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viernes, 16 de noviembre de 2012

Israel y Hamas: terrorismo ciego desde Gaza

Israelíes en un refugio en Beersheba





Por Mirta Balea




Hay defensa y venganza a la vez en la respuesta de Israel a las provocaciones que le vienen, desde dos flancos, en las dos últimas semanas: Siria y la franja de Gaza, donde la gobernante organización terrorista Hamas ha redoblado esfuerzos en su meta de borrar al Estado judío del mapa, con la ayuda inestimable de Irán, que la provee de armamento y le brinda entrenamiento a sus efectivos militares.




Siria por el este y Gaza por el sur han venido lanzando cohetes de largo alcance  en un fuego cruzado que ha cambiado las tornas de momento en Oriente Medio. Los israelíes se habían limitado hasta ahora a contemplar desde los Altos del Golán (ocupado a los sirios)  la guerra entre las fuerzas insurgentes y el ejército del régimen de Bashir el-Assad, pero este último lanzó varios obuses a fines de la pasada semana sobre comunidades agrícolas israelíes.




Israel reaccionó disparando su artillería sobre terrenos vacíos en Siria como advertencia hasta que, al seguir los ataques,  el lunes apuntó a una instalación militar y después desplegó efectivos militares y tanques a la frontera. La actuación respecto a los sirios ha sido cautelosa, sobre todo cuando cesaron las acciones, pues no es de su interés entrar en una confrontación abierta.




La situación desde Gaza empezó a empeorar e hizo saltar por los aires una tregua gestionada por Egipto la pasada semana. Los grupos salafistas de la Yihad Islámica, brazo armado de los Hermanos Musulmanes en la subdivisión de la franja, y de las brigadas Izzedin al-Kassam, las fuerzas militares de Hamas, lanzaron en estós últimos días 120 misiles, que se suman a los mil de este último año y a los 13,000 de la última década.




Israel puso en marcha entonces la operación Columna Defensiva para destruir los depósitos de misiles, sobre todo los de largo alcance, de que dispone Hamas traídos a través del Sinaí. Reni Kaplan, portavoz de las fuerzas armadas israelíes, ha declarado que no tienen intención de realizar una ofensiva terrestre e intentaran continuar con los atentados selectivos para evitar pérdidas civiles.





Egipto ha sido el primer país árabe en reaccionar al llamar a consultas al embajador judío en El Cairo demandando, con un tono elevado, del gobierno de Benjamin Netanyahu el fin de la operación Columna Defensiva, en lo que se ha interpretado como un apoyo a Hamas y un cambio claro de política hacia el otro lado del Sinaí.





El presidente egipcio Mohamed Mursi dijo ante la televisión pública  que "no va a aceptar esta agresión" refiriéndose a Israel y pidió una reunión de la Liga Arabe y del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras el primer ministro Hisham Kandil se trasladaba a Gaza, en lo que ha resultado ser la primera visita oficial de una autoridad egipcia a esa zona palestina.





Desde la primavera árabe y con la llegada de un hermano musulman al poder, las relaciones con Israel han sido tensas en los últimos dos años y la muerte de un importante líder de Hamas Ahmed Jebiri, ha escalado el conflicto. El ejército israelí confirmó hace dos días el ataque, que dejó calcinado el coche en el que viajaba el terrorista con un misil lanzado desde un helicóptero. El general Dan Harel, ex-jefe del comando sur del ejército israelí, explicó a la prensa que el ataque selectivo tuvo lugar tras la riada de disparos desde la Franja.




Harel puntualizó que Hamas pretende cambiar las reglas del juego introduciendo en la zona todo tipo de cohetes, algunos traídos de Sudán, Libia y a través del Sinaí. La tregua lograda la semana pasada  sobrevino después que desde Gaza se lanzaran sobre Israel 110 misiles.




Jebiri no ha sido ni mucho menos el único blanco selectivo de los israelíes sobre Gaza en estos años. Solo en el 2004, dieron cuenta de al menos seis importantes miembros de la organización terrorista, que gobierna en Gaza, entre ellos su fundador y líder espiritual Ahmad Yasin.





"Con el poder de la fe, las armas, los misiles, con los túneles (que les permiten transportar armas desde el lado egipcio) y los comandos, alcanzaremos la victoria para Palestina y terminaremos la ocupación", dijo hace dos años Jebiri.  Para entonces ya se habían desmantelado las colonías judías en Gaza.






El primer ministro Benjamin Netanyahu ha advertido que Israel  decidirá cuándo y cómo responder y ha puntualizado que quien crea que puede atacar a los civiles y no pagar caro por ello se equivoca. El presidente norteamericano Barack Obama y el primer ministro británico David Cameron han dicho en sendas declaraciones que consideran a los israelíes víctimas del terrorismo. Estos han sido los primeros ataques contra Israel desde la primera Guerra del Golfo en 1990.


Jabari


 
Los israelíes han suspendido las actividades en colegios, guarderías y universidades en un radio de 40 kilómestro de la frontera con Gaza y han desplazado cuatro baterias antisimisilas a las inmediaciones de varias ciudades, mientras la gente corre a refugiarse bajo tierra. Uno de los misiles impactó por primera vez en Damona, donde hay un reactor nuclear, y otro en Tel Aviv, la capital económica del país.





Decía el profesor de la Universidad de Quebec, Jean Gervais, que la historia miente más que habla, pero de un lado tenemos el papel del que miente y del otro el del engañado, que a veces acepta por comodidad la farsa. El engaño parece aprobado por las reglas al uso -que no son desde luego muy éticas- sobre todo si el fin justifica los medios.





Desde 1973, cuando los Hermanos Musulmanes (HHMM) de Egipto y Siria reiniciaron su confrontación con los gobiernos árabes de Oriente Medio, la rama de El Cairo formó la Yihad Islámica. La subdivisión de Gaza comenzó en esa fecha una guerra de baja intensidad contra Israel, en tanto que Hamas,  en su carta fundacional, se presentaba a sí misma como una rama ideológica de la Hermandad, que vio la luz por primera vez en Egipto en 1928, fundada por Hassan al-Banna.





Cuando las brigadad Izzedin al-Kassam fueron creadas en 1991 como brazo militar de Hamas, esta organización terrorista figuraba ya como el grupo alternativo de Fatah, que perdió el gobierno de Gaza. Esta organización creada por Yasser Arafat mantiene su primacia dentro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania. Jebiri  había formado parte de ésta hasta los acuerdos de paz suscritos en Oslo como Declaración de Principios entre Arafat y el primer ministro israelí Yitzak Rabin.




La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que integraba a dos organizaciones terroristas, Fatah y el Frente para la Liberaciónde Palestina, tuvo a partir de entonces en su haber la primera Intifada palestina y asesinatos y secuestros, atravesando entonces por su posición más radical bajo la batuta de Arafat. Este luego decició que era mejor lavar esa imagen para obtener apoyo internacional, sobre todo tras el asesinato en 1972 en Munich de once deportistas israelíes en el marco de los Juegos Olímpicos. Había que contar también oportunistamente con el fiasco arabe en la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando los palestinos intentaron un levantamiento que fracasó.





Los acuerdos de Oslo resultaron el embrión para iniciar un proceso de paz, que se suspendió hace cuatro años, sobre el autogobierno palestino, la retirada israelí de Gaza y Cisjordania y la renuncia al terrorismo por la OLP. Hamas calificó a Arafat de "dictador corrupto" y se ha temido desde su muerte en 2004 que fuera resultado de un envenenamiento cuando era el presidente de la ANP. En estos días se desentierra su cuerpo para comprobar el supuesto a petición de su viuda.





La ANP ha sido la encargada de continuar el proceso para consolidar el autogobierno y definir el estatuto de Jerusalén, pero las conversaciones han sufrido muchas interrupciones y sobresaltos por errores de ambas partes. El gobierno palestino no ha tenido la capacidad de controlar los ataques de  Hamas, apoyada por la Yihad Islámica, para exterminar al Estado judío. Netanyahu tampoco se ha mostrado conciliador ni ha querido ceder posiciones, manteniendo una política desafiante de ampliar asentamientos sobre todo en la que los judíos ven como su capital única e indivisible.




Una propuesta del presidente de la ANP, Abbu Abbas, para conceder a los palestinos el estatuto en las Naciones Unidas de Estado observador no miembro podría alcanzar el próximo día 29 un consenso  en la Asamblea General. Israel y Estados Unidos se han opuesto desde un principio porque lo ven como la antesala para un reconocimiento posterior como Estado de pleno derecho, lo que, según los acuerdos de Oslo, debería alcanzarse en conversaciones bilaterales de las partes implicadas.





El estatuto de Estado observador no miembro abriría las puertas a los territorios de Cisjordania y la franja de Gaza para entrar en diversas agencias internacionales. El gobierno israelí ha apretado el paso con un documento a las delegaciones en la ONU de que la aprobación de la propuesta supondría la ruptura de las reglas del juego y provocaría por su parte una respuesta extrema.




Por respuesta extrema entiende la congelación del traspaso a las arcas palestinas de los impuestos recaudados por Israel, la expansión de los asentamientos en Gaza y Cisjordania, que se había paralizado, y la restricción de movimiento por el área a los políticos palestinos.





El presidente norteamericano Obama habló el último domingo con el presidente de la ANP para hacerle reconsiderar la iniciativa diplomática, pero no le prometió nada a cambio por lo que parece difícil que se tenga en cuenta su petición, ante todo porque los palestinos creen contar con una mayoría de votos en la Asamblea General de la ONU para obtener sus fines pasando por encima de los acuerdos de Oslo.

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