Por Juan O Tamayo
El disidente cubano Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, denunció el viernes que había sido golpeado, asfixiado hasta perder el conocimiento e inyectado con una sustancia desconocida por agentes de la Seguridad del Estado bajo la advertencia de que cesara de trabajar contra el mejoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que persigue el dictador Raúl Castro.
El Departamento norteamericano de Estado condenó el uso “sistemático” de la violencia de parte del régimen cubano y la detención masiva de disidentes tras una ola de represión el miércoles en que unos 45 activistas de la oposición resultaron arrestados y un periodista independiente reportó haber recibido una paliza.
“Condenamos firmemente el uso sistemático por parte del gobierno cubano de violencia física y detención arbitraria para silenciar a sus críticos (y) perturbar las reuniones pacíficas”, dijo la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.
“Urgimos al gobierno de Cuba a terminar con estas prácticas y a respetar los derechos humanos universales de los ciudadanos cubanos”, agregó Harf en un comunicado a solo veinticuatro horas de la ola represiva.
Antunez, arrestado junto a su esposa, Yris Pérez Aguilera, y puesto en libertad al día siguiente, dijo que nunca antes había sido maltratado de tal manera durante sus muchas detenciones. "No pensé que en esta época pudieran hacer cosas así”, precisó.
Cuatro hombres musculosos le dieron puñetazos y empujones en una oficina de una estación de policía en Santa Clara, la capital de la provincia de Villa Clara, a este de La Habana, en su pueblo de Placetas, según declaró al diario Nuevo Herald por vía telefónica.
Un agente de la Seguridad del Estado de Cuba, con una bata blanca de laboratorio, le administró una llave de estrangulamiento y le hizo perder el conocimiento dos veces, de acuerdo al relato de la víctima, que, al recobrar el conocimiento, se percató que le acababan de inyectar algún tipo de fármaco en el brazo.
Agentes de la Seguridad del Estado le dijeron que lo habían detenido para advertirle que dejara de reunir firmas para un documento en contra de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, para el que cuenta ya con 830 firmas.
Antunez recordó que los agentes le advirtieron que conocían que él estaba detrás de una serie de grafitis anticastristas en Placetas y había estado en contacto con exiliados de Miami, entre los que figuraba el médico Manuel Alzugaray, Director del Miami Medical Team, al que vinculan con otros cuatro cubanos de Miami arrestados en Cuba bajo la acusación de conspirar para atacar blancos militares. El médico cubano niega tales acusaciones.
Antunez dijo que su esposa también fue abofeteada y empujada durante su detención, y que le dieron el mismo mensaje que él recibió de parte de sus captores: “Te callas o te vas”. El eslogan del disidente ha sido por mucho tiempo “Ni me callo ni me voy”.
Con 49 años, ha estado en la cárcel de 1990 al 2007, al igual que su esposa, y se halla en la lista de los opositores más osados en la Cuba comunista. Ambos encabezan el Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, como recuerdo del disidente que murió en el 2010 tras una huelga de hambre.
La disidente Martha Beatriz Roque, de 69 años, alegó haber recibido un puñetazo de una agente de la Seguridad del Estado, cuando trató de salir de su casa de La Habana el pasado miércoles. Como resultado, le quedó una lesión en la espalda, que la ha hecho guardar cama.
Agentes de la Seguridad han impedido a todo el mundo entrar o salir de la vivienda de Roque los miércoles, desde noviembre del 2013, para impedir las reuniones semanales de un pequeño grupo de periodistas independientes que ella dirige, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.
Investigados los hechos al parecer la agente involucrada en la lesión de Roque aseguró a un supervisor que ésta había resbalado y se había caído, sin que mediara ninguna agresión. Se desconoce el verdadero nombre de la autora de la lesión de Roque porque los agentes de la Seguridad del Estado cubana rara vez se identifican y cuando lo hacen utilizan seudónimos.
Durante la ola represiva del miércoles, el periodista independiente Roberto de Jesús Guerra denunció que un presunto agente de la Seguridad del Estado vestido de civil lo atacó sin provocación alguna mientras caminaba por una calle de La Habana. Guerra sufrió la rotura de la nariz durante el incidente.
Agentes de la Policía y la Seguridad del Estado detuvieron asimismo a más de 30 miembros de la organización disidente Damas de Blanco y hasta 20 personas que las apoyaban durante e mismo miércoles. Fueron soltados a las pocas horas.
El activista de derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz ha reportado un constante aumento en “detenciones arbitrarias a corto plazo por motivos políticos” bajo el mandato de Raúl Castro. Esas detenciones están diseñadas por lo general para intimidar a los disidentes y mantenerlos alejados de las reuniones de oposición.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que dirige Sánchez Santa Cruz, ha contado un número récord de 3,821 arrestos de este tipo durante los primeros cuatro meses del presente año, en comparación con el anterior de 2,795 durante los primeros cuatro meses del 2012.
Referencia: esta nota apareció en el boletín de Cubanet.com
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