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jueves, 14 de febrero de 2013

Vaticano: la última misa de Benedicto XVI





Por Mirta Balea



La Iglesia Católica ha sido desde la Edad Media como esas aguas heladas y sucias que caen en picado, quedan ocultas por la maleza para reaparecer transparentes y resplandecientes hasta que vuelven a desaparecer a fin de reanudar el ciclo, uno que le ha permitido influir en  acontecimientos del mundo durante dos mil años.


La corrupción de altos cargos de las finanzas del Banco Vaticano, los juegos sucios para escalar puestos y el delictivo tema de la pederastía entre los sacerdotes, resultan tan graves, que podrían despertar en cualquier Papa el temor sobre su misión. Juan Pablo II dejó que pasaran los ríos purpurados, nada hizo por acabar con la podredumbre y por eso le premiaron con la beatificación el primero de mayo del 2011.


Solo el anuncio de tal acto causó malestar y sorpresa en muchos círculos católicos. El polaco Karol Woytila fue autoritario en su conducción de la Iglesia, reprimió a teólogos disidentes del Magisterio eclesiástico, expulsando a muchos de sus cátedras y sometiendo sus obras a censura. Sus actuaciones, en suma, fueron de todo menos modélicas, como cuando dio un trato privilegiado al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que ya era pederasta cuando él aún no había llegado al papado.



Maciel, que violaba a sus propios hijos, fue un aliado oscuro en la visión compartida de un catolicismo resistente a los cambios. Benedicto XVI le condenó en 2006 a un retiro de penitencia, para dos años después, en Australia y Estados Unidos, pedir el primer perdón a las víctimas de la pederastía de los sacerdotes. Un paso previo a la publicación en 2010 de la Guía de procedimientos de Doctrina de la Fe en los casos de abusos de menores en que remitió a la justicia terrenal a los victimarios.


El Papa dimitente, Benedicto XVI, resultó un fiel colaborador del anterior Pontífice desde el cargo de Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la FE. Asentía ante su superior, dejando que le quitara las ideas. Los afanes reformistas que le habían movido en su juventud, cuando fue convocado por Juan XXIII a Roma como perito para el Concilio Vaticano II en 1962, desaparecieron en ese período al formar parte del mecanismo inquisidor contra quienes sostenían pensamientos cercanos a lo que él mismo había soñado.


Ratzinger fue compañero de viaje de los mejores pensadores cristianos del siglo XX como Karl Rahner, Yves Cougar, Edward Schillebeecks, Hans Kung, pero, arrastrado a los entresijos de poder en el Vaticano por Juan Pablo II abandonó la idea de Juan XXIII de darle un revolcón a la Iglesia y modernizarla. Sin que aún cargara sobre los hombros la Congregación de la Doctrina de la Fe,  llegó a reclamar la revisión de la doctrina del celibato, junto a sus colegas alemanes en 1970.


Si evitamos jugar a la peligrosa ruleta de los cortejos, hay que decir que su verbo era desapacible y plagado de dilemas. Tan pronto justificaba la utilización del preservativo en "casos particulares", para evitar el contagio del sida, aun cuando el Vaticano dijo que sus palabras habían sido malinterpretadas, como mandaba a silenciar a un teólogo que aceptaba la homosexualidad o arremetía contra el sacerdocio femenino en contra de la petición de 300 párrocos austríacos.


Este miércoles, con el rito de la bendición e imposición de las cenizas para dar inicio a la Cuaresma católica, realizó su última Eucaristía pública, después de su renuncia en un acto de canonización en el que probablemente no se dirigió a nadie en concreto. Un video que me han enviado unos amigos de Roma muestra la orfandad en la que se han visto sumidos de repente los creyentes; he visto la angustia en sus caras ante lo inédito de la situación en tiempos modernos. El último Pontífice en renunciar al trono de San Pedro lo hizo hace 600 años.


Corren malos tiempos para la comunidad católica, para la que el papado constituía una misión y no un trabajo al que se podía renunciar; para la que el Sumo Pontífice era el Padre de todos los católicos y han visto caer el clisé de que no podía, en vida, delegar en otro su paternidad; la misma que espera respuestas del próximo Papa, cuya elección podrá ver Ratzinger al contrario que sus predecesores.


Ratzinger vio a tiempo al parecer la debilidad y la mentira de su trabajo, así que cuando no pudo más con su conciencia, lo dejó, y nadie se ha atrevido a negarle el destierro voluntario. Dicen que ha dejado amarrado el próximo cónclave, a realizarse algún día entre el 15 y 20 de marzo, para elegir al Papa  266, así que su traslado a un convento de recogimiento dentro de los muros vaticanos puede que no pase de ser más que un jalón geográfico.


Puede incluso que, a pesar de las declaraciones de su hermano en contra de tal suposición, esté dispuesto a interferir, a emplear sus fuerzas para que el próximo Pontífice cumpla la tarea inconclusa de terminar con la disfunción de la Iglesia, en una guerra sin gloria, considerando la maldición que pesa sobre esa cúpula, que se eleva hoy como un totem lleno de inquietudes.


Y no es que la Iglesia durante el mandato de Benedicto XVI haya avanzado demasiado, es solo que la labor de desbrozar el camino de las instituciones de pederastas y ladrones podría quedar truncada, como ha ocurrido otras veces por otros medios.


Para su labor evangélica introdujo el elemento nuevo de utilizar las redes sociales, mucho antes de que se viera su eficacia para provocar una revolución en Oriente Medio. Abrió un perfil en Twitter, en el que incluso respondía a las inquietudes filosóficas y teológicas de sus fans. Habrá que ver si el sustituto mantiene esa línea o la recicla al viento como una fumata negra.


Al margen de la religión, su renuncia ha sido portada urbi et orbi tanto en diarios económicos como el Financial Times o el Wall Street Journal como por la muy árabe y musulmana Al Jazeera, porque dirigir los destinos de millones de católicos, influir sobre su voto, su pensamiento, su vida privada, sus actitudes ante temas complejos como el aborto o el divorcio, es cosa seria.

Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2013/02/vaticano.html

http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2011/09/vaticano-pecados-y-secretos.html

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