibilidades es larga, a tenor de los campamentos de que dispone Boko Haram en todo el país, empezando por Shimbasa y pasando por Mafa, Wulgo y Kirinawa.

Está también la posibilidad de que las hayan llevado unos kilómetros más allá del límite con Camerún o Chad, entre otros países, donde la operación no podría continuar sin la autorización de los gobiernos.

Puede ser tarde para ellas, aunque nadie quiere pensar lo peor. En este caso, el rescate no traería la liberación como ocurrió en 2013, cuando el ejército salvó a varias jóvenes nigerianas en la selva de Maiduguri, cuando estas se habían convertido también al islam, estaban embarazadas y casadas con sus raptores.

En los campamentos del grupo terrorista, hay bombas alrededor para evitar incursiones no deseadas, y podrían detonarlas, o usar a las niñas como escudos humanos.

Hablamos de un grupo que carece de conciencia o aprecio por la vida humana, con una mentalidad rudimentaria, subyugados por la filosofía de la guerra y la violencia para obtener sus metas, y que forma parte de una larga disidencia islamista en el norte de Nigeria.

Estos radicales han pretendido siempre convertir a la fuerza al sur cristiano. Odian a los moradores del otro lado, sus rivales religiosos, que han sabido aguantar durante décadas los desmanes, desprecios y ataques de que han sido objeto.

Desde que el primer líder de Boko Haram  Mohamed Yusuf fuera eliminado en 2009 por la Policía, la secta islamista ha elevado la envergadura de sus ataques y dejado un saldo de 3,000 muertos; ha empezado a utilizar desde hace dos años los secuestros como el modo de financiarse o para tener monedas de cambio.

Ali Monguno, padre de un relevante general nigeriano, fue secuestrado y hubo que pagar 320 mil dólares por su liberación. De manera extraoficial, todos saben que se han raptado miembros del Parlamento y del ejército.

La secuela que ha seguido a otros secuestros ha sido la de liberar a decenas de presos miembros de Boko Haram. Hay dos casos que saltaron con fuerzas a las páginas de los periódicos en los que se observó el mismo modus operandi, secuestro y luego el gobierno cede ante los terroristas.

Se trata de una familia francesa y nueve nigerianas apresados respectivamente en febrero y mayo del 2013.

Nigeria es el país mas poblado de África con 170 millones de habitantes, sin conciencia sobre ser nación como le ocurre a la mayoría de estados del continente. 

En este estado africano hay 200 grupos tribales, dominando cada cual a su manera un feudo entre profundas diferencias, políticas, religiosas y territoriales.

Francia ha convocado para el sábado una cumbre en París para analizar las formas de enfrentar el tremendo peligro que supone para sus excolonias Boko Haram. Parece seguro que asistirán las más altas autoridades de Nigeria, Níger, Chad, Camerún y Benin.

Boko Haram opera como una guerrilla, es decir, con la forma de operar de aquí te pillo, aquí te mato. Como en toda confrontación, resulta un choque de voluntades, al margen de la fuerza y las armas, al margen de lo social y lo cultural. Parece sencillo de entender, incluso de llevar adelante, pero hasta ahora no lo ha sido, ni lo será en el futuro próximo.

Enlazar con el vídeo que sigue a este artículo.

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