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sábado, 8 de diciembre de 2012

Israel y la ANP: juego de tronos (II-final)




Por Mirta Balea




El nuevo estatuto, lo que propicia son los resultados de antemano para hipotéticas futuras conversaciones al colocar fuera del marco de Oslo la solución del conflicto. La pregunta es, si Occidente logra reiniciar el proceso de paz ¿con quien negociará Israel, con la ANP o con Hamas o con ambas a la vez? ¿Qué es lo que verdaderamente ha reconocido la Asamblea al otorgar el estatuto de Estado observador?



La ONU se parece mucho hoy día a un Robinson Crusoe, que abocado al naufragio, intenta salvar cuanto puede para construirse un islote dentro de una gran isla. Las resoluciones, que hacen de la organización un mito realizado en crónicas, llevan implícitas siempre los convencionalismos, compromisos y prejuicios de la sociedades que la componen. Incluso el acento en algunas de ellas es el dulce y quedo de la confusión.



Los países europeos que reconocieron a Palestina como Estado observador de la ONU abogan por una solución justa, global y duradera al conflicto de Oriente Próximo con la creación de dos territorios. Pero esto no figura en la agenda de ninguna de las partes. Israel prometió y lo cumplió, que la elevación del estatuto acarrearía más asentamientos y quedarse con el dinero de las tasas de impuestos y aduanas de noviembre que recauda para la ANP.



El ministro de Finanzas israelí, Yuval Steinitz, dijo que el monto de 92 millones de euros (460 millones de shekels) de estos gravámenes servirá para pagar las deudas contraídas con la compañía nacional eléctrica de Israel.




Estados Unidos, que también se opuso al estatuto palestino por considerar que ignora los acuerdos de Oslo, anunció que suspenderá la parte de dinero que entrega a la ONU para la ANP. El 50% de esos fondos provienen de los países de la Unión Europea, que de momento mantienen su compromiso.




El primer ministro Benjamin Netanyahu ha asumido una posición extrema ante un hecho que debió saber que se produciría en algún momento. Los shekels retenidos no le pertenecen y el anuncio de construir nuevos asentamientos podría actuar negativamente sobre la línea oficial de NO desmontar a la ANP, que comparte el recelo con Tel Aviv de que Hamas pueda hacerse también con Cisjordania.




Netanyahu recuerda un poco al pintor español Salvador Dalí, quien posaba sentado en una silla de cuernos de rinoceronte. A la pregunta de un periodista de si se sentía cómodo, el Maestro respondió, sin cambiar de posición: Esto es incoooommmodiiisiimo, una verdadera tortura.




A los árabes antes y ahora, 700 años de ininterrumpida ocupación de Palestina les parece un derecho infinitamente más justificado para reivindicar el territorio que los lejanos lazos históricos de los judíos. Cuando la ONU decretó la partición se opusieron y desde entonces han hecho la guerra al vecino. Lo que favorecían en 1947 algunos Estados árabes era crear un solo Estado en Palestina en el que los judíos fuesen minoría.




Al llegar hoy a la franja de Gaza, para celebrar el 25 aniversario de la creación de la organización terrorista Hamas, su líder en el exilio, Jaled Meshaal, reiteró la razón de ser del nacimiento de su organización: "Palestina es nuestra desde el río hasta el mar y de norte a sur. No habrá concesiones ni en un centímetro del territorio".




Meshaal, en su primera visita a la Franja, a la que llegó por el paso de Rafah, desde Egipto, besó el suelo que pisaba, prometiendo que jamás reconocerá a Israel. Añadió, ante una multitud reunida al aire libre, que nunca reconocerá "la legitimidad de la ocupación israelí no importa cuánto dure".




Con ese misticismo ardiente y taciturno, arrastrando los problemas derivados de la salvación eterna en valles pedregosos, en tierras pobres, áridas e inhóspitas, los judíos han optado por hacerse a sí mismos y quitar a los árabes un pedazo de Palestina cada vez que han tenido ocasión.




Este fenómeno de sustituir un pueblo por otro, en lugar de intentar convivir en paz, ha alterado profundamente -y quizás para siempre- el equilibrio social, político, moral y religioso en esa zona del mundo. Las escasas veces en que los beligerantes se han sentado a negociar sobre los asuntos comunes ha sido como si observaran una estatua ecuestre, pero sin ver un hombre a caballo, sino al caballo y al hombre por separado.




La creación de unas 3,000 viviendas en Jerusalén Este y 2,100 plazas, hoteles, centros comerciales y una zona industrial formará parte de uno de los mayores asentamientos judíos en Cisjordania: Maale Adumim, y no es más que el resultado de la puesta en marcha de un proyecto aparcado hace algún tiempo.




El proyecto E-1 abarca 12 kilómetros de territorio cisjordano, lo que el Foreign Office británico ha definido como una maniobra para partir en dos ese terreno y hacer inviable un futuro Estado palestino. Esta interrupción de la territorialidad a orillas del Mar Muerto constituye una línea de demarcación que resulta intolerable para la comunidad internacional.



Al E-1 se llega por una carretera desde Jericó hasta un monte pelado. Con este plan, sigue la expansión israelí más allá de la línea divisoria que, hasta 1967, formaba la zona árabe y se adentra en Cisjordania, bajo mandato de la ANP. Ir de norte a sur se haría largo, así que cuando se ejecute, habrá que rodear la zona y esto este detalle es lo que define la inviabilidad de un Estado palestino.



Con sus tradiciones, prejuicios, convicciones y tabúes, la historia de Oriente Próximo, en conflicto permanente, lleva la impronta de lo grande, noble, generoso e inhumano de las vicisitudes que ellos mismos sus pobladores se han impuesto. Esto ha privado a Occidente desde siempre de ver los múltiples matices del ingenuo egoísmo de unos pueblos semitas, descendientes de Abraham, en recíproco narcisismo.

Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2012/12/israel-y-la-anp-juego-de-tronos-i.html



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