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martes, 15 de abril de 2014

Los planes de Putin y la calma chicha de Occidente

Prorrusos en Donetsk



Por Mirta Balea

El presidente Vladimir Putin marca ahora mismo la agenda internacional al llevar adelante -ante las propias narices de Occidente- su proyecto de establecer una zona de influencia de la Federación Rusa sobre los restos de lo que fuera la URSS.

Una reunión prevista para los próximos días en Ginebra para tratar de la situación en Ucrania continúa en vilo porque Rusia no ha confirmado aún su participación. Estarían en la mesa también Ucrania, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.

Si lo hace, el representante de Moscú intentará que se vea como única salida a la crisis la aceptación de sus exigencias injerencistas de que Ucrania se convierta en una Federación y que en la elaboración de una nueva Constitución - derivada de este hecho- los grupos separatistas del este formen parte de su redacción.

Queda lejos el recuerdo de las palabras del secretario norteamericano de estado John Kerry, durante un encuentro en Londres con el ministro de exteriores ruso Sergei Levrov a propósito del referendo anexionista de Crimea. Entonces calificó de "quimera" las ambiciones expansionistas de Putin.

La UE había tenido con anterioridad un pulso con Putin cuando la guerra en Georgia por la política injerencista de Moscú. Al final, el presidente ruso se salió con la suya y colocó a Abjasia y Osetia del Sur bajo su influencia al separarlas del estado del que formaran parte desde finales de los 90 por la disolución de la URSS y el "fin" de la guerra fría.

Entonces como ahora, amenazó a los europeos con cortar el gas que pasa por el oleoducto ucraniano y lo hizo durante unos días.

Lo verdaderamente irónico de esta puja es que Rusia sería el más afectado si la UE decidiera entrar con la manga al codo en el asunto de las sanciones y hacerlas más efectivas. Hay que tener en cuenta que la economía rusa no es de las más competentes y el estado se halla muy endeudado.

La UE es el principal socio comercial de la Federación Rusa. De esta asociación de estados, depende la compra de mas de un 35% del petróleo y gas rusos.

Es cierto que las sanciones financieras acordadas por la UE han perjudicado al Reino Unido, Luxemburgo y Chipre; las energéticas, a Alemania, Polonia, Italia, Finlandia, Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Austria, Grecia y países bálticos; el embargo de armas, a Francia, y el turismo, a España.

El error de los europeos ha sido, a la luz de los acontecimientos, dar por sentado que Rusia respetaría los acuerdos firmados, lo que les ha impedido diversificar el aprovisionamiento de petróleo y gas y poner en marcha -por temor a sus costes- una política energética común.

El presidente interino de Ucrania, Alexsander Turchinov, ha acusado directamente a Moscú de estar tras la ocupación de instalaciones gubernamentales y de seguridad en la mitad este del país por elementos separatistas, que se ocultan tras pasamontañas.

Ucrania ha figurado siempre entre los planes de Putin de crear una Unión Aduanera, de la que formarían también parte Bielorrusia y Kazajstán, como un aperitivo para la resurrección de la URSS.

Para lograr la adhesión de Ucrania, apostó fuerte por el presidente Viktor Yanukovich, a quien prometió una reducción de casi la mitad del precio del gas y una ayuda para salir del agujero económico en que se halla el país.

La negativa de Yanukovich de firmar un acuerdo de colaboración con la UE para complacer a Moscú resultó ser el detonante de las manifestaciones en Kiev que dieron al traste con su régimen y obligaron al personaje a asilarse en Rusia.

Putin se recompuso pronto del golpe inesperado y logró que los acontecimientos fluyeran hacia la anexión de Crimea por la Federación Rusa. Ahora solo necesita desestabilizar al gobierno interino en Kiev y seguir culpando a Occidente de la crisis política en esa zona.

En las regiones orientales, hay una importante presencia de rusos, pero la mayoría de la población es de la etnia ucraniana, a la vez que siempre han existido grupos ultras pro rusos dispuestos a obedecer cualquier orden de Moscú.

El despliegue de tropas rusas en la frontera común en un número de 40 mil efectivos es la manera del Kremlin de despejar incógnitas sobre sus intenciones y ha obrado su magia.

El gobierno interino de Turchinov, que en principio no quería oír hablar de federalismo, ha accedido a realizar un plebiscito el próximo 25 de mayo, junto a las elecciones presidenciales, para que toda Ucrania pueda escoger el tipo de Estado que desea tener y esta es una de las dos modalidades previstas de preguntas.

Los pro rusos de Donetsk y Lugansk se sintieron apoyados en sus ansias separatistas y actuaron en consecuencia. Han pasado por alto el ultimatum dado por Kiev para el abandono de las instalaciones oficiales ocupadas e incluso han proclamado una República Popular, con bandera rusa.

Tan pronto finalizó el ultimatum hace dos días, el presidente Turchinov firmó un decreto para la intervención bajo el supuesto de combatir el terrorismo, a fin de hacerlo encajar en la letra de la Constitución de Ucrania. La primera unidad de intervención del recien reestructurado ejército, que durante el mandato de Yanukovich perdió su fuerza disuasoria, salió hoy hacia el este del país.

Las fuerzas separatistas, como ocurriera en Crimea, visten uniformes del ejército ruso sin identificación y se sirven de recursos rusos en armamento y comunicaciones individuales, con señal de hasta dos kilómetros.

De momento Occidente sigue confiando en una salida diplomática de la crisis y apuesta por Ginebra, a pesar de los preocupantes movimientos de tropas rusas en la frontera con Ucrania, que en cambio sí ocupan y mucho a miembros de la Alianza Atlántica como Polonia, que ha llegado a pedir el despliegue de tropas "otanistas".

La OTAN se ha reunido hoy para ver sus opciones en el reforzamiento de su logística. Sus miembros no es que se estiren mucho con el dinero. De la UE, recibe solo un 20% de su presupuesto.

El expansionismo ruso manifestado en los últimos cinco años con la separación de Abjasia y Osetia del Sur de Georgia y la reciente anexión de Crimea no es que haya obrado como incentivo para que la UE y Estados Unidos ejecuten políticas más agresivas contra Putin.

El presidente ruso ha tenido en cuenta con toda probabilidad que sus adversarios son todo menos temibles. La UE carece de liderazgo y recien ahora ha comenzado a salir de una crisis económica monumental y teme el cese de la energía rusa. Estados Unidos, bajo la batuta de Barack Obama, siempre dubitativo sobre los pasos a dar en casos de crisis, siente muy lejanos los problemas que vayan más allá del Atlántico.

Rusia continuará dictando el orden de la situación mientras crea que las amenazas no serán efectivas en un futuro próximo, en cambio sí tiene en cuenta la importancia de China en este juego de ajedrez, cuya partida no ha concluido aún.

Levrov ha viajado hoy a Shanghai para hablar con las autoridades chinas de un acercamiento, que se haga más evidente, dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que ambos países tienen poder de veto sobre cualquier resolución.

El presidente de Ucrania se habría puesto en contacto con el secretario general de la ONU para pedir la intervención de los "cascos azules" ( junto al ejército ucraniano) en el este del país, lo que fue descartado de inmediato por un portavoz del organismo internacional al aclarar que tal acción requiere del permiso del Consejo de Seguridad, donde Rusia la vetaría.

En un intento de condenar el referendo anexionista de Crimea hace un mes, China se había abstenido de votar en el Consejo de Seguridad, en una extraña maniobra de cara a la neutralidad nada coherente con sus posturas anteriores a favor de Moscú. 

Un ejemplo sería su pas de deux en torno al conflicto sirio, que cada vez que se ha pretendido arreglar de algún modo con resoluciones de las altas instancias de la ONU, se ha colocado siempre del lado de Moscú, principal aval de peso en el mundo del presidente Bashir el-Assad.

Putin se ha visto así impelido a moverse porque en realidad no sabe qué esperar del gigante asiático, uno de los principales clientes de la UE.

Relacionar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2014/03/las-tensiones-en-crimea-se-incrementan.html

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