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viernes, 30 de diciembre de 2016

CESE DEL FUEGO EN SIRIA




Por Mirta Balea

El alto al fuego en Siria acordado entre el régimen de Bashir al-Assad y la oposición armada entra hoy en vigor y tiene como garantes a Rusia, Turquía e Irán, según dio a conocer la víspera el presidente ruso Vladimir Putin.

El mando militar ruso ha anunciado, por su parte, que reducirá sus efectivos en la nación árabe, aunque Putin recalcó que esto no supone el cese de la lucha anti-terrorista.

El canciller ruso Sergei Lavrov intenta que Egipto se sume al proceso y ha invitado a las Naciones Unidas a formar parte del grupo de monitoreo del alto al fuego. Tendió la mano también al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que forme parte de los esfuerzos en la búsqueda de la paz en Siria.

Putin puntualizó que el pacto -como otros similares- es frágil y requiere la máxima atención y paciencia. Este consta de tres documentos. El primero entre el gobierno de Siria y la oposición armada, formada por 62 mil hombres de varias agrupaciones. Han quedado fuera del compromiso el Estado Islámico y el Frente Al Nusra.

El segundo documento contiene medidas para verificar el cese del fuego y el tercero, un anuncio para la disposición de iniciar las conversaciones de paz lo antes posible. El ejército sirio confirmó que el alto al fuego entró en vigor en la madrugada del jueves para este viernes.

La situación -según fuentes en el terreno- está calmada y la tregua se cumple. No se han registrado incidentes y los zapadores rusos siguen trabajando, obre todo en Alepo, y han confirmado la desactivación de más de mil artefactos.

Tras cinco años de conflicto, se registra una cifra de casi 300 mil muertos y un millón y medio de refugiados y desplazados. El presidente sirio ha llamado la atención sobre la crisis de refugiados sin precedentes y ha instado a Europa a "dejar de apoyar a los terroristas" y "levantar el embargo" contra Siria. Los europeos deben abandonar el sueño de ganar la guerra en Siria y derrocar a El-Assad.

Se había logrado en febrero de este año una tregua, que incluyó el más importante alto al fuego en cinco años de guerra, sin que tampoco fueran incluidos en la tregua los terroristas. Cinco meses después, se abrieron corredores para que llegaran suministros de ayuda humanitaria a Alepo y se evacuara a una parte de civiles y combatientes.

Un convoy humanitario resultó atacado por fuerzas desconocidas hasta el momento en septiembre, en pleno avance del ejército sirio para liberar la ciudad este mismo mes. 

La oposición ha llamado a sus siete facciones a cumplir con el acuerdo y algunas han dado ya su conformidad. El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, advirtió que quienes no se sumen a la iniciativa serán considerados terroristas.

Hay que destacar en esta nueva fase, que el pacto alcanzado no ha tenido intervención de otras potencias, a excepción de Rusia, por su implicación con el régimen sirio, al que ha ayudado a contener a los rebeldes y a los terroristas. El acuerdo gira en torno a países de la región: Turquía e Irán.

Turquía, que hasta el momento ha hecho lo imposible por derrocar a el-Assad y ha ayudado a los rebeldes y a los terroristas en ese empeño, ha dejado de contar con el apoyo de Estados Unidos y de la Unión Europea desde que el presidente Recip Erdogan intentó darse un golpe de estado para justificar un estado de represión sin precedentes. Esto no le ha dejado más salida que pactar con Siria.

El ministro de Asuntos Exteriores, Walid al-Moalem, declaró hace unos días que nunca ha confiado en Turquía para solventar la crisis y solo se fía de Rusia y de Irán, que son aliados de Damasco.

Durante las investigaciones de la tragedia del TU-154, que cayó en el Mar Negro el pasado 25 de diciembre con 94 personas a bordo, no se han hallado indicios de que explotara. Las autoridades rusas siguen sin descartar un posible ataque terrorista.

La teoría parece basarse en que la caída del avión ocurrió cuando se dirigía a la base rusa de Latakia, en territorio sirio. 

El director del servicio de seguridad de vuelos de las fuerzas armadas rusas cree que en el plazo de un mes quedará definido lo ocurrido. Las dos cajas negras encontradas en las aguas son analizadas en Moscú. Hasta el momento se han recuperado más de 200 restos humanos, 19 cadáveres y partes de la nave.

Al margen de lo que podamos leer en los textos recientes para posibilitar que las partes en cinco años de conflicto se sienten a dialogar, podría ocurrir que deje de estar vigente el mapa trazado en el acuerdo de 1916, conocido como Sykes-Picot. Este se fraguó secretamente por Francia y Reino Unido, con el apoyo de la Unión Soviética, para dividir los territorios de Oriente Medio en caso de que la Triple Entente derrotara al imperio otomano en la I Guerra Mundial y hasta ahora había delimitado las fronteras de Irak, Siria y Libia.

Uzi Rabin, director del Moshe Dayan Institute de la Universidad de Tel Aviv, amplio conocedor de la situación en el Medio Oriente, ha visto la eventual creación en el futuro de un Alauistan, bajo control alauita, que es un 10% de la población y pasaría a ser "la pequeña" Siria.

Luego habla de un Drusistán o tierra de los drusos, fronterizo con Israel, y un Kurdistán y áreas cristianas del norte, dejando a Irak en manos del Estado Islámico, que no forma parte de los actuales compromisos sobre Siria.

Todo lo anterior parece confirmar lo que se ha venido diciendo en los últimos años y es que el Estado Islámico es un elemento artificial, creado por ciertos intereses políticos y económicos, interesados en que al final del conflicto sirio se re-dibujen las fronteras para satisfacer a nuevas necesidades geo-políticas.

La configuración de un plan de paz para Siria que incluyera una división federal -aunque no a la manera esbozada por Uzi Rabin- se había discutido previamente en marzo en Ginebra. La idea era que el territorio mantuviera su unidad en un Estado único y entregar una mayor autonomía a entidades regionales. Los opositores armados la rechazaron porque no aceptan una división del país.

Una estructura federal controlada por los alauitas parece aún incipiente pues requeriría del visto bueno no solo de los involucrados sino de los estados del Golfo Pérsico y de Estados Unidos, bien que le pese a Rusia, que pretende ahora recobrar su pasado de potencia mundial activa.

Las nuevas conversaciones de paz, que surjan de los textos acordados esta semana, comenzaran a mediados de enero en Astana, capital de Kazajistán, con participación de Rusia y países de la región. Esta sería una diferencia importante respecto a diálogos anteriores, auspiciados por las Naciones Unidas, porque no contemplan su participación ni la de Estados Unidos, aunque, como he dicho antes Lavrov llamó a Trump a unirse a la iniciativa.

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