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lunes, 9 de mayo de 2016

EL MATRIMONIO DE CONVENIENCIA PODEMOS E IU




Por Mirta Balea

La noticia este día en España es el regreso de tres periodistas secuestrados en Siria durante 10 meses por un grupo terrorista. Antonio Pampliega, J. Manuel López y Ángel Sastre han vuelto tras la incertidumbre creada en torno a sus vidas.

La prensa nacional había obviado todo este tiempo dar eco a la información del secuestro para facilitar las negociaciones emprendidas por el Servicio de Inteligencia, con la mediación de varios gobiernos. Todo esto terminó con  la liberación de los reporteros y su llegada ayer a territorio español.

Si no trato el tema con más profundida es porque no puedo resistirme a las constantes humanas en el panorama político nacional, por mi propia capacidad asociativa y falta de metodología sobre lo que debo tratar antes o después. Podemos e Izquierda Unida (IU) podrían notificar hoy mismo su acuerdo para concurrir juntos a las elecciones anticipadas del 26 de junio de este año (26J).

La impresión de la mayoría de las personas sencillas con las que he conversado es que se vive un momento de unidad de la izquierda y algunos medios lo han publicitado así. Lo primero que salta a la vista es el descarte que ha hecho el propio Podemos de algunos de sus importantes supuestos como transparencia en sus reuniones -en este caso se sabe que hay conversaciones, pero son secretas- y que no formarían gobierno con partidos que fueran parte de la "antigua" política, lo que ellos han denominado "la casta", aunque últimamente no utilizan tanto el término.

Todo indica que el pacto a que lleguen será beneficioso para ambas formaciones. A IU le ayudará a pagar su deuda de 16 millones de euros o liquidarle con subvenciones destinadas a la coalición. A cambio de esto, Podemos se quedará con los cinco primeros escaños en la lista de Madrid y confiará a su aliado algunos a partir del quinto puesto, que ocupará el líder comunista Alberto Garzón.

Este último ha resultado en las encuestas el líder mejor mejor valorado, seguido por Albert Rivera, de Ciudadanos, y Pedro Sánchez, del PSOE. En penúltimo y ultimo lugar estarían, Pablo Iglesias, de Podemos, y Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP).

La naturalidad con que los militantes comunistas han asumido este pacto nos coloca como observadores imparciales ante ciertos aspectos poco atendidos. El momento en que un hombre sobrevive en un instante de bajón político, como sería el caso de Iglesias, resulta un componente esencial y seminal del poder, un placer que no consume solo sino que lo comparte con quienes están sentados con él a la mesa, reservándose siempre el primer puesto. Esto supone que IU renuncia a tener grupo propio en el Congreso y si desea plantear algo de su cosecha dispondrá de unos breves momentos, porque la carga de la prueba la tendrá Iglesias.

Resulta difícil entender la valoración hecha por los comunistas españoles - y que no puede ser solo el asunto de la deuda- para emprender una acción tan arriesgada con Podemos, que tendrá consecuencias para ellos no solo en esta legislatura sino en las siguientes. Todas las encuestas conocidas de intención de votos de los últimos dos meses le daban al partido morado una pérdida de votos que lo bajará del 20,7 %, obtenido en las elecciones del pasado diciembre, a un 17,7 %. En cambio, los de Garzón, subirían del 3,9 al 5,4% y pasarían de seis diputados a 9.

La subjetividad de la intención de voto en las encuestas es reconocida por todos, siempre hay que valorar si los hechos hasta el 26J mejoraran o empeoraran las estimaciones, pero en esa misma tesitura resulta ingenuo -cuando no temerario-sacar la conclusión a priori de que la suma de las partes harán un todo.

En política, la suma de dos mas dos no siempre da cuatro. Así que, un 20% de uno y un cinco por ciento del otros, adquiridos por separado, no supone que el resultado final de votos en junio sea para la coalición un 25%.

La psicología de tomar e incorporar, teniendo en cuenta los antecedentes de Iglesias, me parece demasiado obvia y en mi opinión concluye el "acecho" al partido rojo de los últimos meses. Primero, menospreciando al secretario general del Partido Comunista, Cayo Lara, quien advertía del peligro de que Podemos "los canibalizara", llamándole "pitufo grúñón". Después con una reunión muy publicitada de Iglesias y Garzón, en la que el primero le pedía al segundo que se uniera a sus filas como figura.

Todo lo que ha impulsado a Podemos para fagocitar a IU ha requerido de habilidad y precisión. Iglesias les ha dicho que "son iguales", que "persiguen las mismas metas", en el marco de una metamorfosis con la que ha querido "borrar" lo que dicho con anterioridad de que era un partido de "la casta", "cómplice de todos los crímenes de lesa humanidad cometidos por gobiernos del PSOE y PP contra el pueblo español" y anclado en la vieja política.

Oscar López, portavoz del PSOE en el Senado, ha interpretado el acuerdo así. "Podemos tiene un bajón de uno de cada 4 o de uno de cada tres votantes, lo que es un boquete electoral". El viernes es el último día para presentar la "coalición" ante la Comisión Electoral, pero nadie pone en duda de que se firmará a tiempo el acuerdo entre rojos y morados.

Muchos medios se empeñan en poner de relieve que el PP podría salir victorioso de nuevo en los votos - lo que no supone que pueda necesariamente gobernar- y que el PSOE es responsable de cierto corrimiento de tierras en la izquierda. Se han explotado bien unas declaraciones de Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, uno de los barones socialistas, quien ha dicho que su colega, Susana Díaz, de Andalucía, podía presentarse dentro de unos meses al Congreso como candidata a la Secretaría General.

Ella no lo ha negado y resulta legítimo que desee presentarse al cargo, pero varios medios -la mayoría favorables a Podemos- han utilizado esto para hablar de una "lucha interna por desbancar a Sánchez". La presión de algunos periodistas podría ir encaminada a quitar hierro a las reales intenciones de Iglesias en su pacto con IU, una clara amenaza al PSOE para desbancarlo como segunda fuerza política nacional, espacio que con denuedo quiere alcanzar Iglesias.

Los de Podemos no están conformes con los medios "privados", muchos de los cuales le apoyan, y desearía estatalizarlos, lo que está en su plataforma política. Cada vez que alguien dice algo en su contra saltan chispas. Recientemente el senador Ramón Espinar atacó al periodista Eduardo Inda, de OKDiarios, por publicar documentos relativos a una cantidad entregada por el gobierno de Venezuela a Podemos. Con anterioridad, en una conferencia en la Universidad Complutense, el propio Iglesias intentó ridiculizar a un redactor del diario El Mundo.

Lo que se persigue con la estatalización de los medios -aunque parezca ocioso recordarlo- es ejercer la fuerza concentrada del secreto de que gozan las dictaduras, que en democracia queda repartida y diluida entre muchos. Sea lo que sea lo bueno, existe para distinguirlo de lo malo, y los periodistas, con su curiosidad innata, deciden lo que pertenece a uno u otro lado, como el resto de la gente, la diferencia radica en que una parte escucha a unos y otra a los otros. El totalitario convierte sus sentencias vinculantes en muerte contra el enemigo, a tal punto anhela el sometimiento de todo cuanto se le resiste.

Las quinielas están abiertas en España. La estrecha garganta por la que deberán pasar todos los partidos en junio próximo nos indica lo imprevisible del viaje, aunque muchos periódicos auguran que no habrá grandes diferencias respecto a los resultados del pasado diciembre. De efectos más difusos, se contempla el futuro de IU si queda engullida por Podemos, porque lo que decidan hoy marcará no solo esta legislatura sino las próximas.

Tendemos a ver los juegos del poder en la superficie y resulta que estos no son más que la más pequeña de sus partes. El mecanismo más central y oculto lo encontramos, ahora mismo, en este acuerdo, y nada sugiere que la coalición disponga de grandes garantías de gobierno.

Si el PSOE aguanta el embate y permanece como segunda fuerza y Ciudadanos sube en la votación de 13,9 a 15,6%, como prevén las encuestas, podríamos presenciar una re-edición del acuerdo concertado por ambos partidos en febrero pasado y, esta vez, puede que tengan la mayoría simple requerida para investir a Sanchez como presidente.

Existe también otra posibilidad. El PP no parece que vaya a perder su 28% de votos y si
Ciudadanos alcanza los niveles previstos, siendo como es una fuerza de centro, capaz de pactar como ha hecho en municipios y autonomías, se puede dar el caso de que Rajoy repita la presidencia.

Esta última fórmula está algo cogida con pinzas debido al chorro de casos de corrupción que ha golpeado a los populares en los últimos meses. La situación de caos en la que se hallaron cuando florecieron todos los casos, que aún siguen apareciendo, les pasó la cuenta en diciembre cuando perdieron más de 60 diputados, pero sociológicamente resulta poco probable que se repita el próximo junio.

http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2016/04/el-lider-de-podemos-vs-el-cuarto-poder.html

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