lunes, 24 de noviembre de 2025
ZAPATERO Y SUS MEDI(t)ACIONES
viernes, 14 de noviembre de 2025
UN FISCAL GENERAL EN EL BANQUILLO.
El Tribunal Supremo dejó visto para sentencia el juicio contra el fiscal general del estado por el delito de revelación de secretos, imputado hace poco más de un año tras las investigaciones del juez instructor Ángel Hurtado. En la causa, se indagó también sobre la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, y el teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General, Diego Villafañe, pero los expedientes fueron archivados. Durante el juicio oral del pasado 9 de septiembre, el magistrado halló indicios suficientes para el enjuiciamiento criminal transcurrido del 10 al 12 de este mes.
Como telón de fondo en todo momento y en todo lugar, la voz del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, proclamando-con el juicio andando- la inocencia de una persona a la que él mismo nombró, aunque sin aportar nuevos datos para exculparlo. Como bien dijo Rafa Latorre en su programa La Brújula "una cosa es recordar la presunción de inocencia y otra afirmar la inocencia de un reo". La Asociación de Fiscales ha acusado a Sánchez, a tenor del juicio, de "presionar y deslegitimar" a los jueces del tribunal con la insistencia en la inocencia del fiscal general.
Desde el primer día del juicio, García Ortiz pasó cada día por delante de la prensa acantonada ante el edificio del tribunal con un aspecto cuidado, maneras desenvueltas, simulando una seguridad, que su rostro desmentía, y mostrándose en todo momento como libre de toda sospecha. La gente reunida allí también le abucheó. Si pudo lucir ante el Tribunal Supremo, encargado de juzgarlo, su toga, sus puñetas y su Orden de la Cruz de San Raimundo de Peñafort fue porque Hurtado descartó suspenderlo de su cargo y ningún otro tribunal consideró lo adecuada que habría sido una separación cautelar, justo para evitar toda aquella parafernalia de que estoy entre mis iguales cuando se sentó en el mismo banquillo de los fiscales y abogados de la acusación. Al ocupar esa posición hacía caso omiso a la pérdida de imparcialidad de cara a la ciudadanía, porque esta carencia ha sido otro elemento más en solfa en el juicio.
Existían dos correos en relación con un fraude fiscal y falsedad documental del empresario González Amador, por una parte, y una proposición del abogado de éste para lograr un pacto de compromiso con la fiscalía por el cual el reo se declaraba culpable de ambos delitos para evitar el juicio y pagando también una cuantiosa multa, un tipo de transacción regular en los juzgados. En el caso que nos ocupa, estos mensaje cruzados entre el abogado del demandado y el fiscal del caso, Julián Salto, resultaron ser el germen de todo lo sobrevenido. La coletilla que colgaba fue lo importante, porque este ciudadano era nada menos que la pareja sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que no era parte en nada, pero sí un elemento político importante a ojos de la el fiscal general, ocupado más en temas políticos que jurídicos.
La acusación de revelación de secretos, tipificada en el Código Penal Español, conlleva consecuencias jurídicas importantes y, en esta causa, un debate público sobre la ética profesional. No hay que olvidar, que el mayor afectado, el denunciante Alberto González Amador, personado como acusación particular contra el fiscal general, se quejó ante los jueces de la Alta Judicatura de que todo lo divulgado había dañado su derecho a la intimidad. A partir del momento en que trascendieron esos documentos a la prensa, el peso pesado del Partido Popular, la mujer que saca de sus casilla al presidente Sánchez, fue la coletilla cada vez que se mencionaba al empresario denostado, incluso a veces omitiendo hasta su nombre en los titulares de la prensa, como si este hecho los convirtiera a ambos en reos de culpa. Si alguien tenía dudas, solo esto habría servido para mostrar el carácter político de airear los correos a la prensa.
Fue esta relación con Díaz Ayuso lo que llamó la atención del teniente fiscal Diego Villafañe, mano derecha del fiscal general Álvaro García Ortiz, cuando el 7 de marzo del 2024 se comunicó con la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, para pedir el expediente del caso con escaneado de ambas caras de los documentos incluido. La causa contra González Amador habría continuado el viaje acostumbrado por el juzgado sin mayor trascendencia y eso lleva a la pregunta, que muchas personas se hacían en España y en las redes sociales: ¿Por qué un fiscal general del estado tendría que haberse interesado en concreto por este caso? Y la respuesta estaba clara para muchos.
El socialista Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, hizo una crítica velada a las formas de Sánchez para defender a su fiscal general. El presidente del Gobierno presionaba, aunque no pareciera algo directo, al tribunal para logar una absolución, con frases como que "el fiscal general es inocente y tras lo escuchado esta semana (refiriéndose quizás a los testimonios favorables de varios periodistas durante el juicio) se impondrá la verdad". Tal vez fue lo que inspiró al mismísimo García Ortiz a lanzar ante los siete jueces del Supremo una frase que sonó algo quijotesca como que "la verdad no es para filtrarla, sino para defenderla", algo que imagino ensayó frente al espejo en su casa porque le salió bordada. Page pareció también haberse preguntado, como todos, si un fiscal general debía estar pendiente del relato político. Horacio diría que la justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera.
El teniente coronel, Antonio Balas, fue aquel que, junto al equipo de agentes encargados de las investigaciones del curso tomado por los correos de marras, reconoció la comisión de delitos y destruyó cualquier intento de la defensa de tratar de exonerar a García Ortiz. "Lo que se ve -dijo- es un dominio a todos los niveles del fiscal general del Estado". El juez Jesús Manuel Villegas Fernández, secretario general de la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, había constatado días antes en tertulias de la prensa, que la estructura piramidal de la Fiscalía General del Estado permitió al acusado en este caso supervisar durante el juicio al propio Ministerio Público, que, en contra de todo pronóstico, hizo piña con la Abogacía del Estado para demostrar la inocencia de su superior jerárquico. Todo esto ad hoc al hecho de que por vez primera en democracia se juzga a un fiscal general con la cola que esto pueda traer en el futuro.
Para más inri, resultaba que García Ortiz nada hacía para desentrañar la verdad, sino todo lo contrario. Admitió haber borrado emails y WhatsApp y destruido su teléfono, incluso hasta cerró su cuenta en Google. En juicios de otros personajes políticos en España, acusados de corrupción, la fiscalía consideró esto como destrucción de pruebas. De modo que cuando los peritos de la UCO fueron a visitarlo, como parte de las investigaciones, comprobaron que no había nada por dónde tirar. Algunos abogados, en entrevistas con la prensa, se han preguntado cómo si eres inocente destruyes lo que puede ayudar a probarla, alguno incluso lo dejó más claro: un inocente no destruye pruebas. La UCO llegó a una verdad de perogrullo: el borrado y la destrucción del móvil fueron intencionados. Los peritos no han podido recuperar el material. García Ortiz se escudó en el protocolo de protección de datos, cuya existencia no fue demostrada por la defensa. Justo en el auto de defensa declaró que era algo que hacía con regularidad "en el desempeño de su función y de manera segura".
El juicio sirvió para dejar claro que García Ortiz ordenó al fiscal investigador Salto, que le facilitara por medio de la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez, los correos electrónicos cursados con la defensa de González Amador, y todo lo que hubiese intercambiado con su abogado. Quedó claro también, según los agentes y peritos de la UCO, que desde que el fiscal general tuvo acceso a la cadena de mensajes electrónicos hasta que la cadena SER los publicó transcurrieron solo dos horas.
El periodista de esa cadena, Miguel Ángel Campos, testificó ante los jueces que esos correos lo tenían cientos de personas antes de su publicación el 13 de marzo del pasado año. Habló de una fuente que le mostró los correos, aunque no le dejó fotografiarlos ni se los envió por email. A eses informante, el periodista, faltaría más, la ha defendido contra viento y marea, pero si hacemos un resumen de este batiburrillo de mensajes veremos que hasta ese momento, que se supiera, solo los habían manoseado García Ortiz, Diego Villafañe y Pilar Rodríguez. Hay una tendencia a culpar a esta última del filtrado de los documentos, aunque nada se ha probado sobre esto, ni siquiera indiciariamente.
Algo muy inusual en el mundillo periodístico es demorar la publicación de una noticia, porque si no está confirmada, siempre puedes simplemente decir que está sin confirmas y no pasa nada. Lo que no es frecuente es dejar de hacerlo y por supuesto la SER la dio, al igual que otros como elDiario.es. Todo indica que, a tenor de los mensajes, el periódico El Mundo salió con una noticia sorpresa propia citando al jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que aprovechó para colar que el pacto no se había logrado hasta el momento por el freno impuesto en "instancia superiores". Y es que, aunque no demos por bueno el entrecomillado, el dos pa'trás y dos pa'lante de los muchos periodistas sabedores con mucha antelación del contenido de los correos, con la demora en publicarlos, se lo pusieron a huevo a este comunicador de la Comunidad de Madrid como se dice campechanamente en España. Y en esa información lo más hiriente para el fiscal general fue que dijera que la propuesta de pacto venía del fiscal Salto, como si eso tuviera una importancia trascendental por lo que se refiere al quehacer en los juzgados. Las alta instancias no venían a cuento pero como decía muy preocupado García Ortiz no le podían ganar el relato. ¿Quiénes? Los del Partido Popular, porque como decíamos antes esto ha sido un juicio político desde el momento en que se mostró tanto interés por la causa de González Amador.
Los periodistas de elDiario.es y la Sexta reiteraron ante los jueces que la información sobre los correos entre abogado y fiscalía no eran secretos cuando lo supo García Ortiz. José Precedo, de elDiario.es aseguró haberlos tenido en sus manos desde el 6 de marzo del 2024. ¡Alto! Rebobinemos otra vez. Se infiere que toda esta información estuvo en manos de la prensa, sin publicar, durante ocho días. En su ronda de conclusiones del juicio, la mayoría de las acusaciones de particulares dejaron claro que no se creían ni una palabra de todo aquello declarado por varios periodistas en un intento abierto de librar al fiscal general de toda culpa. Y ahora ponemos algo más, porque Precedo tuvo a bien enfatizar en los titulares de su medio en torno al tema como que "la pareja de Ayuso defraudó 350.951 euros a Hacienda con una trama de facturas falsas y empresas pantalla", y otro día decía que el fraude procedía de una comisión de dos millones cobrada por el empresario (novio de Ayuso, que eso es lo importante) por la venta de mascarillas durante la pandemia y en una tercera entrega periodística decía que Díaz Ayuso "disfrutaba de un segundo piso en el mismo edificio que está a nombre de la sociedad de marras". Para justificar no haber publicado hasta el 14 marzo el contenido de los correos con el que contaban desde ocho días antes, explicó que preparar ocho informaciones (entre el 7 y 11 de marzo) lleva mucho tiempo. Pensé: pobre el solo ahí, intentando armar los titulares después de elaborar la crónica. Porque cuando el fiscal general, durante sus solicitudes y diálogos en la trama de los emails dijo que había que "cerrar el círculo" es probable que los intentos de involucrar a la presidenta de la Comunidad de Madrid en una trama de supuestos chanchullos sería el colofón de la movida y los titulares ayudaron mucho sobre todo si colgaban (el novio de Ayuso).
Esto fue el pistoletazo de salida de una nota de prensa de la Dirección de Comunicación de la FGE, que detallaba del contenido de los mensajes entre el abogado del ciudadano González Amador y el fiscal Salto al tratarse tan solo de desmentir lo publicado por El Mundo. De ahí el estupor de Almudena Lastra, fiscal superior de la Comunidad de Madrid, cuando llamó al fiscal general y le dijo, más como afirmación que como pregunta: Filtraste los correos, ¿No? , a lo que, según la manifestante, el respondió: Eso ahora no importa. Lo importante es que no ganen el relato. En su descargo ante los jueces, García Ortiz negó todo.
Mar Hedo, directora de Comunicación de la FGE, confirmó ante el Tribunal Supremo, que la nota de prensa, que pretendía ser un desmentido y resultó ser mucho más, se la había dictado el propio García Ortiz, olvidando que la fiscal Lastra se había ofrecido para hacerla. La funcionaria añadió que después recibió muchas llamadas de la prensa interesada en si tendría lugar una renuncia del fiscal general, que daban por hecho. Tras estos acontecimientos, el fiscal general realizó una entrevista con Televisión Española durante la cual dejó caer que disponía de "información sensible con la que " podría hacer daño si quisiera.
El decano del Colegio de la Abogacía de Madrid, Eugenio Ribón, cuya organización se personó como acusación particular, explicó la razón para emprender acciones legales contra el fiscal general. Se consideró muy grave -dijo- que se revelara en nota de prensa de la FGE información confidencial de un ciudadano el 14 de marzo del 2024. Tenían en sus manos desmentir que la oferta de pacto partiera de la fiscalía, lo innecesario fue desvelar el contenido literal de los correos con fecha 2 de febrero del 2024, agregó, para precisar que resultaba una situación que fracturaba el derecho de defensa. Este tipo de correos o conversaciones entre un fiscal y el abogado defensor forman parte del grado más estricto de confidencialidad entre ambas partes. Ribon se reunió con la fiscal provincial de Madrid el mismo día 14 de marzo y un día después con García Ortiz, quien le propuso elaborar un comunicado conjunto para "poner ciertos paños calientes" ante una más que probable investigación y la eventual depuración de responsabilidades. El decano la rechazó de inmediato, según dijo.
La teniente fiscal del Tribunal Supremo, Ángeles Sánchez Conde, defendió, en su discurso al final del juicio, que el fiscal general no había actuado inapropiadamente porque se tratara de la pareja sentimental de Díaz Ayuso, como se podría decir en jerga jurídica actuó sin dolo. La Abogacía del Estado pidió la nulidad del caso por el "incumplimiento" de la UCO en el registro de los correos y la obtención del teléfono. Resulta que tanto si todo surgió para comprometer a la presidenta de la Comunidad de Madrid como si fue el propio fiscal general quien borró correos y destruyó el móvil, atando de manos a la UCO, que no ha podido recuperar los mensajes, están son las claves sobre las que giró todo el juicio. García Ortiz se enfrenta, si le hallan culpable del delito, a una pesa de entre tres y seis años de cárcel, la inhabilitación para cargo público entre 12 y 18 años y al pago total 400.000 en concepto de multa e indemnización. Se espera el veredicto para fines de este año y ser unánime con los indicios aflorados durante el juicio podría limitar una apelación ante el Tribunal Constitucional, no así de darse 5 votos a favor y dos en contra, por ejemplo. O, como ha dejado caer en esto días el director de la cadena COPE, Sánchez le otorgaría un indulto. Ahora toca esperar.
miércoles, 5 de noviembre de 2025
SÁNCHEZ CONVOCADO POR EL SENADO
Con esa ambición calculada y su determinación de mantener el poder, que no gobernar, aptitudes conocidas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se presentó hace unos días ante la Comisión de Investigación del Senado, que fiscaliza la posible financiación irregular del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del que es secretario general y su líder indiscutible. Esta entidad de la Cámara Alta corre a la par de las pesquisas del Tribunal Supremo, que ha citado a muchas de las partes implicadas en lo que se califica como empresa corrupta dentro de la organización, y de cuyos pormenores podría tener o no conocimiento. En su caso, hay que destacar que no está imputado en causa alguna. Hay quien considera que por estar aforado como cabeza del Ejecutivo.
El que aporta el nombre para distinguir esta Causa Koldo de otras muchas gestionadas por la Judicatura en este momento, es Koldo García Izaguirre, ex asesor del ex-ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ex-secretario de Organización del PSOE y relacionado con el amaño de contratos públicos para la compra de mascarillas durante pandemia de COVID 19, por la que se habrían cobrado comisiones ilegales. Dentro del mismo paquete, entran figuras como el empresario Víctor de Aldama y el propio Ábalos. El juicio oral de una sola jornada se abrió el pasado día 3 para indagar en una primera instancia sobre la recepción de comisiones, el origen del patrimonio de los implicados y como se favorecieron en la adjudicación de contratos por una suma de 700 millones de euros. Dada la relación de todo esto con el Partido gobernante, la Comisión requirió la presencia de Sánchez. El magistrado instructor de la Causa en el TS, Leopoldo Puente, apreció indicios de delitos de cohecho, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos, por lo que pronto se abrirá el juicio propiamente dicho.
La Audiencia Nacional, mediante el Juzgado de Instrucción núm. 2, acordó abrir pieza separada para recibir el auto del magistrado Puente. sobre reembolsos al ex-ministro y al que fuera su asesor, al considerar dudosas las liquidaciones de gastos del PSOE. El juez titular Ismael Moreno instruye también la causa sobre organización criminal por las comisiones en la venta de mascarillas durante la pandemia.
En una resolución judicial, han quedado establecidos indicios consistentes de que Aldama hizo entregas de sucesivas cantidades de dinero a los investigados Ábalos y Koldo García "para incurrir en actos contrarios a los inherentes a sus cargos públicos" y que estos "recibieron las retribuciones económicas en ejecución del proyecto delictivo" y "como prestación a conductas desleales". Todo esto ha significado un golpe político para el PSOE, entre otras razones porque afecta al ex-ministro de Transporte, una de las figuras más cercanas a Sánchez durante años y que retiene aún en esta legislatura su cartera de diputado.
La senadora María Caballero, de Unión del Pueblo Navarro, abrió la comparecencia con la pregunta sobre pagos a prostitutas con dinero público por parte del ex-ministro, sobre lo que la Judicatura tiene pruebas en audios en los que se repartía las mujeres de cara a un fin de semana con Koldo. Esto obligó al presidente a reconocer que era una persona de "su máxima confianza", señalando que su cese en el Ejecutivo estuvo marcado por la desescalada de la pandemia del COVID-19, lo que pretendió acabar con el rumor de que lo hizo porque conocía ya sus fechorías. Sobre esos hábitos personales en concreto, dijo sentir repulsión y puntualizó que dejaba a la Justicia dirimir el asunto, para no extenderse más. Aprovechó para lanzar una vez más el lema de que su gobierno "está comprometido con los derechos de la mujer y el feminismo". Abundó en cuanto a considerar a su segundo en otros tiempos alguien con unas cualidades políticas claras, una persona elocuente y sólida políticamente. Agregó que en cuanto tuvo conocimiento de los hechos, el PSOE actuó con contundencia y de paso le dio un ramalazo al PP al decir que era distinto a lo que han hecho otras organizaciones.
Sánchez destituyó a Ábalos el 10 de de julio del 2021 cuando remodeló el Consejo de Ministros para dar un giro tras la pandemia, según la explicación oficial. La sorpresa del cambio fue real, Ábalos acudió a la reunión pensando que lo nombrarían ministro de Defensa. Todo indica un rifirafe entre ambos en el despacho del presidente en La Moncloa, según algunos medios de comunicación, cuando exigió una explicación y el jefe del Ejecutivo se negó a darla. De su puesto en el PSOE, fue relevado poco después. El diario El Mundo puso en boca del Ejecutivo estas palabras: "Hemos recorrido un largo viaje juntos y este viaje terminó. No cuento contigo para la nueva etapa".
Este indiscutible peso pesado del PSOE enfrentaba entonces el escándalo derivado de la visita del 19 al 20 de enero de 2020 a Madrid de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y que aquí se ha dado en llamar el Delcygate. Esta persona no podía haber pisado territorio de la Unión Europea, sobre todo la zona Schengen, un espacio de 29 países, que han eliminado sus controles fronterizos internos, permitiendo la libre circulación de personas con un acuerdo en vigor desde 1995, e incluye una política común de visados y una cooperación reforzada en materia de seguridad. Así consideraron los miembros que protegían el amplio territorio de accesos ilegales y otras amenazas. De manera que España no debió permitir que desembarcara, menos que pernoctara en Madrid para tomar al día siguiente el vuelo de la Qatar Airlines, dada la existencia de tales sanciones, aplicables a otros dirigentes venezolanos. La visita de 24 horas transcurrió de esta manera y el presidente respondió ignorar tales restricciones y cuando lo supo, ordenó a su segundo suspenderla, pero era muy tarde.
La senadora Carla Delgado, del Grupo de Izquierda Confederal, le preguntó por ese episodio y Sánchez restó importancia a la visita, remitiéndola al uso habitual de que cargos políticos visiten España sin su conocimiento, calificándolo de ordinario. Lo más importante de su respuesta es que negó tener conocimiento del veto de la UE sobre Rodríguez. Aclaró que fue Ábalos quien le informó de su llegada como un hecho consumado, si bien le había advertido que no le permitiera pisar suelo español. La cuestión es que se conocen unas declaraciones del empresario, sujeto a procesamiento por corrupción, Víctor de Aldama, ante Alejandro Luzón, jefe de la Fiscalía de Anticorrupción y Crimen Organizado, en las que reveló haber gestionado esa visita a petición del factotum del presidente, quien pudo haber añadido la conformidad del jefe de Gobierno.
Sánchez negó conocer a Aldama, a pesar de que en la sesión de la Comisión le mostraron una foto en su compañía, ambos muy sonrientes y con su brazo sobre el hombro del otro, tomada en el backstage durante uno de discursos. Esa respuesta estaba en el mismo registro de su respuesta sobre su relación con Koldo que calificó de anecdótica pese a que fue el custodio de sus avales, 50,000 papeletas nada menos, con vistas a las primarias de 2017 del PSOE, cuando le acompañó también, junto a Ábalos y el ex-secretario de Organización, Santos Cerdán ( actualmente en la cárcel) en su peregrinaje a bordo de un Peugeut por las carreteras españolas. No solo fue custodio de tales ayudas sino que repartió urnas por toda Navarra para la recuperación del liderazgo de Sánchez del que fue apeado el 1 de octubre de 2016 por el Comité Federal. Hay un audio en el que se escucha decir al ex-asesor ministerial que Sánchez le había pedido cosas mediante Ábalos: " las hice y he desaparecido", se lamentaba con Santos Cerdán, quien negoció en nombre del presidente los votos de los vascos de Bildu y del PNV a la moción de censura contra el anterior Ejecutivo, Mariano Rajoy, del PP. La pérdida del Gobierno dio paso al consecuente encumbramiento de Sánchez.
Hay un tema muy espinoso que podría derivar en la confirmación de la financiación irregular del PSOE, dentro de las investigaciones del TS. Cuando la senadora Caballero le preguntó si había recibido dinero en efectivo, dijo que alguna vez podría haberlo hecho, "aportando la factura" y precisó que todo en su partido era legal, lícito y transparente. Todo esto sin pasar aún al toque surrealista de que desconocía donde se hallaba la Gerencia, en un edificio no muy grande de la sede en Ferraz y después de tantos años como Secretario General. Si nos remitimos a todo lo que conocemos hasta ahora, se habla de 400.000 euros pagados en los últimos años a personas sin identificar, y esto no se ha sabido hasta hace poco a pesar de existir un Tribunal de Cuentas. Koldo García hacía circular dinero en efectivo, que cobraba en la Gerencia del PSOE y gozaba de carta blanca, según declaró ante el Supremo el gerente Mariano Pavón Moreno.
Este individuo explicó ante la Alta Judicatura que el aparato político socialista daba por bueno todo dinero en metálico cobrado por Koldo García, no se verificaba la correspondencia del ticket o factura con el gasto y el efectivo se introducía en sobres para que el susodicho o un enviado por él pasara a recogerlos. Añadió que las cantidades fueron mayores a las registradas oficialmente desde 2018, cuando Ábalos ocupaba su cartera. A esto en España le llaman coladero de dinero porque la mayor parte de los pagos, en especial a organismos o instituciones, se realizan por transferencia bancaria y así se había hecho antes en el PSOE, según la ex-portavoz socialista, Soraya Rodríguez. En 2019, las cantidades en moneda corriente alcanzaban los 12,000 euros mensuales. La secretaria Celia Rodríguez, también ante el magistrado, recordó que desde 2021 se favoreció al menos en quince ocasiones el efectivo a la transferencia bancaria. En esta parte específica de las preguntas, Sánchez hizo un esfuerzo tremendo por desvincularse de los implicados en la trama procesada por el TS. Los hechos, sin embargo, vienen marcando el paso.
A pesar de que el nombre del senador por el PP encargado de preguntar no sería desvelado prácticamente hasta el último momento, su actuación, tan esperada, dejó mucho que desear, en esencia porque su nerviosismo le impedía hacerlas de manera correcta, en varias ocasiones dijo al presidente de la Comisión que renunciaba a las anteriores para dar paso a otras, cortó en varias ocasiones la contestación del presidente, ansioso porque dijera lo que él quería, por lo que Eloy Suárez llamó su atención. Alejo Joaquín Miranda no solo defraudó a todos sino que impidió el afloramiento de algo útil durante su turno de preguntas. Perdió las formas, ante alguien versado en esquivar sus espinas, como debía saber de antemano, y le dio ocasión para hablar de algunas miserias del PP, pasando así de largo por las propias. Quedaron en el tintero temas que Sánchez elude tratar como por qué su hermano David se tiró un año viviendo en la residencia de Gobierno en La Moncloa diciendo que estaba en Portugal para no pagar a la Seguridad Social. ¿Cómo podía Sánchez no saber esto? La imputación de su hermano por fraude y malversación es de las cuestiones que más incómodo lo ponen. Debía haber cotizado, aún estando en Portugal, por una ley de doble imposición por la cual un español, aunque reside en otro país, si recibe dinero público tiene que hacerlo en país.
No recuerdo cuántas veces se quitó y volvió a poner unas gafas para leer fueran o no de Dior y, a las que medios de comunicación prestigiosos como La Vanguardia le llegaron a dedicar un artículo. Lo tomé como lo que es: una forma de distraer al que tienes enfrente. La de Sánchez era una comparecencia esperada, duró cinco horas, con interrupciones y requerimientos del presidente de la Comisión, Eloy Suárez, quien recriminó al presidente cuando dijo que "este tipo de comisiones de difamación, que no son de investigación" o cuando estigmatizó a la Cámara con un "creo que esto es un circo más que una comisión". Tanto insistió el jefe del Ejecutivo en denostar al Senado, que Suárez optó por advertir que borraría del acta de sesión de ese día "la falta de respeto a la Cámara". Sánchez no pudo abstenerse de seguir con sus comentarios lamentables y encaminados a distraer la atención como decir "...el lodazal en el que lo han convertido los senadores del PP y Vox" o "que han puesto "al servicio de la "máquina del fango a una institución clave para nuestra democracia". A algunos llamó la atención que solo se refiriera a PP y Vox, los más acuciantes con las preguntas, y en cambio se abstuviera de incluir a su aliado, el partido catalán Junts, cuyo vocero le llamó "trilero".
Edouard Pujols, en su turno de preguntas, le reprochó que "su actitud sonriente sí que ayuda a crear la sensación de circo". "A las insidias y a las difamaciones es mejor responder con una sonrisa" se defendió Sánchez. El catalán aprovechó para decir que Junts llegaba a la Comisión como partido de la oposición, al reprocharle no materializar los acuerdos suscritos en los últimos meses. Y deslizó como tenía planeado con seguridad la amenaza de un grupo con cuyo apoyo le sirvió para completar avales y sentarse en la presidencia tras las elecciones 2023 :"Ser poco serio no te lleva a prisión, pero te condena a perder apoyos y a vivir en la debilidad parlamentaria mas absoluta", tras haber señalado que les quedaba claro que que en los últimos años "usted se ha comportado y tiene tendencia a ser un Houdini o un trilero, cosa que no le ayuda ni a usted ni a la política, presidente ".
El senador por Junts verbalizó lo que todos los que escuchaban al presidente tenían en su mente: nunca tiene culpa de nada y uno piensa-agregó en tono jocoso- "pobre Sánchez que en el colegio le robaban el bocadillo porque si no , no se puede entender". Yo le sugiero, le señaló el presidente español en la contrarréplica, que no sea tan condescendiente...."El paternalismo y la condescendencia son un hábito bastante conservador en este país, veo que no solamente en el conservadurismo español". Con esta última frase, dejó claro el pensamiento catalán de que ellos son ellos y los españoles, otros.
Si alguien pensó que Sánchez olvidaría la importancia de quien le interpelaba como uno de los que le posibilitó ocupar la silla en La Moncloa, vino lo de la mano en el corazón - una más que elocuente actuación incluso para quien no se fije en el comportamiento no verbal-para decir a su socio rebelde que en lo que respecta a él, si está en sus manos cumplirá los acuerdos, pero en lo que no está, intentaría que se cumplieran. Creo que a todos les vino a la mente los esfuerzos porque el catalán, el euskera (vasco) y el gallego, lenguas vernáculas en España, reconocidas en la Constitución, junto al aranés, sean consideradas en la Unión Europea como de uso común. Reiteró un objetivo, que si buscamos en la hemeroteca veremos que no está muy claro, en cuanto a lo que dijo de que su política "sienta bien a Cataluña y al conjunto de España". El objetivo claro (para él) es la "total normalización de la vida política" catalana. Y ha insistido, quizá para bajarle los humos a Junts, "que la ley de amnistía (para el prófugo Carles Puigdemont) se puede aplicar de manera completa".
En España son lenguas cooficiales el catalán, el gallego, el euskera y el aranés y el castellano es lengua oficial del Estado. El Consejo Europeo ha pospuesto su decisión en torno al reconocimiento del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales del bloque de naciones presentado por Madrid como un "asunto de identidad nacional" y "como tal la Unión Europea debe proteger la identidad nacional de todos los Estados miembros", reza en declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares. Esto viene por las exigencias de los separatistas catalanes para mantener su apoyo a Sánchez, pero no podrá aprobarse sin la unanimidad de voto de los 27.
La Comisión Europea ha expresado críticas sobre la ley de amnistía propuesta por el Ejecutivo español, al cuestionar que podría no responder al interés general y sugiriendo que se aprobó por un pacto político para la investidura de Sánchez. Ha cuestionado su idoneidad ante el Tribunal de Justicia de la UE. Se ha señalado también que puede ser una autoamnistía porque los votos de los beneficiarios de la ley fueron necesarios para su aprobación y han criticado que se tramitara por un procedimiento de urgencia. La normativa aprobada debe suspenderse hasta que el TJUE resuelva las cuestiones prejudiciales, aunque esto no suponga una suspensión de la ley en sí misma.
Para resumir hay que destacar que el presidente tuvo gran habilidad para no caer en el falso testimonio ante la Comisión del Senado mediante evasivas, alusiones a hechos sin venir a cuento y elisiones de datos, mucha opacidad y poca transparencia, pero, sin dudas, venía bien preparado. Días antes había habilitado una war room para asesorarse. El número de personas que aconsejan al presidente de Gobierno, entre las que se hallan juristas, es una cifra descomunal. Algunas publicaciones han señalado que unas 1,259 de las cuales 600 lo harían directamente en La Moncloa. Otros han citado 924. En cualquier caso, son cifras respetables. Sus más allegados en el Gobierno y el Partido se han dado por satisfechos con su actuación en la Comisión por haber salido sin arañazos y capear el temporal, y todo indica que con la cabeza muy alta. El PP consideró que sus respuestas o las no respuestas fueron reveladoras y pusieron al descubierto sus debilidades "a pesar de su disfraz con gafas".