Datos personales

viernes, 3 de abril de 2015

Acuerdo preliminar nuclear entre Iran, Estados Unidos y otras potencias occidentales

Negociadores en Lausana


Por Mirta Balea

Un acuerdo preliminar suscrito con Irán por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia (miembros del Consejo de Seguridad de la ONU) y Alemania aleja el miedo de los líderes occidentales a que el país de los ayatollahs adquiera la capacidad de fabricar armas nucleares, pero poco más.

Lo acordado de manera preliminar hace dos días en Lausana, Suiza, tras una semana de intensas negociaciones, pasará a ser un acuerdo de cumplimiento en 15 años el próximo 30 de junio, cuando todos volverán a reunirse con este fin.

Para el presidente Barack Obama, las negociaciones llevadas al papel son la vía precisa para impedir a Irán desarrollar su programa nuclear en los próximos 10 años conforme al "más intrusivo sistema de inspección de la historia" sobre sus arsenales e instalaciones.

Obama advirtió a sus rivales republicanos, y puede que tuviera en mente también a algunos demócratas, en el Congreso que se abstengan de imponer nuevas sanciones a Irán para minar los esfuerzos de su Administración.

Los republicanos han anunciado enmiendas al acuerdo alcanzado en Lausana, Suiza, hace apenas unas horas, y un reforzamiento de las sanciones, con lo que dejarían a Obama en evidencia ante la comunidad internacional.

El acuerdo, con varios parámetros aceptables, no impide de manera específica a Irán mantener su capacidad de enriquecimiento de uranio más allá del límite admitido para fines pacíficos.

"Si Irán hace trampas -advirtió el presidente norteamericano- el mundo lo sabrá". ¿De verdad?, me pregunté cuando escuchaba su discurso en los jardines de la Casa Blanca trasmitido por televisión.

Primero habrá que describir el acuerdo.

Irán recortará el número de sus centrifugadoras operativas en dos tercios, hasta 5060, que son muchas si tenemos en cuenta su calidad de primera generación. Menguará también el almacenaje del uranio enriquecido de 10,000 kilogramos a 300... en 10 años.

Habrá inspecciones "rigurosas" en todo el país sobre las instalaciones, llevadas a cabo por científicos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica de la ONU por si hubiese algo sospechoso o se tratara de encubrirlas. Y se establecerá un mecanismo para resolver disputas, cuyos detalles de funcionalidad están aún por diseñar.

Irán recibe a cambio un levantamiento de las sanciones impuestas por la comunidad internacional y que, durante los últimos años, han menguado hasta el subsuelo su capacidad comercial petrolera y han congelado sus activos en bancos mundiales. 

La economía iraní ha visto con esto germinar una etapa oscura, matizada con explosiones esporádicas de descontento. Terminar con ese estado de cosas es lo que ha catapultado a la presidencia a Hasan Rouani.

Los iraníes han salido en masa a la calle para celebrar el acontecimiento y han recibido con flores - a su llegada hoy a Teheran- al principal negociador Mohamed Javad Zarif.

Hay que tener en cuenta algo que resulta de la mayor importancia para la pregunta de cómo deja este acuerdo al resto de Oriente Medio y es que, de ningún modo -al menos para los ayatollahs-, supone un acercamiento de posiciones con Estados Unidos ni mejora para nada la fricción por el rompimiento de relaciones en 1979 con la llegada de la "revolución de los casetes de Khomeini".

Cincuenta y cinco norteamericanos fueron capturados entonces por las hordas revolucionarias y sujetos a un cautiverio de 444 días con la consecuente ruptura de relaciones, no solo por estos hechos, ya de por sí graves, sino porque Estados Unidos había perdido a un aliado muy preciado, el Sha Mohamed Reza Pahlevi, lo que permitió instalarse a los islamistas en el poder.

El acercamiento al régimen de Teherán, que ha permitido el acuerdo preliminar, según las informaciones de que se disponen de las conferencias desde Lausana a Washington, ha sido obra del artífice Sahar Nowrouzzadeh, director para Irán del Consejo de Seguridad Nacional de Obama. Este hombre fue analista del Pentágono y comenzó a trabajar para la actual Administración en 2014.

Pura coincidencia resulta ser que trabaje también para el lobby conocido como Consejo Nacional Americano Iraní (CNAI), desde 2005, fecha en que también entró como analista en el Pentágono.

El CNAI surgió en 1999 -según datos del Western Journalism -, durante una conferencia en Chipre patrocinada por el régimen de Teherán, como contrapartida al influyente lobby pro-israelí en Washington. La fundadora, Trita Parsi, según reveló un periodista iraní disidente, ha mantenido fuertes vínculos de amistad con Zarif durante años.

El Western Journalism afirma también que el CNAI dio al The New York Times  unos 250,000 dólares para publicar una página entera de ataques a Netanyahu durante su alocución al Congreso norteamericano el pasado mes.

Obama ha querido dar satisfacción a los aliados de Estados Unidos en la zona, Arabia Saudita e Israel, y ha conversado telefónicamente con el rey Salman y el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre las bondades del acuerdo, aunque sin convencerlos.

Ha propuesto a los sauditas realizar una reunión con los países árabes, en Camp David, esta primavera, para hablar sobre Irán y la caótica y cada vez más convulsa situación de Oriente Medio.

Nada de ésto impedirá, como ha destacado ayer Netanyahu en su primera comparecencia tras el acuerdo de Lausana, que el peligro de guerra en la zona se haya incrementado. Para empezar, nada obstaculiza ya a los estados árabes del Golfo y la península arábiga desarrollar sus propios sistemas nucleares a la luz del peligro iraní.

El acuerdo, si se lee con paciencia y ojo crítico, ha permitido a Teherán retener demasiada infraestructura nuclear.

El primer ministro israelí ha convocado a su gabinete de seguridad esta misma mañana porque sigue viendo en Irán un peligro inminente para el que se vienen preparando los judíos desde hace mucho tiempo.

Puede que Occidente crea que quitar las sanciones a Irán y permitirle mantener un programa nuclear "pacífico" compre tiempo para, en caso de incumplimiento de Teherán, infligir un golpe mucho mayor, pero la otra parte ha comprado también tiempo para desarrollar el programa por vías menos visibles.

Puede que el acuerdo ponga obstáculos para enriquecer uranio, una de cuyas maneras resulta ser la reducción de centrifugadoras, pero hay que recordar que en los años 60, cuando se temía que Israel estuviera desarrollando la bomba, científicos internacionales visitaron las plantas de las que disponía el país y certificaron su incapacidad para fines armamentísticos. Como se supo después, el proceso se realizaba justo debajo de esas instalaciones, delante de sus narices, y nadie podía saberlo.

Israel es uno de los países que dispone de la bomba, pero nunca ha amenazado a ningún vecino con usarla, y esto incluye a Irán. Lo que sí estará dispuesto a hacer, si tenemos en cuenta antecedentes como Siria y Egipto, es destruir definitivamente las instalaciones iraníes.

Israel ha buscado ayuda adicional del gobierno de Estados Unidos para los misiles defensivos como Lanza de David, que esta semana finalizó sus pruebas, o Flecha3 y Cúpula de Hierro. La cantidad aportada calcula en 300 millones de dólares, de los que 250 millones serían específicos para la operatividad del primero de los tres sistemas citados en este párrafo.

La Lanza de David forma parte de una sombrilla defensiva diseñada para proteger a Israel de misiles de largo y corto alcance, de cualquier tipo. La Cúpula de Hierro impide amenazas menores a los 70 kilómetros. La Flecha 3 cubre a los cohetes de más de 2,500 kilómetros.

Solo la Cúpula de Hierro ha sido utilizada hasta el momento en combate. Interceptó al menos el 90 por ciento de los misiles lanzados desde Gaza hace unos meses, en la última ofensiva de los terroristas de Hamás, según informes oficiales del ejército israelí.

De manera oficiosa, se sabe también que está probando el Jericó 3, un cohete balístico intercontinental de 10,000 kilómetros de radio.

Netanyahu y su partido Likud alcanzaron el éxito en las elecciones realizadas este mismo mes, en contra de todas las previsiones. Con una afirmación tan contundente en su cargo, puede esperar 22 meses a que Obama salga de circulación.

Cualquiera que sea el sucesor del actual presidente norteamericano -si nos atenemos a las declaraciones de líderes republicanos y demócratas-, las buenas relaciones con Israel se recuperarán hasta los tiempos anteriores a Obama.

Aparte de una arriesgada, tanto como improbable, decisión israelí de lanzar un ataque militar contra Irán por su cuenta, no hay mucho más que Netanyahu pueda hacer sobre el acuerdo de Lausana, sino esperar al cambio de Administración en Estados Unidos.

Se necesita algo más que una pelea orquestada por la Casa Blanca para descarrilar las relaciones bilaterales bien cimentadas con Israel. Pero esto no disipará la atmósfera de guerra que cabalga libremente por todo Oriente Medio, donde una y otra vez las políticas de Obama han fracasado en los últimos seis años.

Hagamos un recuente, en el que con seguridad no abarcaré todo. Un acuerdo nuclear con Irán que aumenta la posibilidad de la proliferación nuclear de las naciones árabes para obtener sus propios medios de disuasión, un ejercicio irresponsable de tensión con Israel por un antagonismo personal de Obama y Netanyahu, el reinicio de la guerra fría con Rusia, muy lejos de la distensión que se perseguía en los 90 del pasado siglo, la guerra nunca cicatrizada en Iraq y que ha obligado a Estados Unidos a regresar para borrar al Estado Islámico, aunque solo con combates aéreos, y la continuidad de Al Qaeda, a pesar de que la Administración demócrata pueda apuntarse el tanto de haber eliminado el enemigo público numero uno, Osama Bin Laden.

trabajos relacionados:http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/p/blog-page.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario