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jueves, 7 de marzo de 2013

Venezuela: el nuevo escenario

Un mar ciudadano acompañó a Chávez



Por Mirta Balea

Orador de lo trivial, historiador de lo críptico, Hugo Chávez se hallaba ya ajeno a los sonidos y a las imágenes, recluido en la oscuridad perpetua, cuando regresó a Caracas en febrero pasado. El vicepresidente  Nicolas Maduro anunció su muerte el cinco de marzo y veinticuatro horas después un mar de ciudadanos acompañó su féretro hasta la Academia Militar. Sus seguidores se desintegraban en sonsonetes, lamentando la muerte del caudillo que soñó con correr más que el amanecer.


Las fotografías y los videos, en las últimas horas, muestran a decenas de miles de ciudadanos desgarrados por el dolor. Para asistir al cortejo fúnebre, han viajado a Caracas los presidentes de Argentina, Bolivia y Uruguay y otros, hasta 10, han confirmado que llegarán el viernes para los funerales. Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana, Chile y Cuba han declarado luto oficial.


Chávez salvó de la bancarrota al gobierno de Néstor Kirschner, en Argentina, cuando compró entre 2004-2007 unos cuatro mil millones de dólares en bonos. A la muerte de este, financió la campaña de su esposa, Cristina - actual mandataria- con 790 mil dólares.


El presidente uruguayo José Mújica ha dicho del fallecido que era el "gobernante más generoso que hubiera conocido" y todo porque le tendió la mano cuando el sistema bancario de Uruguay peligraba. Porque esa era la política de Chávez, comprar voluntades dentro y fuera del país a golpe de talonario. Así logró entrar en MercoSur con la ayuda de Argentina, Brasil y Uruguay y le dio la presidencia de la CELAC a Cuba.


En la isla caribeña, el gobierno emitió un comunicado en el que jura "eterna lealtad" al muerto. Señala además que "el pueblo cubano lo siente como uno de sus más destacados hijos y lo ha admirado, seguido y querido como propio", en lo que resulta una de las clásicas endechas literarias de los hermanos Castro, acostumbrados también a colocar un signo de igualdad entre sus decisiones y deseos y la nación cubana.


Es difícil de desmentir o probar que tal admiración y cariño existan de parte del cubanito de a pie. Lo que sí resulta muy real es la amistad compartida por Raúl y Fidel Castro (RC y FC) con Chávez, por lo que nadie duda de que se resentirán con su muerte y con el peligro que corren los 100 mil barriles diarios de petróleo venezolano en caso de que un nuevo gobierno no les resulte afín en política e ideología. La Unión Soviética había mantenido antes la energía cubana como ahora lo hace Caracas en un 60%, con bajos precios, interés de 1% y pagos a larguísimos plazos.


Cuba podría perder también su penetración en Venezuela, la mayor desde que perdiera Nicaragua cuando cayeron los Sandinistas, y mucho antes en el Chile de Salvador Allende. Esta injerencia no solo se limita a brindar asistencia médica, en educación y en servicios de identificación y extranjería, sino que se extiende a áreas más sensibles como la militar y los servicios de inteligencia, una maquinaria que se echó a andar en 2010.


En un mundo regido por las probabilidades, ¿cuántas hay de que Maduro no salga elegido cuando se convoquen elecciones dentro de 30 días? Por el momento se mantiene en el cargo para el que fue designado a dedo por Chávez: el de regente sustituto, y al igual que su predecesor y mentor, es más que probable que utilice todo el aparato del Estado para apoyar su candidatura.


El fallecido presidente, tras 14 años de mandato, no es que haya dejado atrás un país mejor del que encontró. En algunas áreas ha ido incluso a peor. Chávez, como su mentor e ídolo caribeño, creía en el socialismo como sistema, dejando a la democracia supeditada a los vaivenes de la ideología oficial, disfrazándola en con el abuso constante de la figura de Simón Bolívar, en la llamada "revolución bolivariana". Como hizo FC a su llegada al poder, cambió la Constitución y otras leyes y creó un parlamento unicameral a la medida de sus necesidades políticas.


Maduro, junto a Evo Morales en el cortejo fúnebre
La sociedad tampoco es más fuerte. La corrupción y la delincuencia sitúan al país sudamericano en el primer lugar en América Latina. En el plano económico, Venezuela tiene uno de los mayores déficits fiscales del mundo, la mayor tasa de inflación, el peor ajuste en el tipo de cambio de la moneda, el bolívar, que ha perdido el 90% de su valor, y presenta una caída brutal de la producción tras las expropiaciones realizadas en 2007.


Es una economía cerrada, que vive de la renta del petróleo.


Venezuela y Argentina son los países con más demandas por expropiaciones indebidas en el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, conocido bajo las siglas de CIADI. El régimen de Caracas, que debe 13 mil 200 millones de dólares por este concepto, salió de la entidad, algo que a la larga tendrá que hacer también Buenos Aires por la incapacidad de ambos de asumir sus responsabilidades financieras.


Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y el régimen "chavista" se ha forrado con los precios del combustible, pero importa casi todos los alimentos y hasta algo de crudo. Los artículos de primera necesidad están racionados, en la más esperpéntica versión del racionamiento cubano, algo relajado en los últimos tiempos después de medio siglo de garrote vil, aunque siga sin cubrir las necesidades del país porque no hay dinero para comprar productos.


El pez lento, el solitario, el que dejan atrás todos los demás, termina siempre devorado por un depredador. Así que, moraleja, más vale nadar de prisa. Es lo que hace Maduro, a quien esta hora luctuosa no le impide pensar en los puntos fuertes de su mentor y retomar su lenguaje antinorteamericano. Hace dos días dijo que Estados Unidos estaba tras la enfermedad de Chávez y que lo habrían envenenado. Casi me desternillo de risa cuando lo escuché sentada frente al televisor de mi casa.


Claro que en las bravuconadas del fallecido líder venezolano, como en las de Maduro, no hay que perder de vista que el agua no llegará al cuellos. La mitad de las exportaciones del combustible venezolano van a parar a Estados Unidos, país que, por otro lado, ha visto siempre estas diatribas como las de una mosca cojonera a la que hay que espantar de un manotazo y nada más.


La impresión que pretende dar Maduro es la del que sigue sin asumir que lo que se llevó a su caudillo fue un cáncer agresivo de páncreas, cuya evolución se rodeó del más hermético secretismo para que la gente no viera que mentía al decir que se hallaba en fase de recuperación para presentarse a las elecciones de octubre pasado, que volvió a ganar por cuarta vez. Unos días después salió pitando para La Habana y desde entonces no se le vio más.


Maduro quería que lo creyeran también cuando hace poco más de una semana dijo que había "despachado durante cinco horas" con Chávez, como si fuese materialmente posible algo así.


No hay que extrañarse de que el nuevo mandamás temporal de Venezuela pretenda seguir en el limbo respecto a la muerte de Chávez y quiera cargársela a Estados Unidos. Pero hace dos años, los médicos dejaron claro al fallecido presidente que su cáncer era irreversible y que lo más que podían hacer era prolongarle un tiempo más la vida.


Esto era posible porque a Chávez no lo trataron en un hospital al que pueda asistir cualquier hijo de vecino en Cuba, sino en el que se ocupa de mantener sana y salva a la élite del castrismo y dispone de todos los medicamentos y adelantos médicos conocidos.


Cuando la realidad golpeó al caudillo venezolano, durante su tercera intervención en la que le dijeron"estás negro con pespuntes grises",  gemía y pedía a todos los santos que le ayudaran. En el panteón yoruba, lo que se conoce como santería cubana, su alter ego era Obatalá, guerrero, protector, porque él se veía a sí mismo como un Robin Hood o incluso como el verdadero Santo Grial. Aun así le temía a la parca y lloraba en La Habana, no en Caracas.


Tal vez alguien debería haberle recomendado leer a Hemingway, porque esto le habría dado ánimos. Y no lo tomen como ironía. La verdad es que el escritor norteamericano, autor de unos cuentos buenísimos y de novelas tan conocidas como ¿Por quién doblan las Campanas? o Fiesta, escribía de la muerte con una suerte de lenguaje épico y romántico a la vez, dando por sentado que resultaba un sacrificio altruista. Se suicidó, así que lo que temía en realidad era a la vida.


Maduro tiene de momento a su favor la pax romana con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, según las recomendaciones de RC durante una cháchara trilateral en La Habana, para eludir contradicciones que puedan dañar la supervivencia del Partido Socialista Unificado de Venezuela, no tanto como partido, porque en democracia puede existir como otro más en el país, sino como poder real.


Todo indica que los militares de momento han cerrado filas alrededor del "chavismo". Es curioso saber que quienes participaron junto al fallecido caudillo en su intento de golpe de Estado en 1992 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez hayan marchado, junto al cortejo fúnebre, armados de una cinta tricolor, que los identifica como golpistas "y a mucha honra", ¡qué caray!


Algunos miembros de la cúpula militar han dicho que "con Chávez todo, sin Chávez nada". Por cierto que esto me recuerda cuando FC dijo en los años 60 del pasado siglo a un grupo de intelectuales díscolos que dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada, poniendo una raya roja entre la crítica y la alabanza. ¡Cuidado con cruzarla!. La oposición venezolana ya puede darse por enterada.


Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2013/02/venezuela-sin-salida-del-chavismo.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2011/07/hugo-chavez-la-santeria-y-los.html



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